La Izquierda Diario se reunió con bailarinas y coreógrafas para charlar sobre la situación que viene atravesando el sector de la danza, sus problemáticas y necesidades, pero también las perspectivas de organización y lucha de una comunidad que desde hace varios años viene dando pasos firmes para lograr su reconocimiento como trabajadorxs, condiciones dignas de trabajo y promoción de la actividad en toda su diversidad en los diferentes puntos del país.
Jueves 5 de julio de 2018
En el encuentro charlamos acerca del estado de emergencia cultural que se viene manifestando con diversas formas de reducción de lo que es el derecho “a” y “de” la cultura.
Desde la Asociación Argentina de Trabajadores de la Danza -AATDa- publicaron recientemente un comunicado que toma como aspectos centrales el problema presupuestario de Prodanza, y de promoción y difusión de la danza como es el caso de los festivales que se realizan en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Ciudanza y el Festival de Tango.
Para sumar tu firma en el comunicado hacé click aquí:
https://docs.google.com/…/1FAIpQLSev3ktoqNzcTLZZQE…/viewform
Con respecto a este último tema, Liza, plantea que: El tema de algunos festivales es un ejemplo clarísimo de la ausencia de políticas culturales a largo y mediano plazo. Muchas veces se toma la decisión política de no destinar el presupuesto a los trabajadores de la danza, artistas, músicos, sino a armados de escenarios, sonido, etc.
Los festivales avanzan con distinto criterio, el FIBA será en verano, Ciudanza directamente dejó de suceder y no hubo respuestas al respecto. Mientras cierran centros culturales y avanzan contra la cultura popular. Con respecto al Festival de Tango -con la característica particular de ser esta “la ciudad del tango”- se pone el acento, una vez más, en ser vistos “desde el mundo” por los productores internacionales, cuando los trabajadores de la danza y la cultura sufren la precarización laboral, con profesores de tango que trabajan gratis o por muy poca plata. El festival, no tiene convocatoria abierta a la comunidad, ni propone todo lo que se plantea en la página web del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, con respecto al caché, locación de servicio, etc.
¿Cómo sigue la pelea por estos reclamos?
Liza: En principio con la revisión de contratos laborales, con la intención de contemplar esa mínima base acerca de qué contratos se plantean en festivales y eventos.
Rosario: Si, hay cuestiones más a futuro como cuáles son las condiciones mínimas que un artista tiene que tener antes de firmar un contrato, queremos hacer circular esta información para que toda la comunidad de la danza la tenga en cuenta.
Y por otro lado en casos puntuales, hacer una revisión para saber cuáles fueron los contratos que se firmaron, ver si hay alguna acción que realizar desde el punto de vista legal y trabajar fuertemente en la concientización para que el artista sepa qué tipo de contratos tiene que firmar; sería una acción más global para cualquier festival o evento.
Con respecto al tema del presupuesto de Prodanza desde AATDa denuncian un incremento débil de 7% sobre una base ya insuficiente. Y como el Estado en vez de incentivar la producción y ampliar el acceso, apunta al achique justificando con la falta de presentación de proyectos, la baja presupuestaria. Ante esto proponen un relevamiento de las necesidades reales del sector y, más de fondo, la modificación de la ley 340.
Rosario: En relación a la modificación de la ley 340 -que es la que da origen a Prodanza- lo que planteamos es la necesidad de ampliar las capacidades del instituto - ya que hoy por hoy solo tiene la posibilidad de dar subsidios- para poder articular con otros espacios, con educación, etc. En esa línea, no planteamos tan solo mayor presupuesto sino también mayor versatilidad al momento de llevar adelante políticas para la danza.
Cata: Otra de las ideas que tenemos es ampliar aún mas la acción de Prodanza a todos los lenguajes de la danza, que no sea solo la danza contemporánea, que el diálogo sea con otros lenguajes de movimiento no solo con éste. La insistencia está en pensar la comunidad de la danza con toda su amplitud.
¿Cómo se vienen organizando para visibilizar esta problemática?
