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Red Internacional
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Tribuna obrera. Carta Pública: Por mi reincorporación, por no más despidos y la defensa de la organización sindical desde las bases

A continuación comparto una carta que hice pública hace unos días, la intención de esto es luchar por recuperar mi puesto de trabajo y defender nuestros organismos sindicales, sobre todo ahora que incluso hay un fallo a mi favor que reconoce que hubo práctica antisindical por parte de Metro, ya que me despidieron siendo miembro electo del comité de ética del sindicato 2 y en el marco de organizar a los compañeros y compañeras de mi línea para buscar mejor condiciones laborales que la automatización de funciones vino a perjudicar.

Jueves 27 de julio de 2023

A continuación comparto una carta que hice pública hace unos días, la intención de esto es luchar por recuperar mi puesto de trabajo y defender nuestros organismos sindicales, sobre todo ahora que incluso hay un fallo a mi favor que reconoce que hubo práctica antisindical por parte de Metro, ya que me despidieron siendo miembro electo del comité de ética y en el marco de organizar a los compañeros y compañeras de mi línea para buscar mejores condiciones laborales que la automatización de funciones vino a perjudicar. La compañía ante esto pidió la nulidad del fallo, por lo que no me puedo quedar de brazos cruzados, además esto no es solo por mi, es por defender el derecho al trabajo y a los organismos sindicales de Metro, ya que ante el despido de un delegado se atenta contra nuestro derecho a organizarnos y a la democracia interna de los propios sindicatos. Llamo a solidarizar con esta causa y a estar atentos a las próximas acciones que realizaremos para que puedan sumarse y apoyar.

A la gerencia de Metro, a los Sindicatos, a mis colegas, usuarios y a la comunidad en general:

Mi nombre es Cristian Astorga. Mi pareja y yo fuimos despedidos por organizarnos sindicalmente para mejorar las condiciones de trabajo en METRO SA. Allí desempeñamos el mismo cargo: “Agente de líneas automáticas” en las líneas 3 y 6 de Metro de Santiago. Por mi parte, formaba parte del Comité de Ética, como delegado electo de forma directa por medio de una asamblea.

A raíz de la flexibilización laboral, la ambigua descripción de cargos producto de la automatización, la sobrecarga laboral y la creciente violencia producida por la falta de previsión de Metro para responder al uso de espacios por el comercio ambulante, motivó a que se realizaran dos asambleas en las cuales se exigían las mejoras en las condiciones laborales.

En la primera instancia, se solicita a la administración aplicar mejoras en el problema a través de una carta, obteniendo una respuesta negativa a las demandas. En la segunda instancia, se solicita a la Federación de Sindicatos de Metro poder gestionar una reunión con la administración para así resolver la crisis interna que estábamos viviendo en el área de operaciones. La respuesta que obtuvimos fue pasiva y neutra a todas las demandas, e incluso cuestionaron las asambleas, siendo estas un derecho de las y los trabajadores.

Posteriormente comencé a recibir una serie de supuestas recomendaciones pero que en realidad terminaron siendo casi amenazas que apuntaban a querer frenar la lucha que estábamos comenzado, en las cuales se me decía por vías de jefaturas y dirigentes que “la empresa estaba enterada de lo que ocurría, y que tuviera cuidado ya qué podían tomar acciones en mi contra”.

Finalmente, violando los derechos fundamentales, la libertad sindical y atacando al conjunto del sindicato mediante mi despido (un delegado al comité de etica), dejando a una familia completa sin sustento económico, la empresa dió la orden de despido a mi pareja y a mí el mismo día y a la misma hora, aduciendo "Necesidades de la empresa” . Sin embargo, luego de esto, ningún otro trabajador fue despedido en nuestro mismo cargo, lo que demuestra que la empresa no tenía reales necesidades operacionales para despedirnos, al contrario, ha tenido grandes rendimientos económicos; lo que demuestra que se trató de un despidos premeditado en contra de la organización de trabajadores, un precedente muy grave que de mantenerse ataca directamente las conquistas sindicales.

A pesar de que hubo una cierta expectativa de mejora en la administración de metro luego de que Boric asumiera y pusiera a Guillermo Muñoz del Partido Socialista como presidente del directorio de la corporación, al poco andar quedó claro que venían a continuar y profundizar la línea administrativa neoliberal de la concertación y la derecha.

Sin ver otra alternativa en ese momento nos vimos en la obligación de demandar por la vía judicial al METRO de Santiago, por la nulidad del despido, la reincorporación y pagos correspondientes. Ante lo cual, el día 8 de julio del presente año Metro de Santiago es sentenciado por vulneración de derechos fundamentales y práctica antisindical. Al presente, la empresa ha pedido la nulidad de ese fallo, extendiéndose la demanda hasta la corte de apelaciones.

Es importante aclarar, que durante muchos meses hemos estado cesantes y la empresa aprovechándose de la necesidad de mi familia, quiso extorsionarnos con arreglos extrajudiciales, para que desistiéramos de esta demanda justa. Por su parte las dirigencias sindicales de la Federación de Metro y nuestro sindicato, no tuvieron ninguna comunicación para brindar apoyo. A pesar de eso, compañeros del sindicato del Metro de Colombia y mis ex compañeros y compañeras han estado a disposición.


Dicho esto:

A) Exijo que el Metro de Santiago me reincorpore a mis funciones junto a todos los trabajadores que hayan recibido represalias similares y lo deseen. Reconocida la vulneración de derecho en una instancia judicial, no hay más razón que un interés de atacar la organización sindical para que no se haga esto.

B) Hago un llamado a los dirigentes de los sindicatos de Metro en especial al sindicato 2 y del Sindiato Unificado a involucrarse en esta exigencia con difusión, convocando a asambleas de base, organizando fondos de lucha etc. Ahora fruto de la fusión de los sindicatos 1 y7 hay mas fuerza. Les insto a denunciar esta injusta situación y a ponerse a disposición de pelear la reincorporación con todos los medios que sean necesarios. A no dejar pasar ningún despido antisindical, ¡si tocan a un@ nos tocan a tod@s!

C) Por último hago un llamado fraterno a todos los y las trabajadoras de metro, contratados y subcontratados a unirse por nuestras justas demandas y solidarizar con esta causa. Defendamos nuestros puestos de trabajo y el derecho a organizarnos por la mejora de nuestras condiciones laborales.