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Red Internacional
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Cine. Belfast, la mirada infantil de la vida

Kenneth Branagh nos regala este relato autobiográfico, enmarcado en medio del conflicto norirlandés y su descubrimiento de la vida.

Martes 25 de enero de 2022 13:06

1969. El hombre llega a la luna. The Beatles lanzan su último disco y dan su último concierto. Se produce la revuelta de Stonewall. Se da inicio al Festival de Woodstock. Acontece el Cordobazo. La policía asesina a Fred Hampton. Se estrena Tommy de The Who. Estudiantes toman la Universidad de Harvard en protesta por la Guerra con Vietnam. Elvis Presley vuelve a los escenarios. Pelé marca su gol 1000. Termina Star Trek, la serie original. Terminan los sesentas. Es en este año tan convulso para el mundo donde Kenneth Branagh decide comenzar a narrar su última película como director, también es el año en el que se puede decir que inicia "The Troubles", un conflicto armado en su Irlanda del Norte natal que durará por 30 años.

A través de la mirada de su alter ego Buddy (Jude Hill), nos narra su historia familiar, con un padre que tiene que viajar constantemente por su trabajo, viviendo con su madre y su hermano, su paso por la escuela, las grandes reuniones familiares, su "primer amor", y las enseñanzas de su abuelo (magníficamente interpretado por el gran Ciarán Hinds) y de su abuela (Judi Dench). Toda su historia atravesada por los primeros tumultos producidos durante la época de "The Troubles", con bombas molotov, barricadas y saqueos a su alrededor. Con la aparición del Ejército Inglés, que trataba de "mantener el orden" pero, al contrario, mostrando una figura autoritaria que se asentó en su barrio.

La época de "The Troubles" es un conflicto marcado por el nacionalismo y la lucha interétnica, entre cristianos y protestantes, pero que esconde en esa concepción los graves problemas económicos que sufría Irlanda del Norte en ese momento (incluso se nombra en la película que hay "récord de desempleados"). Muestra la división política que hay, por un lado todos los partidos políticos impulsando políticas neoliberales que aseguraban una economía de bajos salarios y debilitamiento del sindicalismo, y por el otro la clase trabajadora que es la que sufre las consecuencias de las crisis económicas y políticas.

Pero volviendo a la película, todo este conflicto es mostrado desde la visión de Buddy, como al inicio cuando el "escudo" que utilizaba para jugar le sirve a su madre y a él para defenderse de las piedras que comienzan a caer cuando se inicia el tumulto, o cuando se une a la "banda" de Moira y lo lleva a saquear un supermercado "católico", o cuando escucha a su padre y su madre discutiendo por su situación económica, incluso el final se "transforma" en algo lúdico. Esta mirada trata también de "bajar a tierra" un poco el conflicto, mostrando sus contradicciones: las amenazas que recibe su padre por no unirse a un bando o Buddy preguntándole a su padre "qué hacer si le preguntan si es católico o protestante", o cuando le cuenta, sobre el final, a su padre que Catherine (su "primer amor") es católica.

Toda la historia narrada en blanco y negro, tan bien usado para mostrar esa nostalgia, esa añoranza del pasado. Pero quiénes se roban todos los aplausos son el abuelo y la abuela que con sus ocurrencias, sus frases, sus respuestas, el baile, vuelven más amigables todo el relato (incluso con el golpe del final, sigue siendo "amigable" la figura de ambos). Y también atravesando la historia está la televisión y el cine, mostrando a Buddy mirando la televisión (y otro guiño para los trekkies) o a la familia yendo al cine (con el momento glorioso del auto volador viendo Chitty Chitty Bang Bang) que muestra además el amor que ya tenía Kenneth por el cine (además del guiño que le hace a Thor).

En fin, toda una película que es una oda al cine y a su "pueblo" natal, pero también una oda a la clase obrera, que somos quienes tenemos que migrar para buscar una mejor vida, que somos quienes tenemos que sufrir los estragos en la salud que nos dejan los trabajos, que somos quienes sufrimos los peores embates de las crisis y conflictos, que, al fin y al cabo, somos quienes movemos el mundo. Una película tan necesaria para ver, y a la vez entretenida, una de las mejores que nos dejó el 2021.