Este jueves 14 se estrena en el cine Gaumont el documental del cineasta Lucas Martelli. Médicas y médicos, investigadores y personas que padecen la enfermedad, dan vida a esta película imprescindible. Desde la Izquierda diario entrevistamos a su director.
Miércoles 13 de marzo 09:53
Un avión, un pasajero. Es el Dr. Héctor Freilij, médico y director de orquesta. Gran referente en la lucha contra el Chagas y ex coordinador del Plan Nacional de Chagas. Aterriza en Jujuy. Y da una charla en Humahuaca sobre esta enfermedad, parasitaria y endémica. Cómo se desarrolló y se combatió en otros países de América Latina.
Dividida en capítulos, el film de Martelli recorre la forma de transmisión, la situación en el país y Latinoamérica, en la zona rural, la tarea de los agentes sanitarios, el Chagas urbano, asociaciones, ONGs y laboratorios, la OPS, el mundo y los objetivos pendientes
Cada capítulo comienza con un pedacito de música, de una obra que empieza a tocar la orquesta dirigida por Freilij. La obra necesita ser iniciada.
El documental recoge los testimonios de biólogas y biólogos, investigadores del Conicet que se dedican a investigar y curar esta enfermedad tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en las diferentes provincias de nuestro país. Pero principalmente el cineasta recorre lugares lejanos, silenciados, sin ningún apoyo del estado, allí viven los que sufren la enfermedad, con sus relatos, mostrando sus casas de adobe y la vinchuca, el insecto vector del Chagas. Testimonios que emocionan y esclarecen. Martelli, junto a la excelente fotografía de Mario Varela, no nos priva, de paso, de mostrar paisajes monumentales por su belleza que dan un poco de aire a tanta información dolorosa. Todas las personas que cuentan su historia tienen un factor en común: la pobreza. Olvidados imperdonablemente por los gobiernos, viven y sobreviven gracias a su propia fuerza y a la solidaridad. La falta de una solución a nivel nacional es responsabilidad de un Estado, que durante décadas, a la hora de combatir esta enfermedad, piensa la salud del pueblo como un gasto.
“En la ejecución de la música clásica se requiere de los músicos, de las partituras y, cuando la cantidad de intérpretes es grande, se necesita de un director”, dice Freilij. Está todo, tenemos los recursos, tenemos los ejecutores solo falta que la orquesta comience a tocar.
El documental fue hecho con el apoyo del INCCA y del Fondo Nacional de las Artes, organismos que el actual gobierno intenta desguazar.
El director Lucas Martelli dialogó con La Izquierda Diario:
¿Qué te motivó a hacer un documental sobre el Chagas?
El Chagas tiene 1.5 millones de infectados, 7 millones de personas expuestas en un área endémica que se extiende por media Argentina y no se habla de eso.
En CABA la gente cree que es una endemia controlada que solo se encuentra en el impenetrable chaqueño. Hace casi dos décadas que no se hacen largometrajes sobre el tema
Si pones “Chagas” en los buscadores de los grandes medios de Argentina puede que encuentres una nota anual sobre el tema referido a una investigación puntual. No se habla de Chagas y es un problema de salud importantísimo que afecta la vida de millones de personas. Los medios de comunicación privados no hablan del tema, las plataformas de streaming no lo tratan.
Recorriste varias provincias, ¿cómo te recibió la gente?
Hay una tarea esforzada, silenciosa y apasionada de todos los especialistas que tratan de contener la patología. Todos son conscientes de la falta de conocimiento general que hay sobre el tema. Me abrieron las puertas de sus trabajos y acompañaron la película en todas sus instancias. Inicié el rodaje en una reunión que se hizo en Washington con especialistas de todo el mundo (el área endémica de Chagas llega al sur de EEUU y hay Chagas en todo el planeta por las migraciones).
Avisando casi sobre la hora (no tenía ese viaje en plan financiero) la OPS / OMS me abrió las puertas de la reunión y me dio acceso a todas las charlas, lo mismo pasó cuando fui a grabar el trabajo solidario que hace un grupo de cardiólogos en el Hospital Belgrano de Humahuaca.
¿Cuál fue el mayor desafío?
El mayor desafío para este documental era tratar de ser didáctico y sintético para reflejar la notable complejidad del Chagas, aparte de abarcar la notable variedad y amplitud de los territorios en los que está presente. Hay aspectos del Chagas que tienen que ver la biología, la medicina, epidemiología así como problemáticas de índole económica, cultural y social. Espero que esta película sea el puntapié para que se hagan otros documentales sobre el tema. Hay historias de vida apasionantes que esperan ser contadas.
¿Qué fue lo que más te impresionó?
Que hace 100 años descubrimos la enfermedad, tenemos los conocimientos, investigadores importantísimos y un sistema de salud de alcance nacional pero todavía no controlamos la transmisión por el insecto en la totalidad de nuestro territorio. Algo que sí lograron otros países de la región. Países enormes como Brasil lo hicieron (en todo el territorio salvo el Amazonas), más chicos como Uruguay o Chile, con sistemas de salud más precarios como Paraguay. Hay 1.5 millones de infectados que, según las estadísticas, aproximadamente un 30% de ellos van a desarrollar una patología asociada al Chagas. El número es enorme. Y la Argentina no lo tiene en sus planes estratégicos.
