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Red Internacional
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Cultura y debate. Cancelaron Dragon Ball Súper y hay polémica en las redes

El Ministerio de las Mujeres de Provincia de Buenos Aires planteó que un capítulo presenta "ejercicio de violencia sexual". El canal Cartoon Network decidió no emitir más la serie. Debate en las redes sociales.

Martes 31 de agosto de 2021 13:37

El canal Cartoon Network, que emitía la serie Dragon Ball Súper, decidió levantarla de su grilla luego de que el Ministerio de las Mujeres de la Provincia de Buenos Aires planteara que un capítulo presentaba "ejercicio de violencia sexual por parte de un mayor hacia una menor" y que en el mismo se "naturalizaba la vulneración de una niña".

La cartera del Gobierno de Axel Kicillof realizó la presentación ante la Defensoría del Público de la Nación. El comunicado en el que se hizo pública la decisión indica, además, que “la Dirección de Análisis, Investigación y Monitoreo de este organismo analizó el capítulo objetado. El análisis identificó que contiene una escena de abuso y sometimiento por parte de un varón adulto mayor hacia una adolescente que resulta sumamente inconveniente en relación con la problemática del abuso sexual en la niñez y adolescencia, ya que naturaliza el abuso al volverlo parte del intercambio entre los personajes”.

La escena es altamente cuestionable en el marco de que se trata de una serie emitida en un canal para niñes y en un horario que no se corresponde con el horario de protección al menor. Contenía, de hecho, una situación en la que el Maestro Roshi le pedía a uno de sus alumnos -que tiene poderes para transformarse en cualquier persona- que se convierta en una "hermosa jovencita" a la que termina acosando de manera violenta.

Polémica y debate en las redes

La decisión de levantar la serie y el pedido realizado por la cartera bonaerense despertaron polémica en las redes sociales. En algunos sectores lo ocurrido se interpretó como parte de la llamada cultura de la cancelación, aunque la decisión de levantar la serie corrió por cuenta del mismo canal.

Las principales críticas vinieron desde el lado de la incomprensión acerca de la serie y sus personajes. En la serie original de Dragon Ball que se comenzó a emitir en Japón en 1986, el Maestro Roshi -el personaje polémico en cuestión- es más que controversial y los hechos de acoso en los que en algunos capítulos incurre son cuestionados y muchas veces incluso sancionados. La escena en cuestión que pertenece Dragon Ball Super, una continuación de la serie que se empezó a transmitir en 2015, expone un contenido más que cuestionable.

Como casi toda producción cultural, Dragon Ball no escapa a las ideas reaccionarias y machista que recorren una sociedad dominada por el patriarcado. Personas y escenas encuentra allí su explicación última. Sin embargo, atendiendo al debate abierto, es preciso señalar que el objetivo de la serie no es reflejar algún tipo de debate social. La disociación entre lo que ocurre en los múltiples y diversos capítulos y la vida cotidiana es casi absoluta.

Saliendo de este hecho puntual, es preciso señalar que el paradigma que impulsa la cultura de la cancelación termina empujando -en muchas ocasiones- a la censura en función de considerar que quienes receptan una producción cultural lo hacen de manera lineal y acrítica.

Precisamente la reacción en las redes tiene que ver con esta cuestión. La cancelación de la serie empuja al sentido común de que el feminismo censuran. Es decir, alimenta el discurso político de la derecha rabiosamente anti-derechos que se encolumna entre libertarios, liberales y otras yerbas.

La violencia de género cruza la realidad cotidiana de les niñes de todos los estratos sociales, con las particularidades de cada caso. Los femicidios y su persistencia son la expresión más cruda de esa violencia que es consustancial al patriarcado. Una violencia que solo puede ser abolida en una sociedad que no esté estructuralmente definida por relaciones de explotación y opresión como es el capitalismo.

Mientras tanto, son necesarias políticas públicas que garanticen poner un límite a este brutal flagelo. En este terreno tanto el ministerio bonaerense como su par nacional son fuertemente cuestionados por las limitaciones de sus políticas. Lejos de disminuir los femicidios se mantienen en niveles alarmantemente altos.

Al mismo tiempo, la Educación Sexual Integral (ESI) está lejos de una implementación plena, producto de la presión de las diversas iglesias y del bajo nivel de asignación presupuestaria que tiene dentro del esquema oficial. Si la misma estuviera muchísimo más extendida colaboraría a una mirada más integral por parte de les niñes a la hora de interpretar los contenidos culturales que consumen.

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Redacción

Redacción central La Izquierda Diario