Desde este lunes el arancel sobre las importaciones pasó del 17,5 % al 7,5 %, volviendo al nivel del año pasado. Las cifras muestran que por el momento los empresarios decidieron bajar la producción más del 20 % y realizar decenas de miles de despidos. En su discurso por el Día de la Industria Milei citó a Menem, que favoreció el cierre y la extranjerización de la industria nacional, para decirle a los empresarios que deberán "aprender a andar en bicicleta sin rueditas". No hay señales de crecimiento, más bien todo lo contrario.
Matías Hof @HofMatias
Lunes 2 de septiembre 23:13
Con la mira puesta en aumentar la recaudación del Estado y favorecer la acumulación de dólares en el Banco Central, el ministro de Economía Luis Caputo había aumentado el impuesto PAIS que afecta al conjunto de la importaciones del 7,5 % al 17,5 %. Este lunes el Gobierno volvió a ubicarlo en su nivel anterior y Javier Milei les prometió a los empresarios eliminar el impuesto para diciembre. Si bien esta medida baja los costos de la industria que depende de insumos importados, el sector viene tan golpeado por el ajuste y el plan económico que es difícil encontrar indicios de una recuperación.
En su discurso en la Unión Industrial Argentina (UIA) de este lunes, Javier Milei se definió como un "aliado" del sector privado y les prometió un "boom industrial genuino", haciendo recordar a la ilusión de Mauricio Macri con una lluvia de inversiones que nunca llegó. Hasta el momento el Gobierno viene destruyendo la capacidad productiva del sector como consecuencia del derrumbe del consumo, por el hundimiento de los salarios.
Las cifras marcan un deterioro para la industria solamente comparable con las peores crisis de la historia del país. En junio de 2024, la utilización de la capacidad instalada en la industria se ubicó en 54,5 %, nivel inferior al del mismo mes de 2023, que fue de 68,6 %. El índice de producción registró en junio una caída de 20,1% comparándola con un año atrás. Los empresarios ya comenzaron a aprovechar la situación para realizar despidos y amenazan con multiplicarlos. Un informe realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) indicó que entre noviembre de 2023 y junio de 2024 se perdieron 34.000 puestos de trabajo en la industria.
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El Presidente acompañando esta decisión de los capitalistas les dijo que considera al costo laboral como un monstruo y agregó: “no hay empresa que pueda competir en el mundo con estos costos laborales, que se desprenden de regulaciones vetustas que supuestamente pretenden proteger a los trabajadores pero lo único que hacen es destruir el trabajo”. Un argumento desmentido por la realidad infinidad de veces, sin ir más lejos el sector con mayor cantidad de despidos bajo la gestión Milei es el de la construcción que cuenta con la menor cantidad de “regulaciones”.
En el hundimiento provocado por la política neoliberal, las pérdidas no son para todos, incluso grandes empresas multiplicaron sus ganancias pese a la caída de las ventas. Como el caso de la Serenísima que ganó más de $ 56.000 millones en el primer semestre de 2024, mientras la pobreza alcanza a 7 de cada 10 niños y niñas en Argentina y cae el consumo de leche.
En la UIA, Milei también argumentó que las industrias argentinas en los últimos años "se volvieron cada vez dependientes del Estado" y que ese proceso comenzó a mediados del siglo pasado cuando "se decidió que todo se tenía que producir acá", pero que para "proteger a la industria, se le robó al campo". El Presidente fue directo: "Somos pocos y nos conocemos bien, muchachos, han disfrutado del beneplácito que el conjunto de los argentinos les dio en subsidios, exenciones y aranceles a la competencia. Tuvieron décadas de cazar en el zoológico”. Una exageración típica de los liberales en países dependientes, no hay ningún caso en el mundo de un conglomerado industrial que haya logrado emerger sin medidas proteccionistas.
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El Gobierno ya viene aplicando medidas en ese sentido mediante la eliminación o baja de aranceles a la importaciones. Están vigentes la reducción de aranceles de importación para productos de línea blanca como heladeras y lavarropas (del 35% al 20%), a los que se le suman los neumáticos (35% a 16%) e insumos plásticos (12,6% a 6%).
Continuando en esa línea el Presidente citó Carlos Menem y señaló que el cambio económico que impulsa les implicará a los industriales "aprender a andar en bicicleta sin rueditas". Bajó su gestión, entre 1989 y 1999, la producción industrial pasó de representar el 42 % del PBI al 26 % (según los datos del Banco Mundial).
Para evitar que se dispare al desocupación, el reparto de las horas de trabajo es la medida más efectiva. Si en las 12.000 principales empresas del país, que ganaron millones, se puede implementara la disminución de la jornada laboral a 6 horas sin reducción salarial, repartiendo las horas de trabajo liberadas y con un salario mínimo que cubra la canasta familiar actualizado mes a mes según la inflación, se crearían 1 millón de puestos de trabajo. Pero un país con una industria débil es difícil que pueda salir del atraso y la dependencia y sólo bajando los impuestos es imposible revertir esa condición. Por esto es necesaria una planificación racional del conjunto de la economía que permita orientar los recursos producidos en el país en función de un avance tecnológico que permita cambiar las condiciones de vida de las grandes mayorías.
