Emilio Lozoya, exdirector de PEMEX, habría recibido dinero para conseguir una mansión en la colonia Lomas de Bezares a cambio de favores.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Martes 28 de julio de 2020
Foto: Cuartoscuro
Luego de su aprehensión y posterior custodia por el Estado mexicano como testigo protegido, el exdirector de PEMEX en la administración de Peña Nieto, Emilio Lozoya, compareció esta mañana ante un juez por medio de una audiencia virtual, resguardado por elementos del ejército mientras se encontraba en el Hospital Ángeles Pedregal luego de que la Fundación Alarcón, hospital en España, le diagnosticara anemia.
En su audiencia, Lozoya fue informado que se encuentra compareciendo en un proceso penal federal.
“En el momento de la exposición de datos de prueba demostraré que no soy responsable ni culpable de los delitos que se me imputan”, afirmó.
Entre las pruebas de la red de corrupción se encuentra que Lozoya recibió en 2012, mientras formaba parte del equipo de campaña de Peña Nieto, está el recibo de tres millones de dólares que transfirió desde junio a noviembre de ese año, desde la empresa Altos Hornos de México, a una cuenta a nombre de su hermana Susana. Con ese dinero, aseguran, también se compró el ya mencionado inmueble en la colonia Lomas de Bezares.
Asimismo, se le acusa de transferir 500 mil dólares desde una sucursal en Monclova, Coahuila, a una cuenta en Ginebra, Suiza.
Las acusaciones de lavado de dinero durante la campaña de Enrique Peña Nieto fueron denunciadas con fuerza desde el movimiento #YoSoy132, así como sectores de base y simpatizantes de López Obrador. En su momento, el actual presidente llegó a denunciar al jefe de campaña del mexiquense, Luis Videgaray, de lavado de dinero, acusación que no procedió y que ahora pone en el banquillo de los acusados a Lozoya.
Entre las acusaciones derivadas del caso Odebrecht, está que Lozoya habría aceptado dinero de la constructora brasileña para aprobar la reforma energética que permitiría el ingreso de compañías extranjeras en la participación de la extracción de recursos energéticos estratégicos del país.
"Usted, señor Emilio, adquirió pero no pagó [el inmueble] para ocultar el origen de los recursos [con los que fue conseguido]. Usted alentó una actividad ilícita, ya que sin verificar en julio de 2013, en sesión extraordinaria del Consejo de Adminstración de PEMEX, fue autorizada la compra de Agronitrogenados", acusó la FGR.
Se refieren a la compra de fertilizantes a sobreprecio y que le imputan, además, el delito de daño al erario.
Lo que deja claro el caso Lozoya es la corrupción intrínseca del régimen mexicano a través del constante torpedeo de las empresas paraestatales —reclasificadas bajo la administración de Peña Nieto como "empresas productivas del Estado"— al permitir la concesión por contratos multimillonarios. De igual forma, desnuda qué papel juegan las empresas nacionales en la economía latinoamericana bajo el neoliberalismo, basta con ver la discusión de las AFPs en Chile (el sistema de pensiones del país andino) para darse cuenta que el modus operandi es el mismo: el fugar capitales a cuentas bancarias en paraísos fiscales, incrementar las ganancias por medio de la especulación, donde los grandes perdedores son los trabajadores y, en este caso, el erario mexicano, mientras los políticos incrementan sus bolsillos.