El pasado viernes, el Pentágono aprobó el uso de su base del Campo Roberts en el condado de Monterey en California para detener a más de 18 mil niños migrantes.
Óscar Fernández @OscarFdz94
Lunes 5 de abril de 2021 19:00
El pasado viernes, el gobierno del demócrata "Jim Crow" Joe Biden confirmó por parte de una fuente militar que el Pentágono, el cuartel general del Departamento de la Defensa, aprobó el uso de su base militar, el Campo Roberts en Monterrey, California, para alojar "temporalmente" a niños migrantes.
Esto se debe a la gran cantidad de menores migrantes no acompañados que el gobierno de Biden mantiene enjaulados. Son 5,000 menores en manos de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) y otros 13,204 en manos del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
Según el HHS, Camp Roberts estaría "bajo activa consideración" para su uso de campo de concentración de menores. Tan sólo en el mes de febrero se lograron llevar a 9,000 menores para ponerlos a disposición del HHS.
Ya el pasado lunes 22 de marzo, a través del congresista demócrata Henry Cuéllar, se lograron filtrar varias fotografías que muestran a decenas de menores hacinados en los "albergues" de Tejas.
Con esto, Joe Biden (cuyo apodo en la izquierda de "Jim Crow Joe", en referencia a las leyes de segregación racial que activistas como Martin Luther King Jr. y Malcolm X cuestionaron en los años 60, es apto) muestra no sólo la continuidad entre su administración y la de Donald Trump, sino también la de Obama. El expresidente, alabado por ser el primer negro en ocupar el máximo cargo ejecutivo en ese país, se ganó el mote del "deportador en jefe" por su alta cantidad de migrantes deportados.
Asimismo, no hay que olvidar que su política migratoria le generó el primer escándalo de menores encarcelados, motivo por el cual, ya en 2014, en medio de la crisis de Ayotzinapa, el gobierno de Obama le impuso al de Peña Nieto la creación del Plan Frontera Sur para que fuera México el que pagara los platos rotos de las caravanas migrantes. Las primeras caravanas justamente surgieron ese año viniendo desde Centroamérica y con el gobierno lidiando con las protestas masivas en las calles exigiendo la aparición con vida de los 43.
Esto muestra la total falsedad de las promesas del Partido Demócrata, que se pinta de "progresista" para fingir preocupación por los menores migrantes, que denunciaba con fuerza esa política con Trump, pero que cuando son ellos los que mandan y hacen lo mismo no dicen nada. Su carácter racista, anti-inmigrante e imperialista es la razón por la cual utilizan ya los recursos militares para hacer frente a una crisis humanitaria, encerrando a cientos de personas como su fueran animales.
Por eso la solidaridad debe forjarse a ambos lados de la frontera y a ambos lados de los ríos Bravo y Suchiate, sin tener esperanzas en el gobierno de Biden y sus socios menores, ya sea López Obrador o los gobiernos del "Triángulo Norte" de Centroamérica (Guatemala, Honduras y Nicaragua), todos con el común denominador de actuar de manera subordinada a los designios de la Casa Blanca.
Por el contrario, la salida está en manos de los trabajadores y las voces solidarias que pusieron por delante darles alojo a los migrantes y dotarlos de víveres en su viaje. También la comunidad migrante tiene fuertes aliados en la comunidad afroamericana que busca su sindicalización y que tejió lazos en las minorías raciales contra la brutalidad policial y sus socios del odiado ICE. Es esa organización independiente la que puede frenar esta postura inhumana y barrer a estos gobiernos que tratan a quienes abandonan su hogar en busca de un mejor futuro como si fueran animales.
¡Abajo las fronteras!
¡Migrar es un derecho, no un delito!
Óscar Fernández
Politólogo - Universidad Iberoamericana