En el día de hoy, la Facultad de Ciencias Naturales UNT, dio inició a las clases virtuales. Malestar e incertidumbre de los estudiantes que no tienen acceso a ellas en un contexto de crisis sanitaria y económica.
Lunes 13 de abril de 2020 23:08
En el contexto actual de aislamiento social, preventivo y obligatorio, en días pasados, la UNT ha declarado que "asume la responsabilidad de contribuir al sostenimiento de la enseñanza no presencial a través de la creación y mantenimiento de aulas virtuales”.
En este marco, desde el Rectorado agregaron que "instan a Facultades y Escuelas a continuar desarrollando estas actividades a través de todos los medios disponibles, contribuyendo de ese modo a minimizar el impacto académico provocado por la pandemia".
Ahora bien, el interrogante y la preocupación que surge entre el estudiantado hace referencia a qué pasará con los estudiantes que no tienen los recursos para llevar a cabo las clases virtuales desde sus casas.
Con recursos nos referimos a Internet, datos en los teléfonos, computadoras,entre otros factores necesarios para sostener este tipo de cursado virtual. En tiempos de pandemia, y cuando ya comenzaron a sentirse las necesidades y malestares económicos en millones de hogares, quién podrá seguir sosteniendo el pago de la boleta de Internet o el abono del teléfono celular.
El "cursado" virtual posee un tinte elitista que desconoce la realidad de miles de estudiantes de la universidad pública, que por diferentes cuestiones, en su mayoría porque no tienen las condiciones materiales necesarias, no pueden acceder dicha modalidad de cursado.
El Rectorado pretende normalidad en el marco de la pandemia y no ha mostrado empatía por el impacto económico que están padeciendo miles de estudiantes y sus familias. No se ha pronunciado por los jóvenes, en su mayoría estudiantes que trabajan precarizados y enfrentan despidos y rebajas salariales, que en algunas carreras llegan a conformar el 40% de la población estudiantil.
Este desinterés por parte de la universidad es el mismo que muestran las conducciones de los centros de estudiantes que preside La Bolívar en la Facultad de Filosofía y Letras o su referente en Ciencias Naturales, Rumbo Estudiantil (MPE) y lo mismo en Medicina, Psicología, Ciencias Exactas o Artes.
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Estos centros de estudiantes, nada han mencionado en relación a la situación de miles de compañeros que no pueden cursar bajo esta modalidad, que se quedaron sin trabajo, que están atravesando situaciones desesperantes. No hacen más que replicar publicaciones de las autoridades y pasar un link.
Por otro lado, es necesario destacar que muchos docentes también han manifestado su descontento con esto modalidad, los mismo pusieron de su propio bolsillo para que fuera posible poner en pie más de 3 mil aulas virtuales. Ellos también han planteado sus limitaciones con respecto al acceso a los materiales necesarios para poder llevar adelante un cursado virtual.
Sin ir más lejos, tomamos como ejemplo una encuesta de Adiunt, donde se pudo ver que el 50 % de los docentes y auxiliares de cátedras comparten sus PC o notebooks con sus familias, es decir que también se encuentran limitados para dar clases por este medio.
Incluso a nivel académico no hay garantía de que las cursadas virtuales sean efectivas porque se ha demostrado, a pocos días de haber iniciado en algunas materias, las quejas y dificultades que muchos de los estudiantes manifestaron, tanto por los problemas técnicos para acceder a las aulas virtuales o simplemente por algo tan elemental como inscribirse por el Siu Guaraní, que limita el cursado materias correlativas, ya que no se rindió finales por la suspensión de las mesas de marzo.
Desde la Agrupación Lillo a la Izquierda , en la secretaría de Medio Ambiente y la secretaría de Actas, somos críticos de que esta decisión se tome a espaldas de los estudiantes en donde son muchos los casos de compañeros que no cuentan con los medios necesarios para poder cursar en estas condiciones.
Ante esta situación, proponemos una flexibilización en las cursadas:
- Que se suspendan las correlativas de un ciclo lectivo que aun no culminó. Para que ningún compañero se quede sin la oportunidad de inscribirse o cursar.
- Que se implemente un plan integral de becas para todos los estudiantes, para poder financiar sus estudios y que ningún estudiante tenga que decidir entre comer o continuar con la carrera.
Creemos que no podemos estar ajenos a la realidad que nos atraviesa. Entendemos que nuestra Facultad tendría que ponerse al servicio de esta crisis y conseguir los recursos que se necesitan para producir los insumos necesarios para hospitales y centros de asistencia. Esta situación nos interpela directamente como estudiantes y estamos convencidos de el rol que es necesario jugar en esta pandemia.
Desde nuestra agrupación, planteamos la realización de una Comisión de Seguridad e Higiene y exigimos al Ministerio de Salud y al Estado que destine el presupuesto necesario para poner en marcha la producción de insumos en los laboratorios de nuestra Facultad.
Nuestra intervención como estudiantes para pelear por evitar que el impacto de la crisis sanitaria y económica recaiga en nuestras espaldas, en los trabajadores y las mayorías populares, es sumamente esencial. "Que la realidad entre en la Universidad para que la Universidad intervenga en la realidad".