Es necesaria la reapertura de las paritarias para discutir una compensación salarial tendiente a recuperar el poder adquisitivo. Ningún trabajador debería tener un salario menor a $ 21.208.
Emilio Salgado @EmilioSalgadoQ
Viernes 13 de enero de 2017
Los trabajadores que integramos la junta interna de ATE en el INDEC calculamos la pérdida salarial de los estatales, producto de la inflación, que afectó fundamentalmente a los productos de la canasta alimentaria, servicios y vestimenta. Este dato revela que el bono de fin de año, en cuotas, no alcanza para recuperar la pérdida del poder adquisitivo.
Otra estimación, y esta alcanza al conjunto de los trabajadores del país, es la denominada “Canasta de Ingresos Mínimos”, que ya se hizo habitual desde nuestra Junta Interna y que se realiza desde que el anterior gobierno decidió intervenir el INDEC para manipular las estadísticas y los trabajadores nos opusimos. Ante la pérdida de credibilidad de toda fuente estadística los trabajadores del INDEC brindamos una herramienta que resulta importante para distintos sindicatos que periódicamente nos han consultado. Fundamentalmente, cuando se aproximan las paritarias. La actualización de esta canasta fue estimada en $ 21.208,46.
Este cálculo demuestra la disparidad existente entre los aumentos salariales y la inflación. El propio INDEC, bajo la gestión de Macri, dio a conocer que el 50 % de los habitantes con ingresos ganan menos de $ 8.000.
Reproducimos lo central de los comunicados difundidos desde la Junta Interna de ATE INDEC.
¿Cuál fue la pérdida salarial de los estatales?
Entendemos que la herramienta es la paritaria, que si bien intenta plantear una pauta salarial para periodos extensos de tiempo (como regla general alcanzando los 12 meses), en situaciones económicas como la actual, marcada con una fuerte inflación (según la Dirección General de Estadística y Censos de la CABA), para noviembre ´16, la inflación interanual arrojó un 44,8%), la reapertura de la misma se torna totalmente necesaria.
Para los trabajadores estatales nacionales, provinciales y municipales, las autoridades tienen la intención de plantear un aumento salarial que contemple la inflación proyectada, en el presupuesto nacional, para este año, de un 18%. Es el caso propuesto a los trabajadores de la Prov. de Buenos Aires. Situación, que de conjunto, debemos rechazar todos los trabajadores sea cual fuera el sindicato de base o central a la pertenezcamos, porque quieren imponer un techo salarial. No puede plantearse que la discusión se hará en “Paritarias Libres” cuando se quiere dejar de lado en esa discusión la recomposición del 39,3% de inflación acumulada a noviembre del 2016 (s/ DGEyC de CABA).
Ante esta realidad, no podemos dejar de tener en cuenta, que existe una precariedad laboral cercana al 70% de la planta de trabajadores estatales nacionales, a quienes se les cercena el derecho garantizado constitucionalmente de … “a igual tarea igual remuneración”.
Ahora el gobierno, promete una cruzada contra el otro 30% del universo de trabajares en lo que denomina “una batalla contra la ‘burocracia’ de la planta estatal”, según las propias declaraciones del Ministro de Modernización, Andrés Ibarra.
Un cóctel peligroso si, además, sabemos que el gobierno apelará a las pasantías, una forma contractual excesivamente precaria, para sumar trabajadores donde fuera necesario. Todo esto en medio de la lucha de muchísimos compañeros para mantener sus puestos de trabajo.
Metodología
El cálculo se realizó tomando como base el salario de una categoría D0, según escala salarial vigente del convenio SINEP Decreto N° 2098 de la Administración Pública Nacional. En la 3° columna se actualizó dicho salario por IPC CABA mes por mes. Se consideró esa categoría por ser la que representa la mayoría de los trabajadores. La 4° columna representa la pérdida del valor absoluto del salario al restar los valores de CABA de los valores SINEP.
La conclusión es que la diferencia actual entre el salario que cobramos y la pérdida producto de la inflación es de $25.956,59.
¿Cuál debería ser el salario mínimo “de bolsillo” de un trabajador?
Este segundo ejercicio, como dijimos, empezó en el periodo de la Intervención del INDEC a manos del Kirchnerismo. Nuestro cálculo, ganó en importancia porque fue, tal vez, la referencia o cálculo salarial más confiable a la hora de negociar en las paritarias el salario de los trabajadores de los distintos sectores. Durante el gobierno de Macri seguimos elaborando estos cálculos, ya que, además de los despidos, es evidente que la inflación le sigue ganando al salario de los trabajadores ocupados.
El cálculo de la canasta mínima salarial, siguiendo la metodología de otras encuestas importantes como la EPH, se calcula para una familia compuesta por un matrimonio de dos adultos de 35 años con dos hijos varones de 6 y 9 años. A su vez, la canasta se compone de una “canasta alimentaria mínima” y de “otros bienes y consumos mínimos” de la familia. El salario de $ 21.208,46, entendemos, tendría que ser el piso para cualquier negociación paritaria. Como decimos en la Junta Interna del INDEC: ningún trabajador debería ganar de bolsillo por debajo de eso. Esta cifra surge de un promedio de la variación inflacionaria interanual –publicadas por las Direcciones Provinciales de Estadística-, de noviembre 2015 a noviembre de 2016, llega en promedio al 40%. Es de destacar que en el caso de C.A.B.A. alcanza el 44,8%.
Te puede interesar: La plata no alcanza: ¿cuánto tiene que ganar un trabajador?
Ante la falta de otras estimaciones serias y cálculos de una canasta familiar propiamente dicha, la Canasta de Ingresos Mínimos ofrece un valor de referencia muy importante, para que los trabajadores discutan la actualización en paritarias de los salarios y que se puedan cubrir las necesidades del núcleo familiar.
Claves:
$ 14.500,59.- (Otros bienes y consumos mínimos).