Durante esta semana la ministra del Medio Ambiente dio a conocer que Chile se sumaría a la campaña que busca proteger los océanos.
Sábado 4 de julio de 2020
El miércoles 1 de julio Blue Leaders divulgó como parte de una campaña para promover la protección del 30% de los océanos para el año 2030, un mensaje emitido por la Ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt: “Chile apoya el aumento de la ambición en la conservación del océano. También apoyamos la efectiva implementación de áreas marinas protegidas. Tenemos que avanzar hacia una gestión sostenible del océano”. Agrega: “La ciencia nos ha demostrado que el océano está sufriendo devastadoras consecuencias debido al cambio climático, las cuales debemos abordar con urgencia. En la COP25 Azul, todos los países se unieron para reconocer formalmente la conexión entre clima y los océanos para asegurar la integridad de los ecosistemas” (...) “significa que Chile expresa su compromiso con la protección de al menos el 30% de los océanos. El país ya cuenta con la protección del 42% de nuestros océanos, donde estamos avanzando a una gestión sostenible con la implementación efectiva de nuestras áreas marinas protegidas a través de los planes de manejo y administración(...) por lo que Chile, sumándose a Blue Leaders y adhiriendo a la Coalición por la Alta Ambición para la Naturaleza y los Pueblos (High Ambition Coalition for Nature and People-HAC) muestra una alta ambición climática como país”.
En septiembre del 2019 Chile suscribió a la High Ambition Coalition (HAC), coalición que fue propuesta por Costa Rica en la última Cumbre del Clima de la ONU en Nueva York, y que busca conservar el 30 % del planeta para el año 2030.
¿Protección de los océanos o cuidar el mar para las 7 familias?
Desde la llamada “Ley Longueira”, 7 son las familias que concentran la producción de la industria pesquera: Angelini, Lecaros, Stengel, Fernández, Sarkis, Yaconi y Santa Cruz, en detrimento de los pescadores artesanales. Si bien la ley fue anulada en enero del 2019, los grandes monopolios que concentran más del 90% de la industria pesquera siguen controlados por las familias anteriormente nombradas.
Pensando en el anuncio de la ministra queda la duda ¿Cómo se protegen los océanos cuando la industria pesquera, mediante la pesca de arrastre, es la principal responsable de la destrucción de los ecosistemas marinos? ¿Cómo se protegen los océanos cuando se permite el desarrollo de proyectos mineros, como el caso de Dominga, que atentan contra la biodiversidad marina y terrestre?
Anuncios que hablan de “una alta ambición climática como país” o de apoyar “la efectiva implementación de áreas marinas protegidas” no dejan de ser ostentosas y rimbombantes cuando en lo concreto se observa destrucción de los suelos marinos y la contaminación de los océanos por parte de grandes empresas y la completa permisividad a la industria pesquera. Un ejemplo de esto es Quintero - Puchuncaví, zona de sacrificio que en estos últimos años ha presentado las más altas cifras de intoxicación de sus habitantes, de contaminación de las playas y destrucción de su biodiversidad, a causa de la acción de las empresas petroleras como la ENAP.
La contaminación y erosión del suelo marino es parte de un problema más grande: la depredación del medio ambiente y los recursos naturales por parte de las industrias. Chile es país de zonas de sacrificio, todas provocadas por las industrias de la minería, pesca, petróleo y forestal, siendo los pobladores y trabajadores los que sufren las más terribles consecuencias. Mientras el gobierno habla de buenas intenciones en cuanto a medio ambiente, da espaldarazos al empresariado que lo depreda y destruye, dejando en evidencia la irracionalidad del capitalismo y que bajo éste es imposible cuidar la biodiversidad y ecosistema, y mucho menos evitar que las consecuencias de ésto la sufra el pueblo pobre y trabajador.