Entrará en vigor a las 4 am hora local. Poco antes del anuncio oficial Israel lanzó el ataque aéreo más grande desde que iniciaron las hostilidades contra los barrios del sur de Beirut.
Martes 26 de noviembre 22:03
Este martes por la noche el presidente estadounidense Joe Biden anunció que se acordó un alto el fuego para poner fin a 13 meses de combates entre Israel y Hezbolá en Líbano.
“A partir de las 4 horas de mañana, hora local (02:00 GMT), terminarán los combates a través de la frontera entre Líbano e Israel”, declaró Biden, añadiendo que se trataba de un “cese permanente de las hostilidades”.
El gabinete de seguridad de Israel aprobó la propuesta respaldada por Estados Unidos a última hora de la noche del martes, tras horas de deliberaciones, según informó el gobierno israelí en un comunicado. Poco después, Benjamin Netanyahu, el primer ministro israelí, habló con el Sr. Biden para reiterar que Israel tomaría medidas enérgicas contra “cualquier amenaza a su seguridad”.
Además, Netanyahu aprovechó los últimos momentos antes de la entrega en vigor del acuerdo para atacar ferozmente el sur de Beirut, supuestamente controlado por Hezbollah. Los reportes hablan del ataque aéreo más fuerte desde que comenzaron las hostilidades en octubre del año pasado.
Hezbolá no hizo comentarios hasta ahora pero se descuenta que acepta los términos. El gobierno libanés -que no controla a Hezbolá pero desempeña un papel esencial en el acuerdo- tenía previsto reunirse el miércoles por la mañana para debatir el acuerdo de alto el fuego.
Hezbolá comenzó a atacar tras el asalto sorpresa de Hamás al sur de Israel, que fue la excusa para que el estado sionista desatara una masacre en Gaza. Israel respondió bombardeando repetidamente Líbano y evacuando a decenas de miles de civiles israelíes de las comunidades fronterizas.
El volumen de ataques en ambos bandos fue aumentando lentamente. En los últimos dos meses, Israel perpetró dos ataques que podrían ser calificados de terrorismo, usando primero buscapersonas y luego radios que utilizaba Hezbolá en todo el Líbano, matando a su lider Hassan Nasrallah y a otros dirigentes en ataques aéreos masivos. Además lanzó una invasión terrestre para arrasar estructuras que, según Israel, eran utilizadas por Hezbollah.
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Los bombardeos y la invasión terrestre desplazaron a más de un millón de libaneses y decenas de miles de israelíes, más de 3.000 libaneses y 100 israelíes murieron y el equilibrio de poder en la región quedó completamente alterado.
Los términos del acuerdo
Las tropas israelíes se retirarían del sur del Líbano y Hezbolá retrocedería al norte del río Litani, poniendo fin a su presencia en el sur.
Esto llevaría 60 días, y el ejército libanés, que ha permanecido en gran medida como espectador en la guerra actual, se desplegaría en el sur para supervisar el alto el fuego.
También se desplegaría una fuerza internacional encabezada por Estados Unidos, que incluiría fuerzas de paz francesas, para supervisar la aplicación de la tregua.
El ejército libanés deberá ampliar su papel en Líbano, sobre todo en el sur, donde se convertiría en el único cuerpo armado y asumiría toda la actividad relacionada con las armas en el país.
Israel exigió el derecho a atacar Líbano para “hacer cumplir” los términos del alto el fuego si el ejército libanés y la fuerza de intervención internacional no consiguen mantener a Hezbollah fuera de las zonas fronterizas. Según los expertos, aceptar la demanda de Israel significaría una “autorización” internacional para que Israel viole regularmente la soberanía de Líbano cuando lo considere oportuno. Una locura a todas luces.
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Karim Emile Batar, experto en Líbano y profesor asociado de Relaciones Internacionales en la Universidad Saint Joseph de Líbano, consultado por la cadena árabe Al Jazeera dijo que “Podríamos estar entrando en una nueva fase... quizá la sirianización [de Líbano]”.
