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Red Internacional
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Derecho a la vivienda. Bariloche: “La Policía no nos deja entrar ni leña para calentarnos”

Las familias de la toma 3 de Mayo se encuentran abandonadas y literalmente sitiadas por un fallo de la justicia. Reclaman respuestas y soluciones urgentes.

Viernes 9 de octubre de 2020 01:27

Los ocupantes están en el predio desde septiembre. Y desde los primeros días vienen sufriendo el hostigamiento policial y las duras condiciones climáticas. El lunes pasado, se manifestaron en el centro de la ciudad, al no recibir respuesta por parte de la justicia. Nos acercamos para conocer como comenzaron con la toma, en qué situación se encuentran, y que solución esperan para un problema que cada día afecta a más familias trabajadoras.

“Estamos acá desde el sábado 19 de septiembre. Al principio éramos cuatro familias y después se fueron sumando más. Hoy hay unas 30 familias en toda la toma. El lunes siguiente la policía empezó a molestarnos y a amenazarnos con que nos que nos iban a desalojar. Después de la audiencia del viernes, recién dejaron de perseguirnos, pero no de vigilarnos.”

El miércoles 30, el Juez Ricardo Calcagno y el defensor, Marcos Cicciarello, acordaron darles a las familias un plazo hasta febrero para irse del predio, pero con la condición de que no construyan en el lugar.

“Ese día volvimos más tranquilas, pero en seguida que empezamos a traer leña, la policía de vuelta empezó a amenazarnos y no nos dejó pasar lo que habíamos traído para calentarnos. Ahí empezamos a querer comunicarnos con el defensor, pero no nos atendió en ningún momento. Encima ese día nevó. Imagínate pasar una nevada con las criaturas debajo de un nylon y con la policía amenazándote. Nos dijeron que nos dejan quedarnos, pero sin poder conectar el agua, sin luz. Tenemos que esperar, en estas condiciones, a que la justicia resuelva que va a pasar con nosotros. Ahí fue que decidimos bajar al Cívico a manifestarnos. Necesitamos que nos escuchen, pero sino salís a la calle a quemar gomas, parece que para el gobierno no existís”.

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El lunes 5 de octubre, los vecinos hicieron oír su reclamo con una concentración en el Centro Cívico, donde los recibió el director del “Instituto de Tierra y Vivienda” municipal, Javier Giménez.

“Nos dijo que, si nos íbamos, se iba a comunicar con nosotros antes del viernes 9. Que le diéramos unos días para ver que se podía hacer, pero ya nos adelantó que siendo un problema entre privados el municipio no tiene potestad para intervenir”.
El “problema entre privados” fue una apropiación fraudulenta por parte de los dueños de la empresa 3 de mayo, que le “compró” esos lotes a la familia de quienes ahora los están habitando. Un caso muy parecido a la “compra” de lotes por la que hoy pesa un pedido de desalojo sobre la comunidad Buenuleo.

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“En la letra chica del boleto, nuestra familia le cede la mayoría de los lotes a la empresa. Gente mayor, que no sabía leer, firmaron confiados y sin un asesoramiento. En ese acuerdo, la empresa se comprometió a que en dos años, iban a agrimensar el predio, subdividirlo y alambrarlo. Ya pasaron 10 años y no hicieron nada. Todo eso está abandonado. Dicen que nosotros llegamos, cortamos el cerco y corrimos al cuidador. Nada de eso es cierto, nunca hubo una persona que cuidara el lugar ni estuvo alambrado. Ahora que empezamos a ocupar y limpiar, aparecen estos supuestos dueños”

Los lotes, se encuentran en proceso judicial, con Caratula Book Bernardo Carlos Federico C/Maliqueo María Elena y otros s/usurpación, con la actuación de los fiscales Tomás Soto y Gerardo Miranda de la Unidad Temática Fiscal 2

“Nosotras pensamos resistir acá todo lo que podamos. Más allá de lo que diga la supuesta justicia, que sabemos que es para los ricos, estas tierras estaban desocupadas. Hay una necesidad muy grande y todas las familias deberían tener una casa. Por eso cada una de nosotros ocupó un solo lote. Acá ya no es un tema de ser parte de la familia o no. Muchas de las personas que vinieron no son de la familia y les dejamos que se queden. Y aunque podríamos reclamar todos los lotes, nos parecería injusto. Como nos parece injusto que nos quieran sacar a nosotras, que también lo necesitamos.”