Lo que se infiere del documental es que controlar el Chagas no implica demasiado dinero ni dificultad, ¿por qué creés que los diferentes gobiernos no se ocupan?
Creo que se combinan varios elementos y son diferentes en cada región. En primera instancia deberíamos tomar un problema central: la federalización de la salud. Desde Nación se podría diseñar programas y dar recursos pero va a depender de las diferentes provincias su implementación. En segundo lugar, el Chagas tiene mayor incidencia en los estratos más pobres de la sociedad y esta idea de que el problema de esto es consecuencia de la pobreza pareciera terminar siendo una excusa para desentenderse del problema y un paso previo a la invisibilización. Podés ser portador del parasito toda tu vida sin tener consecuencias clínicas. Y los que desarrollan patologías lo hacen después de décadas. En las regiones endémicas el pobre tiene otras urgencias, tiene que comer todos los días, criar a sus hijos, el hogar. Y en tercer lugar, en las grandes ciudades y en los espacios de poder no se habla de eso. Es algo lejano y marginal que le ocurre a otros. También se suma la ignorancia, los prejuicios, intereses económicos. Y fundamentalmente el silencio. Claramente el tratamiento de los enfermos va a ser más caro que impedir el contagio pero eso es algo que va a pasar después. Prefieren cerrar los ojos. El nombre de la película se debe a que tenemos los conocimientos, tenemos especialistas notables en todas las áreas, y los recursos. Tenemos los intérpretes. Falta iniciar la obra.
¿Qué pensás del ataque al INCAA y qué medidas de lucha piensan tomar desde el
sector?
El ataque está basado en mentiras, tergiversaciones y prejuicios. Claro que había problemas, desde hace mucho tenemos problemas de acceso a las pantallas, no se cumplía el cupo de pantalla y las críticas solo tomaban los datos de las pantallas oficiales. No toman en cuenta que la mayor parte de las proyecciones del cine documental se hacen por fuera de las salas (porque no hay) y por canales alternativos. Además, muchas producciones están orientadas a nichos específicos donde esas funciones tienen mucho valor en decisiones que se toman después. No todo es una taquilla comercial.
Lejos de fomentar la distribución y difusión de nuestro cine, el actual presidente del INCAA (un economista que no sabe nada de cine) quiere cerrar el Gaumont, cerrar el canal del INCAA, desfinanciar todos los festivales de cine, descabezar el plan CINE en las escuelas, el apoyo al lanzamiento, los inspectores de salas (cuota de pantalla), además que ya viene desfinanciado el programa de cine móvil y espacios INCAA.
Aparte ahora está paralizando totalmente (por múltiples vías) el fomento del cine que en su cadena de valor da trabajo a unas 700.000 personas. La inversión total en Cultura representa sólo 0,2% del presupuesto nacional mientras que genera un valor agregado bruto anual total del 1,8% del PBI, ni siquiera un cuestionamiento economicista tiene base.
Mienten cuando plantean que es un órgano de propaganda política. Es el actual presidente que en las reuniones habla de que solo se podrán tocar temas políticos con más de 15 años de antigüedad. Justamente para que no retratemos lo que está pasando en la actualidad.
Esta estrategia se enmarca en el intento de cerrar la única agencia de alcance nacional (TELAM) y el show del aparato represivo para ahogar la protesta. Muy lejos de la libertad que pregonan, tratan de ejercer el control ideológico y se acercan cada vez más al autoritarismo que dicen cuestionar. Si el cine se decide, se los puede enfrentar.
Hay que visibilizar la mentira, las manipulaciones, la verdadera cara de un gobierno que fue votado por enojo a gestiones anteriores... y hoy está volviendo defraudar hasta a sus propias bases.
En este momento que se está atacando a la cultura, a la investigación y a la salud pública.
Es importante contar estas historias.
Chagas, Orquesta invisible se hizo con aportes del INCAA, del FNA, aportes propios, mucha ayuda de colegas y amigos. Aparte de muchísimo tiempo, esfuerzo y trabajo. Hacía casi veinte años que no se hacía un documental sobre el tema, el mercado no llenó ese espacio, los medios de prensa sacan una nota anual sobre el tema, no hay ningún proyecto de plataformas de streaming interesadas en divulgar la principal endemia parasitaria de la Argentina. Es un ejemplo más de la importancia del documental argentino que están tratando de silenciar.
Equipo técnico:
Director: Lucas Martelli
Productora ejecutiva: Laura Perdomo
Fotografía y cámara: Mario Varela y Lucas Martelli
Sonido directo: Andrés Perugini
Edición: Lucas Martelli
Coordinación de postproducción: Gabriela Jaime
Estreno este jueves 14 en el cine Gaumont. Funciones del 14 al 20 de marzo a las 19:15 hrs
Celina Demarchi
Nació en Berisso, provincia de Buenos Aires. Docente y actriz, participa en la sección Cultura y en distintas producciones audiovisuales de La Izquierda Diario.