Rosario: Hubo comunicados, charlas, la comunidad se empezó organizar para demostrar que está activa. Hacemos encuentros conjuntos con colectivos y asociaciones representativas del sector. Es una invitación amplia a reflexionar conjuntamente.
Otro de los puntos que mencionan en el comunicado es la falta de un Instituto Nacional de Danza que pueda gestionar políticas específicas, lo que junto a la insuficiencia presupuestaria y la falta de políticas culturales constituye una de las mayores debilidades que tiene el sector de la danza. Siendo que algunas de ustedes fueron las impulsoras del proyecto de Ley Nacional de Danza - que contempla la creación de dicho instituto. ¿Cómo ven en este contexto la pelea por esta demanda? ¿Cómo continua?
Eugenia: En este momento vemos que es muy complejo seguir planteando la ampliación del Estado cuando todo viene en achicamiento. Fue una decisión fortalecer la conformación del sindicato, la organización interna de la comunidad, y organizados pelear por una legislación. Sigue vigente esa necesidad, poco visible en el contexto actual y tenemos que estar fortalecidos como colectivo de trabajadores. La ley esta presentada en ambas cámaras, pero se requiere mucha fuerza del sector, es un momento para construir nuestra herramienta de base.
Liza: Si bien en este momento ponemos el énfasis en el tema de Prodanza hay una clara motivación dentro de lo que es la lucha por la Ley Nacional de Danza en pensarnos federalmente. En este momento estamos situándonos intensamente sobre lo que sucede en CABA, pero sabemos que eso es un reducto pequeñísimo sobre los ejemplos claros de condiciones laborales en el resto del país. En esa línea AATDa busca una construcción nacional, en Rosario ya tiene su desarrollo y la idea es lograr que en todos los puntos del país haya una delegación gremial. Tener en claro cuáles son las condiciones que tiene que tener la comunidad para trabajar, y el hecho fundamental de reconocernos como trabajadores que es la primera barrera que hay que romper.
Eugenia: Todos los equipos de trabajo y colectivos que se organizaron a partir de la Ley Nacional de Danza están en sus localidades generando la instancia sindical en distintos niveles, hay un acuerdo general de ir para ese lado. Después también hay particularidades, porque no en todos lados hay instancias laborales claras, hay lugares donde no hay compañías oficiales, o no se hacen audiciones, se tiende a concentrar el trabajo de danza en la docencia, por ejemplo. O la precarización total, donde no es que no existe el trabajo sino que no hay contratos, y muchas veces ni siquiera cobran por su trabajo. También hay otras realidades, como por ejemplo el festival de la Vendimia, donde hay precarización en instancias de trabajo concretas. Es decir, son territorios con distintas realidades. Dentro de esta diversidad hay una instancia protosindical que, por ejemplo en Rosario tiene una entidad mayor porque se conformaron de hecho como filial Rosario. Todos los equipos de trabajo que se movilizaron por la ley de danza, que entendieron que era necesario organizarse, están en esta instancia, con distintos niveles. Organizarse en la comunidad de la danza implica un largo camino.
AATDa nace de la necesidad de una organización sindical específica de trabajadores de la danza, ya que hasta ahora los bailarines han sido siempre cobijados por el sindicato de Actores o de Variedades. ¿Cómo es la situación actual del sindicato?
Eugenia: Al día de hoy, el trámite de la personería gremial -en principio la simple inscripción- se encuentra parado en el Ministerio de Trabajo desde hace dos años, lo cual es una situación anticonstitucional, porque a cualquier colectivo de trabajadores que se presente con sus afiliados como corresponde le tienen que dar la simple inscripción. En este momento, desde que se presentó en 2015 ese trámite duerme en el Ministerio de Trabajo. Es una situación grave, el sindicato está funcionando de hecho. Iniciamos por vía judicial una interpelación al Ministerio para que otorgue la simple inscripción.
Las próximas actividades que están organizando desde AATDa son las charlas sobre tabulación salarial, abiertas a toda la comunidad de la danza. Serán encuentros de debate para pensar y discutir cuánto debería ganar un bailarín por su trabajo, un docente por hora, para poner en pie un nomenclador de la actividad de la danza. Los encuentros se realizarán en el Galpón FACE durante el mes de julio.