Líbano se opone desde hace tiempo a la idea de que Israel pueda tener derecho a atacar su territorio a voluntad, afirmando que sería una violación de su soberanía. No está claro si esta cláusula se incluirá en el alto el fuego o si formará parte de un acuerdo independiente entre Estados Unidos e Israel.
La “comunidad internacional”
Como ya nos tienen acostumbrados, los líderes del mundo libre apoyaron el acuerdo y volvieron a dar su apoyo al estado terrorista de Israel, que continúa llevando adelante un genocidio en Gaza.
Biden y su gobierno no solo fueron el artífice del acuerdo, sino que constituyeron el principal soporte internacional de Israel, política y militarmente. En un anuncio conjunto, Biden y el presidente frances Emanuel Macron dijeron que “El anuncio de hoy pondrá fin a los combates en Líbano y protegerá a Israel de la amenaza de Hezbolá y otras organizaciones terroristas que operan desde Líbano.”
Je tenais à saluer l’accord de cessez-le-feu agréé ce jour entre Israël et le Liban. pic.twitter.com/0vHbMBLOFe
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) November 26, 2024
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirma que el acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hezbolá aumentará la “seguridad interna y la estabilidad” del Líbano. El anuncio es una buena noticia “ante todo para los libaneses e israelíes afectados por los combates”, declaró Von der Leyen en X.
The announced cease-fire between Israel and Hezbollah is very encouraging news.
First and foremost for the Lebanese & Israeli people affected by the fighting.
Lebanon will have an opportunity to increase internal security and stability thanks to Hezbollah’s reduced influence.
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) November 26, 2024
El Primer Ministro británico, Keir Starmer, afirma que el alto el fuego entre Israel y Hezbolá proporcionará cierto alivio a la población civil. Starmer elogió el cese de las hostilidades, “largamente esperado”, y pidió que la tregua “se convierta en una solución política duradera en Líbano”.
“Debemos ver avances inmediatos hacia un acuerdo de alto el fuego en Gaza, la liberación de todos los rehenes y la eliminación de las restricciones a la ayuda humanitaria que se necesita desesperadamente”, afirmó en un post en X. Starmer prometió estar “a la vanguardia de los esfuerzos para romper el actual ciclo de violencia en busca de una paz sostenible a largo plazo en Oriente Medio”.
My statement on the ceasefire between Israel and Lebanese Hizbollah. pic.twitter.com/ZAxApKpJIT
— Keir Starmer (@Keir_Starmer) November 26, 2024
La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, acogió con satisfacción el alto el fuego entre Israel y Líbano mediado por Estados Unidos y Francia, calificándolo de “rayo de esperanza para toda la región”. Estas palabras contrastan duramente contra la carta firmana por Thomas Piketty, Deborah Feldman y más de 600 intelectuales que denuncian la complicidad de Alemania con el genocidio en Gaza.
Todas estas declaraciones suenan muy bien pero son palabras vacías viniendo de líderes políticos que reprimieron duramente las masivas movilizaciones y protestas en favor del pueblo palestino que se dieron en sus países.
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Desde ya que un alto al fuego siempre es una medida bienvenida, una mejora a la situación desesperada de millones de personas que ven como un estado terrorista apoyado por los imperialismos mundiales destruye no solos sus casas, sino sus condiciones de vida en general. Pero no podemos engañarnos, la solución duradera no vendrá de una medida como esta, negociada por los principales causantes de la terrible situación en medio oriente.
Como afirma Claudia Cinatti, analista internacional de La Izquierda Diario en una reciente entrevista:
Los socialistas revolucionarios compartimos con miles en el mundo la necesidad de poner fin a la ocupación colonial y el régimen de apartheid [en Israel], que la supuesta solución de “dos estados” no hacía más que legitimar. También la dimensión internacional de la lucha palestina. Sostenemos que para terminar con el régimen de apartheid y la opresión contra el pueblo palestino es necesario liquidar sus bases materiales. Por eso creemos que la única salida verdaderamente progresiva es luchar por una Palestina obrera y socialista, porque solo un Estado que tenga como objetivo terminar con toda opresión y explotación podrá garantizar la convivencia democrática y pacífica entre árabes y judíos, como primer paso hacia una federación socialista en el Medio Oriente.