Una producción de Undergroud para Nat Geo y su serie “Bios. Vidas que marcaron la tuya” sobre el gran músico argentino.
Gustavo Grazioli @Discolo1714
Martes 13 de noviembre de 2018
“La mitad del rocanrol no hubiera existido sin Charly”, dice Billy Bond en una parte del estreno de la biografía autorizada de Charly García, que se emitió el pasado domingo en el canal de cable National Geographic. “Charly nos salvó la vida a todos”, concluye.
Esta producción que tiene a Undergroud (la productora de Sebastián Ortega) en sus créditos, se mete en el recorrido artístico del músico de bigote bicolor. Se puede ver material de archivo inédito que el mismo Charly cedió y los testimonios de personas que lo fueron acompañando a lo largo de los años y los discos. Entre algunas de esas voces que aparecen, se puede ver a Juanse, David Lebón, Pedro Aznar, Joe Blaney, Willy Iturri, Roque Di Pietro (autor del libro Esta noche toca Charly), Hilda Lizarazu y el ya mencionado anteriormente creador de La pesada del rock and roll.
A partir de esta iniciativa que el canal Nat Geo bautizó Bios. Vidas que marcaron la tuya – también incluye especiales dedicados a Gustavo Cerati y al músico mexicano Alex Lora – se accede en primera persona a la vida de un artista que le puso voz al imaginario colectivo. Si bien algunos pasajes de su historia estuvieron teñidos del sensacionalismo de sus internaciones, adicciones y de su espíritu contestario, en este trabajo no se hace un especial énfasis en eso. No le siguen pegando abajo, más bien se dedica a contar sus momentos (y vaivenes) musicales con Sui Generis, La máquina de hacer pájaros, Serú Girán y la antológica etapa solista que se inició con tres discos (Yendo de la cama al living, 1982; Clics modernos, 1983; Piano bar, 1984) que marcaron un antes y un después en la música de habla hispana.
“Soy zurdo, tengo la mitad del bigote blanco, tengo oído absoluto ¿Qué más querés? Me tiro de diez pisos y no me hago nada. Soy un freak”, dice un sonriente Charly, que a sus 67 años, y con un vaso de whisky en su mano derecha, sabe que las hizo todas. La mexicana Julieta Venegas, confesa fan de la música del autor de Los dinosaurios, encargada de entrevistarlo en este documental, lo mira, se sonríe y trata que la admiración no la invada por completo para poder seguir hurgando por esa vida que parece ser inabarcable en dos horas de programa.
Un gran momento se da cuando Venegas pregunta si la música lo había salvado. Más allá de que la tierna sonrisa de Charly pueda quitarle el peso de la historia a la respuesta, queda claro que la música estuvo en el momento justo. “Me salvo del servicio militar. Me salvó de estar hablando con personas que no me entienden”. Sin dudas Charly se corrió de todos los guiones del status quo y se ganó el mote de genio con obra y con pensamiento. Su protagonismo como artista, más allá de las reverencias que muchos puedan hacer cuando escuchan su nombre, aturdió las buenas costumbres. “La historia siempre se equivocó para mal con nosotros y esta vez se equivocó para bien”, dijo en un show del Luna Park en 1983 antes de cantar Los Dinosaurios, para despedir al horror y recibir a la democracia.
Say no more
A lo largo del documental hay lugar para todo. Uno se entera como fue cautivado por la voz de Nito Mestre en el colegio y lo que después fue Sui Generis, la corta vida de La máquina de hacer pájaros, la creación de Serú Girán (tal vez para muchos los cuatro fantásticos argentinos), su posterior separación y sus inicios solistas con Pedro Aznar como aliado. Pero también hay lugar para su etapa Say no more, quizás la más distorsionada. Romper cosas en el escenario, dejar de tocar en mitad de un show, demoler hoteles o tirarse de un noveno piso. Todo eso concluyó con un pedido de internación por orden de una jueza que pareció decir: basta, hasta acá. Ahí se ven las imágenes de Charly atado, muy flaco y verborrágico. Hasta que aparece la figura de Ramón “Palito” Ortega. El ex gobernador de Tucumán lo adopta y logra su reinvención. Cuenta que Charly después de tener el alta le confesó que no sabría cómo enfrentarse nuevamente a un escenario y narra la logística de como se le ocurrió aquel “show regreso” de dos temas en la Basílica de Luján.
Charly se muestra agradecido por toda esa ayuda recibida hasta el punto de la emoción. Venegas pregunta cómo se sintió al ver que mientras estaba internado, muchos medios ya asumían que había muerto. García no contestó, solo gesticuló algo que en criollo se podría resumir como: los cagué a todos.