Apañado por el contexto nacional, Leonardo Liggieri, CEO de Comdata Argentina (tercerizada al servicio de Telecom), pretende que el ajuste lo paguen los trabajadores.
Martes 26 de diciembre de 2017 15:34
Hace casi 8 meses, Comdata Argentina despedía arbitrariamente a los 4 delegados de hecho que se organizaron en conjunto con sus compañeros para poder enfrentar los ataques de la patronal y al mismo Sindicato de Empleados de Comercio, que aparte de brillar por su ausencia, los trabajadores denuncian que, en complicidad con la patronal, infiltró dos “topos” (así apodados por los mismos trabajadores) que realizaban tareas de operador pero tenían doble salario y se esperaba que cumplieran un año de antigüedad en la empresa para postularlos como delegados y que de esta forma representen los intereses de la burocracia y la patronal.
No conforme con la ola de despidos de operadores, supervisores y otros cargos que se dio en los meses de abril y mayo, Comdata Argentina, en conjunto con Telecom Personal, sigue tomando medidas en perjuicio de los trabajadores con la intención de disciplinar y poder aplacar cualquier tipo de organización y lucha que se quiera encarar.
Los operadores que realizan atención al cliente ahora están obligados a vender equipos, abonos fijos, o de lo contrario se les suprime el bono de productividad. Bono que ya se hizo inalcanzable porque con cada paritaria la empresa cambia la forma de cálculo y la mayoría de los operadores directamente no llega a cobrarlo. A su vez se les asignan más tareas, como atender llamados de otras áreas.
En la misma semana que, desde La Izquierda Diario, publicamos una nota denunciando que la empresa no cumplía con la ley otorgando los 20 minutos de “break” y 10 minutos de “baño”, el área de recursos humanos envió un mail informando que se iban a "ajustar a la ley" y brindarían 30 minutos de break partidos, y el baño sería "ilimitado".
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A raíz del cambio de facturación de Telecom para con Comdata, se estableció que ya no hay minutos de tolerancia para el logueo (tiempo en que los operadores están conectados al teléfono), es decir que si se rompe una herramienta de trabajo, se debe seguir atendiendo y se solicitó a los trabajadores que "usen el baño lo menos posible" amenazando con suspensiones por excesos de auxiliares (tiempo en que los operadores pueden desconectarse de los llamados para, por ejemplo, ir al baño).
El objetivo es el de siempre aumentar la productividad y sus ganancias llevándose por delante los derechos de los trabajadores que actualmente atienden entre 60 y 100 llamadas sin respiro una tras otra, porque claro, Comdata también incumple la norma que establece que debe debe haber 10 segundos de descanso entre llamado y llamado.
Este último viernes 22 de diciembre comenzaron nuevamente los despidos con causas inventadas y amenazas de suspensiones.
En un contexto donde el Enacom acaba de aprobar la fusión de Telecom y Cablevisión, donde el gobierno avanza con la escandalosa reforma educativa "escuela del futuro" que pretende entregar a los estudiantes como mano de obra gratuita a los grandes empresarios (y que bien sabemos cómo aprovechan esto las empresas que brindan servicio de call center), no llama la atención la ola de despidos que se están dando en todos los rubros.
Es por esto, y teniendo en cuenta que en poco tiempo el gobierno intentará aprobar la reforma laboral, los trabajadores empiezan a sacar la conclusión de que la única forma de enfrentar estos atropellos a sus derechos es con la organización y unidad de todos los trabajadores.