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COVID-19. Chile supera los 30.000 casos de contagio y la pandemia no retrocede

El discurso del Gobierno se hace trizas con los datos. Mientras llamaban a la vuelta a la normalidad crecían los contagios y en tan solo un par de semanas las cifras se dispararon.

Lunes 11 de mayo de 2020 13:38

Los datos oficiales son fuertemente cuestionados por diversas instituciones, como el Colegio Médico y el Instituto Mileno Fundamentos de los Datos, quienes han criticado el manejo de información por parte del Gobierno y en particular del Ministro de Salud, Jaime Mañalich.

Según informó la Subsecretaria de Salud, este lunes 11 de abril, el número de contagios en el país ya habría alcanzado 30.063 casos, con más de 1.197 casos nuevos.

A lo anterior se suman las denuncias de los trabajadores de la salud, quienes acusan que la falta de equipos e implementos sanitarios, de personal, camas y ventiladores, estaría preparando el colapso del sistema, especialmente en la comunas más pobres del país.

Sin embargo el Gobierno mantiene cuarentenas truchas. Es decir, encerrando al conjunto de la población, mientras reabre el comercio y se mantienen funcionando fábricas y faenas mineras, exponiendo a miles de trabajadores al contagio.

En Antofagasta pronto se cumplirá una semana desde decretada la cuarentena, sin embargo, se convirtió en la tercera región en superar los mil casos de covid-19, detrás de la Araucanía (con 1.466 casos) y la Metropolitana (con 21.317 casos). Santiago, por otro lado, acaba de cumplir 54 días en cuarentena y la curva de contagios no parece decaer.

Las cuarentenas truchas no detienen el avance del covid-19, dejando ver una importante derrota en el relato técnico de Gobierno. Y es que mantener las ganancias empresariales y buscar reactivar la economía no hace más que exponer a cientos de miles de familias trabajadoras al contagio o al hambre.

Mientras no se toquen los intereses empresariales los contagios y los muertos los seguiremos poniendo los trabajadores y el pueblo. Necesitamos invertir las prioridades disponiendo impuestos de emergencia y progresivos a las grandes riquezas del país, para contar con recursos frescos con que hacerle frente a la pandemia.

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