La Cancillería dominicana informó que el encuentro de este vienes es para la firma de “acuerdos definitivos”, los cuales están muy lejos de los intereses del pueblo trabajador sobre el que recae una de las más grandes crisis económicas.
La Izquierda Diario Venezuela @LaIzqDiario_VE
Viernes 15 de diciembre de 2017
El Gobierno de Maduro y la oposición mantendrán este viernes en República Dominicana un nuevo encuentro tras las negociaciones celebradas a inicios de este mes que concluyeron, de acuerdo a las declaraciones oficiales, “con avances”, aunque en ese entonces no se anunció ningún acuerdo. El chavismo habla de “acuerdo de convivencia” y la oposición de un acuerdo que “garantice la salida política y electoral", que traducido en otras palabras no significa otra cosa que llegar a acuerdos funcionales a sus intereses.
Las reuniones se realizan a puertas cerradas, pero por las declaraciones de prensa tanto de las partes como de los mediadores, todo parece indicar que entre el gobierno de Maduro y la oposición ya se habrían tejido importantes acuerdos. Aunque es de destacar que se llega a estos encuentros luego de una serie de reuniones secretas y discrecionales desde la última que se realizara también en República Dominicana el pasado 14 de septiembre, y muy probablemente se estarían llevando a cabo negociaciones de más largo alcance o algún tipo de transición política a diferencia de todos los encuentros anteriores.
Las negociaciones se vienen dando con la participación de los países “acompañantes del proceso”, representados por sus cancilleres, así como del expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, y siendo auspiciadas por el presidente de República Dominicana, Danilo Medina. Chile y México son los países “observadores” del diálogo a instancias de la oposición, mientras que Bolivia, Nicaragua, San Vicente y Granadinas son los invitados por el Gobierno de Maduro.
El canciller dominicano, Miguel Vargas, ha sostenido que todo está listo para que las negociaciones culminen "con una solución democrática, pacífica y estable a las divergencias existentes entre el Gobierno y la oposición de ese país". El funcionario agregó que "en nombre del Gobierno dominicano, del presidente Danilo Medina y del mío propio valoramos la confianza que han depositado en nosotros las partes, al escogernos como árbitros para zanjar sus diferencias".
Al término de las reuniones celebradas los pasados 1 y 2 de diciembre, Medina destacó que se avanzó "en profundidad" sobre los seis puntos de la agenda, y dijo que ambas partes se volverían a reunir el 15 de diciembre con el objetivo "de lograr un acuerdo definitivo".
Aunque como es de esperarse, las declaraciones públicas tanto del lado del chavismo como de la oposición hacen querer aparecer que todo “pendería de un hilo” cuando de contenido, y tal como lo afirma el gobierno dominicano se está pronto a firmarse acuerdos definitivos. Así el diputado de la oposición Luis Florido, uno de los negociadores, sostuvo que existe la posibilidad de que "se concreten unos acuerdos" este viernes "pero también hay una posibilidad de que no haya acuerdos". Y haciendo pose de que negocian en favor del pueblo afirma que "lo que sí tiene que tener claro el pueblo venezolano es que nosotros no vamos a firmar un mal acuerdo ni un acuerdo que perjudique a los venezolanos", cuando en verdad lo hacen en función de sus intereses políticos. Tal como lo hace el gobierno también, y que se esconde bajo el mismo discurso demagógico.
Maduro va a estos encuentros en medio de una economía en situación de catástrofe y un proceso hiperinflacionario donde los precios de los productos esenciales se disparan diariamente y el salario ve pulverizado su poder de compra. Además, en una situación donde la posibilidad de entrar en default económico es grande por lo que ha anunciado un proceso de refinanciación y reestructuración de la deuda sobre lo cual no se ha anunciado nada concreto. Es que La profunda crisis económica es el factor más desestabilizante del gobierno chavista.
La oposición está yendo al diálogo en una situación debilitada y dividida (aunque el grueso de la misma -acuden los partidos con más diputados de la oposición venezolana- y con el apoyo de otros sectores que le son afines - “sociedad civil” como le llaman-, va a la mesa de negociaciones), pero lo hace apalancada por el imperialismo estadounidense quien viene haciendo una presión fuerte sobre el gobierno de Maduro para obligarlo a sentarse en la mesa y capaz a ceder.
La oposición sostiene que va con el objetivo de “lograr garantías electorales” de cara a los comicios presidenciales previstos para 2018, que se barajan incluso que se adelanten para el primer trimestre del año entrante cuando formalmente la fecha es para finales de dicho año. No en vano ya el propio chavismo ha declarado que Maduro se lanzará a la reelección. Además la oposición dice sostener que “solicitan la apertura de un canal humanitario que permita el envío de medicinas y alimentos”, un “cambio en la composición del Consejo Nacional Electoral”, la liberación de los encarcelados que consideran "presos políticos" así como también la “restitución de unos poderes” de la Asamblea Nacional, a la que el gobierno de Maduro considera que está en “desacato”.
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Por su parte, el Gobierno de Nicolás Maduro sostiene que “piden” el levantamiento de las sanciones económicas que pesan sobre algunos altos funcionarios y portavoces chavistas y han señalado que “no aceptarán un canal humanitario o un cambio de integrantes del Poder Electoral”. Es que, es más que claro que el imperialismo estadounidense ha jugado un papel central en forzar al gobierno de Maduro a sentarse a negociar con una oposición dividida y debilitada, e incluso que llegase a aceptar como “acompañantes” a países propuestos por la oposición como Chile, México y Paraguay, de allí que el chavismo plantee en estas discusiones “el levantamiento de las sanciones” pues eso es facultad de Estados Unidos y no de la oposición.
Tal como afirmara el 2 de diciembre pasado la Cancillería de República Dominicana, en las reuniones de los dos primeros días de diciembre se habrían dado "significativos avances" en los acuerdos, destacando que "se ha avanzado en profundidad" sobre los seis puntos de la agenda acordados previamente, sosteniendo que “el gobierno y la oposición venezolana han reiterado la firme voluntad de avanzar en un acuerdo". De allí el nuevo encuentro a mediados de diciembre para sellar el “acuerdo definitivo", agregando el presidente dominicano que esta nueva cita de debe a que "como son dos sectores que tienen que hacer consultas, lo mejor es ir despacio para que las cosas salgan bien".
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De ser así, en la reunión de este viernes 15 de diciembre sería directamente para una firma de un pacto, pues entre el 1 y 2 de diciembre y este 15 se habrían realizado encuentros discrecionales mediante emisarios para afinar los eventuales acuerdos. Como hemos venido sosteniendo, en todos estos entramados y negociaciones que se vengan a suceder como el de los primeros días de diciembre y el que se realizará este viernes, para nada saldrán beneficiados los trabajadores y el pueblo pobre, que ya llevan cuatro años sufriendo en sus espaldas una agobiante crisis económica, viendo rebajadas sus condiciones de vida y aumentando sus padecimientos.