La artillería azerí ha comenzado este martes un ataque hacia ciudades fronterizas, reabriendo por tanto el conflicto bélico entre ambos países
Martes 13 de septiembre de 2022 07:24
Foto de EFE
A las 00:00 del día 13 de septiembre se daba la alerta por diversos ataques de las fuerzas militares de Azerbaiyán en múltiples puntos a lo largo de la frontera armenia. Según los reportes del Ministerio de Defensa de Armenia, se han sucedido bombardeos con artillería, armas de gran calibre y drones a las localidades de Vardenis, Goris, Sotk y Jermuk, enclaves a lo largo de toda la frontera este del país. Lo que supondría un ataque a localidades incluidas dentro del territorio oficialmente reconocido del país y no a lugares dentro de la República Autónoma de Nagorno Kharabaj, el principal núcleo de disputa entre los dos países.
En los últimos días, políticos azeríes acusaban a Armenia de iniciar tiroteos fronterizos y mientras anunciaban “preparativos militares de Azerbaiyán”. Esta campaña mediática, según los políticos armenios, coincidía con la preparación de “una nueva provocación en la frontera” por parte de Bakú, tratando en primer lugar de "darle legitimidad informativa”.
Una situación que aumenta la tensión entra ambos países que hace menos de dos años protagonizaron la segunda guerra en disputa por el Nagorno-Kharabaj, a finales de 2020 y que se cobró la vida de casi 3.000 militares en cada bando y varias decenas de civiles. En ese conflicto, Azerbaiyán tomó bajo su control gran parte del territorio autónomo en disputa con Armenia, además de partes del propio Nagorno Kharabaj. Sin embargo, desde la primera guerra en 1994 tras la disolución de la URSS, no eran atacados enclaves dentro del territorio armenio reconocido.
Pese a que las tensiones y múltiples disputas territoriales entre ambos estados se remontan a décadas atrás, el “casus belli” esta vez no parece venir solo de ese origen. Hace tan solo unas horas, el ministro de Energía de Azerbaiyán anunciaba el aumento de las exportaciones de gas a la Unión Europea en un 30%. El principal aliado de Azerbaiyán, Turquía, que a su vez se encuentra en la OTAN, ha impulsado al país caspio a sobresalir como alternativa energética para Europa tras la guerra de Ucrania y las sanciones económicas impuestas por la UE a Rusia.
Hace cinco días, el ministro de Exteriores azerí visitaba a su coetáneo español, Albares Bueno, en una reunión donde se recalcó “el interés de las empresas españolas en invertir en Azerbaiyán”, así como la mejora de relación entre la UE y Bakú. Según las declaraciones del ministro del PSOE, “la Unión Europea apoya los esfuerzos de mediación en la región y está dispuesta a contribuir a garantizar la paz entre Azerbaiyán y Armenia”. Estos esfuerzos de acercamiento diplomático con la UE y la OTAN se enmarcan en el contexto de la crisis energética europea y agravada por el corte del suministro de gas ruso. Además, Moscú, el aliado estratégico más importante de Armenia, que cuenta con diversas bases y tropas desplegadas, se encuentra en una encrucijada al haber retrocedido en las últimas semanas posiciones durante su ofensiva en Ucrania.
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Este conflicto, junto con la Guerra de Ucrania a raíz de la invasión de Putin, las tensiones entre Serbia y Kosovo o la amenaza del estallido de un conflicto con China con la cuestión de Taiwán, supone otro ejemplo más del aumento de tensiones bélicas a escala mundial, que vienen manifestándose a raíz de la crisis capitalista, energética y el rearme armamentístico que están llevando a cabo los países imperialistas como respuesta.
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