En el marco del juicio contra una veintena de genocidas que se está realizando en La Plata, testigos y víctimas de la última dictadura cívico militar realizaron la inspección ocular en la dependencia policial ubicada en La Matanza.
Miércoles 16 de octubre de 2019
Norberto Liwski, Amalia Marrón y Adriana Martín. Ellos fueron algunos de los sobrevivientes del excentro clandestino de detención que funcionó en la Brigada de San Justo, lugar al que este miércoles volvieron para dejar asentado el horror y así poder presenciar la inspección ocular en el lugar de los hechos.
La diligencia judicial se dio en el marco del juicio oral y público que el Tribunal Oral Federal N°1 de La Plata está llevando a cabo un grupo de genocidas que actuaron en esa dependencia durante la última dictadura cívico militar eclesiástica.
Las víctimas y testigos se acercaron donde actualmente funciona la DDI de La Matanza de la Policía de la provincia de Buenos Aires y allí identificaron el lugar y describieron las condiciones en las que fueron retenidos y torturados durante varios días.
Pudieron además reconocer parte de la infraestructura del lugar, a pesar de haber recibido varias modificaciones con el transcurso de los años.
De esta manera lograron señalar con claridad el portón por el que ingresaban los vehículos que llevaban a las secuestradas y los secuestrados, la sala de torturas que contaba con una camilla, la zona en la que se encontraban los “buzones” (pequeñas celdas) y el lugar donde propiamente se encontraban las celdas, que alojaban en grupos a los detenidos desaparecidos.
En la parte de arriba de esos calabozos, también pudieron determinar el área en las que se encontraban las oficinas. En esos lugares era donde se realizaban algunos interrogatorios y a las personas secuestradas antes de trasladarlas o liberarlas. Allí también se llevaba a las mujeres secuestradas para realizar tareas de limpieza.
La Brigada de San Justo fue un importante centro clandestino de detención y torturas y formó parte del denominado “Circuito Camps”, una red de más de treinta centros clandestinos del conurbano bonaerense y dependía de la Jefatura de Policía y del Primer Cuerpo de Ejército, ambos bajo el mando de los exgenerales Ramón J. Camps en primera instancia y luego de Ovidio Pablo Riccheri.
Entre marzo de 1976 y agosto de 1978 pasaron por ese centro clandestino 101 personas identificadas con nombre y apellido y otras nueve individualizadas sólo con nombre de pila o apodo. De esa lista, en el juicio que se está desarrollando actualmente en el TOF 1 de La Plata se juzgan delitos de lesa humanidad solo por 84 víctimas, de las cuales 31 continúan desaparecidas.
Las audiencias se reanudarán el próximo 30 de octubre a las 10 en la sede del tribunal ubicada en calle 8 entre 50 y 51 de la capital bonaerense. Es necesario para presenciarlas ser mayor de edad y concurrir con DNI.
Desde el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH), como parte querellante, denunciamos que la DDI de La Matanza sigue funcionando como si nada hubiera ocurrido cuando allí funcionó durante la dictadura y los años previos al golpe un centro clandestino de detención.
Por allí pasaron cientos de jóvenes, estudiantes y trabajadores, y fueron sometidos a los peores tormentos como parte del plan genocida. Por eso junto a los familiares y sobrevivientes exigimos la desafectación de la Brigada y el castigo a todos los responsables.