Deuda. Apriete imperialista por más ajuste: el futuro embajador de EEUU pidió "un plan” para acordar con el FMI

El futuro embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley, le exigió al gobierno de Alberto Fernández un "plan económico" para encaminar las discusiones con el Fondo Monetario Internacional. Es decir, el imperialismo pidió más ajuste como condición para acordar.

Pero no fue solo eso, el nominado por Joe Biden habló de otros temas. La embajada no solo pretende que se redoblen los ataques contra las grandes mayorías, sino que también quiere un reacomodamiento geopolítico del país, que se aleje de China y que vote junto con Estados Unidos en organismos internacionales contra países como Cuba, Venezuela o Nicaragua.

Todo esto lo declaró durante su audiencia de confirmación ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos. Allí dijo que, como representante de la Casa Blanca en el país, se va a ocupar especialmente de monitorear la economía argentina. Dijo que el gobierno "debe construir un marco de política macroeconómica para estabilizar el país". Eso no tiene otra traducción que recortar las cuentas de gastos sociales, como Salud y Educación, para acumular los dólares necesarios para pagarle al fondo.

El Gobierno intentaba mostrar en las últimas semanas un acuerdo encaminado. De hecho el Presidente se lo había prometido a un grupo de grandes empresarios en un almuerzo que mantuvieron el 13 de octubre.

Pero las últimas declaraciones de Guzmán, que dijo que "el pueblo argentino le pagó la campaña a Macri", y las tensiones que salieron a la luz en los últimos días dan muestra de un organismo que todavía quiere mucho más ajuste del que se está llevando adelante. Las declaraciones del ministro pueden indicar que el acuerdo con el Fondo no se concretaría en lo inmediato y que eso ocurre porque el Gobierno endureció sus condiciones y no porque el Fondo no quiere cerrar en estas condiciones. También hay que recordar que Guzmán y Manzur viajaron a EE. UU. para continuar las negociaciones con el FMI y se volvieron con las manos vacías.

Aunque Guzmán se haga el "duro" con el Fondo, lo cierto es que considera que hay que alcanzar un acuerdo con el organismo y eso implicará aceptar sus exigencias de ajuste.

El Gobierno se empieza a mostrar como si estuviera negociando duramente con los especuladores, pero mientras tanto ya pagó U$S 4.216 millones al organismo, en menos de dos años de mandato. Una suma que equivale a la construcción de 117.337 viviendas.

Nada bueno se puede esperar de un acuerdo con el FMI, pacto que incluirá mayor ajuste, y las reformas laboral, previsional y tributaria. Es necesario movilizarse por el desconocimiento soberano de la deuda.

Furia patronal

Las declaraciones de Marc Stanley se dan en un contexto de chantaje empresarial al Gobierno por el congelamiento de precios. Este lunes la AmCham, que agrupa a las grandes patronales norteamericanas que hacen negocios en la Argentina, emitió un comunicado que critica la medida y lo definió como una “Bomba de tiempo”.

Así, las empresas yanquis se sumaron a la extorsión del gran empresariado argentino y de la oposición de derecha agrupada en Juntos por el Cambio.

El Gobierno ya buscó realizar acuerdos con distintos sectores y esta política ya fracasó, las empresas alimenticias y supermercadistas responden con el bolsillo.

La inflación responde a varias causas, en ese contexto complejo los empresarios aprovechan para remarcar los precios. Los perdedores en esta disputa son los trabajadores y los sectores populares cuyos ingresos son devorados por el aumento de precios. Es urgente un aumento salarial de emergencia del 20 % para el conjunto de la clase trabajadora y los jubilados y que se actualicen por la inflación, entre otras medidas.

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