El jueves de la semana pasada se dieron a conocer los informes de los análisis complementarios que confirman la presencia de varios golpes en el cuerpo de Carlos.
Lunes 11 de enero de 2021 19:49
Salvador Vera, abogado de la querella explica que recibieron informes de análisis complementarios de autopsias, en relación a analisis de laboratorio bioquímicos, clínicos y de anatomopatología, de los cuales los más relevantes son estos últimos debido a “que son los que establecieron y confirmaron la situación de que el cuerpo de Carlos poseía golpes en distintas partes del cuerpo, digamos fue golpeado en la zona de piernas, del tórax en ambos lados, de frente, en el cuello, la cara, en la zona lumbar. Y además informan en relación a la situación de los pulmones, el análisis determina que hay una situación de ahorcamiento antebraquial.” Esto, presenta un avance importante, debido a que, según Vera, “si el análisis de diatomea determina que, o resulta negativo en cuanto a la existencia de algas en médula estaríamos en la situación de que ese ahorcamiento podría haber sido o sería la causa de muerte.”
Esto, pasaría a reafirmar lo que se estimaba en función de lo que informó con anterioridad la perito de la querella, es decir, siguiendo la hipótesis de que los pulmones estaban secos, lo que además confirma más la teoría de la familia y la querella.
También, se dierona conocer los informes, en relación a la existencia de alcohol o drogas en el cuerpo de la víctima, los cuales son importantes debido a que la hipótesis sostenida por los policías y el personal de seguridad era que Orellano, al momento de la muerte, se encontraba muy ebrio o posiblemente drogado, sin embargo, Vera informa que “los análisis confirmaron que no había en su cuerpo restos de drogas, la existencia de alcohol en sangre era mínima, era de 0.2% cuando el mínimo para manejar es 0.5% Orellano se encontraba bien y esto demuestra que todos los agentes de seguridad y policial mintieron sobre esta cuestión.”
Finalmente, Salvador Vera agrega “entendemos que a partir de esta situación, de confirmarse los relatos de los testigos de que la víctima fue agredida, pone al fiscal en la situación de tener que considerar en breve las imputaciones policiales y avanzar en las imputaciones respecto a los agentes de seguridad.”
Una vez más, como pasó con Pichón Escobar, como sucedió con Franco Casco, las familias denuncian las irregularidades en la investigación, que se ponen palos en la rueda para llegar a la verdad y casualmente cuando el modus operandi se repite: patovicas y policías implicados en la muerte de un joven trabajador. Como lo demuestran la familia de Bocacha, sus amigos y organizaciones de Derechos Humanos hay que seguir ganando la calle para tener justicia.