A poco menos de dos meses de que se susciten los comicios electorales en Estados Unidos, Bernie Sanders, quien hoy cumple 79 años, reafirmó su apoyo al candidato demócrata y exvicepresidente Joe Biden.
Óscar Fernández @OscarFdz94
Martes 8 de septiembre de 2020
A pesar de haber pasado a la irrelevancia política severamente luego del reavivamiento del movimiento #BlackLivesMatter, el senador de Vermont, Bernie Sanders, ha continuado apareciendo en espacios políticos enfatizando su apoyo al exvicepresidente de Obama y actual candidato del Partido Demócrata, Joe Biden.
El pasado sábado, Sanders hizo un discurso virtual a propósito del llamado "día del trabajo" en Estados Unidos, el cual el imperialismo ha enfatizado por hacerlo un desfile conmemorativo en septiembre para quitarle el filo revolucionario al Primero de Mayo. En ese sentido, el político de Vermont hizo comentarios enfatizando la crisis sanitaria en Estados Unidos, la cual lleva más de 150 mil muertos producto de la pandemia de COVID-19.
Honramos a quienes ponen su vida en la línea para protegernos. Deberíamos compensarlos adecuadamente también.
Esas fueron sus palabras para referirse a los trabajadores del sector salud, así como enfatizar la importancia del salario de emergencia que la administración de Trump tuvo que aprobar para enforzar la cuarentena en el gigante del norte. "Los obreros han enfrentado una fuere crisis económica antes de la pandemia. Una crisis que ha estado sucediendo por muchas décadas", agregó.
"Cuando tres personas tienen más riqueza que la mitad de la población, cuando el 1% posee más que el 92%, y cuando 45% de todo el ingreso va al 1% en la cima, debemos entender qué políticas económicas se han creado para que, en los últimos 30 años, el 1% más rico haya visto un incremento de 22 billones de dólares mientras la mitad de la población ha visto reducida su riqueza. [...] Debemos saber por qué la mayoría de los trabajos nuevos creados hoy son de bajos salarios, con pocas habilidades y de tiempo parcial. [...] Somos el país más rico en la historia del mundo, pero 40% de los trabajadores no tienen ahorros para jubilarse".
El "socialismo" de Sanders
La presencia de Sanders y su discurso en el llamado "día del trabajo" de Estados Unidos es una operación más para aparentar estar del lado de los trabajadores y mostrar la cara "progre" del Partido Demócrata. Esto le da continuidad al perfil de "socialista" que ha venido armando desde su irrupción en 2016 y que contó con el respaldo de varias organizaciones como los DSA (Socialistas Democráticos de América) y Socialist Alternative (organización que encabeza la concejala de Seattle Kshama Sawant).
Pero lejos de lo que sostienen varios grupos de derecha queriendo instigar el pánico en aquellos no tan bien versados en política estadounidense, el Partido Demócrata no es realmente un partido de izquierda. Su programa es de defensa irrestricta al capitalismo imperialista, sólo que con una máscara más "racional" y calculada, otorgando ciertas concesiones y prebendas a los sectores vulnerables como los migrantes, las mujeres, la comunidad LGBTIQ+, etc.
El Partido Demócrata surgió luego de la Guerra Civil Estadounidense de 1861-64, en la cual las tropas del sur, agrupadas en los Estados Confederados, se enfrentaron contra el gobierno federal (la llamada "Unión") por el mantenimiento de la esclavitud en sus plantíos de algodón y tabaco. Tras la derrota de éstos, sus veteranos, frustrados de tener que liberar a sus esclavos, comenzaron a agruparse políticamente y formaron el Partido Demócrata, a la vez que éste estaba conformado por integrantes del Ku Klux Klan.
Pero no fue sino a partir de la década del 30 que el Partido Demócrata comenzó a tener un perfil más amigable hacia los sectores oprimidos. Comenzando con la administración de Franklin D. Roosevelt y su "New Deal" (que posteriormente fue el "War Deal" durante la Segunda Guerra Mundial y derivó en el "Fair Deal" de la posguerra con Harry Truman), el Partido Demócrata poco a poco tenía un discurso que aparentaba ser favorable hacia los trabajadores.
Cuando vino la unificación de las centrales sindicales estadounidenses —la Federación Estadounidense del Trabajo (AFL, más vertical y patriota) y el Congreso de Organizaciones Industriales (CIO, más combativo y con miembros de izquierda y negros)— en los años 50, los burócratas sindicales daban su apoyo a los políticos del Partido Demócrata. Finalmente, en la década de los 60 y con el movimiento de los derechos civiles encabezado por Martin Luther King Jr. y Malcolm X, los demócratas cambiaron por completo su matiz conservador y se volvieron los paladines de las minorías, el voto latino, a la vez que los republicanos se volvieron los defensores del American Way of Life y de los valores tradicionales cristianos.
Este estilo de gobierno de otorgar prebendas y políticas de concesiones a los sectores oprimidos de la sociedad estadounidense, junto con una política de intervención estatal, es a lo que apunta Bernie Sanders, a pesar de que él insiste en llamarlo socialismo; asimismo, su agenda política ha sido sistemáticamente favorable hacia el Partido Demócrata en términos de política internacional (a favor de Israel o intervenciones extranjeras). Lo que queremos decir es que se trata de un método de cooptación de aquellos hartos del sistema y su bipartidismo tan rígido; Sanders lo que pretende es encauzar a esos sectores que hoy están en las calles diciendo "las vidas negras importan" y regresarlos al Partido Demócrata, que se ha ganado (y con razón) el mote de "el cementerio de los movimientos sociales".
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Dicha maniobra ya la hizo en 2016 cuando perdió en la interna demócrata e insistió en que sus seguidores apoyaran a Hillary Clinton, candidata del lobby "halcón" pro-intervencionista. Hoy, nuevamente intenta hacerlo pidiendo que sus simpatizantes voten por Joe Biden, cuyo historial no se diferencia mucho del de Trump.
Por ello en su discurso del pasado sábado dijo que "nuestra agenda como progresistas es la agenda de la clase obrera estadounidense. Es la agenda que tiene el valor de enfrentar al 1% y los poderosos intereses especiales que tienen mucho poder sobre la vida política y económica del país. Es una agenda que exige que terminemos con la crisis creciente de oligarquía, de desigualdad de ingresos y riqueza y de un sistema corrupto donde los millonarios compran las elecciones".
Así, Sanders tácitamente refuerza lo que ha dicho los últimos días sobre la posibilidad de que Trump no acepte el resultado de la elección en caso de ganar Biden o de que ésta tenga un fuerte matiz fraudulento en caso de que Trump se reelija —algo bastante curioso si tomamos en cuenta que, gracias al sistema de colegios electorales, Trump resultó victorioso en 2016 a pesar de no haber tenido la mayoría de votos en términos de sufragio universal. Sin embargo, para miles ha quedado claro que ni el Partido Demócrata ni el Partido Republicano son una verdadera opción para los trabajadores, jóvenes y negros en el gigante imperialista.
Por el contrario, muchos se dan cuenta de que es importante construir un tercer partido, revolucionario y de los trabajadores, que realmente rompa con el control que los demócratas han impuesto sobre el movimiento de masas estadounidense. Hacia esa perspectiva es que luchan los compañeros que en Estados Unidos impulsan Left Voice, sección en inglés de la red internacional de diarios La Izquierda Diario y que han sido partícipes de las protestas de #BlackLivesMatter junto con miles de activistas independientes.
Óscar Fernández
Politólogo - Universidad Iberoamericana