El metal rojo es uno de los más favorecidos por la baja en la cotización del dólar. Recursos hay para que la crisis no la paguen las familias trabajadoras.
Viernes 30 de abril de 2021
El "nuevo petróleo", como es catalogado el cobre entre los economistas, continua en alza debido a la "debilidad del dólar" respecto a las principales monedas del mundo, que estimula la compra del metal rojo en la divisa estadounidense. Esto ha traído aparejado una subida en la proyección económica nacional para 2021, fijado en un 6% por el Ministerio de Hacienda.
En este sentido, el precio y la demanda del cobre lidera, junto al petróleo, un nuevo súper-ciclo empujado por la recuperación sostenida de las dos principales potencias mundiales -China y Estados Unidos-. Lo anterior, hace vislumbra un nuevo súper-ciclo de los comodities que podría durar por algunos años, sin verse perjudicado por el contexto de pandemia.
Cabe preguntarse entonces cuales serían las excusas para no dar un ’Sueldo universal de emergencia’ a los chilenos y chilenas que se han visto forzados a llenar el transporte público para llegar a sus distantes lugares de trabajo, todo con el fin de reactivar la economía a costa de la salud de los/as trabajadores/as y sus familias debido al alto grado de circulación del COVID.
En el área de salud, hoy se proyectan paralizaciones en el marco de la huelga general sanitaria convocada por la CUT, demandando que existan medidas para controlar la tasa de contagios que tiene los centros de salud colapsados, con gran porcentajes de las camas críticas ocupadas y con el personal cumpliendo turnos de más de 20 horas diarias para lograr dar atención oportuna a los contagiados.
Es imperioso que los recursos derivados de la continua alza en el cobre se utilicen para cubrir las necesidades del pueblo afectado por la pandemia, junto a un impuesto a los súper ricos que mantienen y hasta incrementan sus ganancias en el actual contexto.
German San Martin
Sociólogo, trabajador municipal candidato a concejal por Santiago Centro