En el marco de su visita a México, José Mujica, expresidente de Uruguay, busca mostrar la unidad entre los proyecto progresistas del continente en el marco de un reacomodo político del continente e importante revueltas.
Viernes 29 de noviembre de 2019
Este 1 de diciembre, López Obrador hará un gran acto por el primer aniversario de su gestión. En este acto no solo buscará dar un mensaje de fortaleza y tranquilidad frente al turbulento escenario económico que México vive, sino la fortaleza del "gran bastión progresista" del continente, tras el golpe de Estado en Bolivia.
Con este objetivo, el ex presidente José Mujica fue invitado al acto al cual aceptó la invitación, en el marco de su visita para la participación en el Encuentro Latinoamericano “México frente los extremismos: La importancia de la cultura ante el odio”, organizado por la Secretaria de Relaciones Exteriores.
Mientras el Encuentro busca darle una cara humana y crítica al gobierno, discutiendo temas como los discursos de odio que se han instalado en el mundo y contra la xenofobia, la actual administración es la que ha tenido una política más dura contra los migrantes centroamericanos, usando a la Guardia Nacional como policía fronteriza, propinando importantes represiones contra inmigrantes, hacinándolos en refugios que más bien parecen campos de concentración.
Todo lo anterior se da en un clima de álgidas luchas alrededor del continente, con impresionantes movilizaciones en Ecuador y Chile, contra los planes de ajuste y en Bolivia contra el golpe cívico militar que la derecha continental ha impulsado; la derecha después de 15 años del Frente Amplio en Uruguay y el regreso del peronismo en Argentina, con un deslavado progresismo de patas cortas que ve como su mejor aliado a México, buscando hacer un "bloque continental" que de fortaleza a un proyecto que, aunque de ritmo distinto, también hará pagar a los trabajadores la crisis económica.
Este domingo se espera una asistencia masiva al acto de AMLO, sin embargo, es aun de esperar si las propuestas políticas y económicas del nuevo gobierno pueden hacer salir al país del estancamiento, así como enfrentar a una derecha que en el conjunto del continente busca envalentonarse y regresar de las derrotas parciales que las movilizaciones masivas les han propinado.
