Es la primera votación del selecto grupo elegido a dedo por los odiados partidos del régimen chileno. Un esquema menos democrático para que nada cambie.
Miércoles 15 de marzo de 2023 13:58
Este miércoles comenzará la primera votación del selecto grupo de 24 "expertos" designados a dedo por los odiados partidos del actual régimen político para escribir el borrador de la futura Constitución.
Encabezado por Verónica Undurraga, (PPD, partido del expresidente Ricardo Lagos), el pleno votará la propuesta de estructura constitucional elaborada por la mesa directiva. Según comunicó el vicepresidente de la instancia, Sebastián Soto (Evópoli, parte de la coalición de derecha), se trata de 14 puntos o temas referidos a "una estructura básica para ordenar el trabajo de las comisiones”. Lo cierto es que establece los lineamientos de cómo se darán las discusiones al interior de las comisiones y plenos para la redacción final.
El nuevo proceso constituyente en Chile arrancó el pasado lunes, luego de que fuera rechazada la anterior propuesta de carta magna en septiembre del año pasado.
El nuevo proceso será muy distinto al anterior, y con distinto queremos decir aun menos democrático. La anterior Convención constitucional había surgido de unas elecciones regidas por el viejo régimen de partidos establecido en la actual Constitución, es decir, un esquema plagado de mecanismos que dificultan la participación activa de las grandes mayorías de la población.
En la nueva modalidad inaugurada por el "Acuerdo por Chile" -como se le llamó al nuevo pacto entre las dos coaliciones en el gobierno y la oposición de derecha- habrá un Comité de Expertos elegido a dedo por estos desacreditados partidos, es decir, gente que vive muy alejada de la realidad de la población trabajadora y los sectores que salieron a luchar durante la rebelión popular.
En la jornada del lunes los "expertos" discutieron las indicaciones a la propuesta, donde tuvo la presencia del Contralor General de la República, Jorge Bermúdez. El Estado y el Gobierno serán juez y parte al interior de esta Convención a través de la intervención de ministros, como ocurrirá este jueves con la visita de Ana Lya Uriarte, ministra de la Secretaría General de la Presidencia. El nuevo proceso constituyente ya no sólo será controlado por el gobierno de turno sino también por los partidos políticos en el poder.
La gran ausente en este proceso será la participación ciudadana. Será reemplazada por las universidades Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Chile que están a cargo de propiciar el involucramiento de la población con el proceso constituyente. Sin embargo, no existe ningún reglamento que especifique la participación ciudadana en este proceso, por lo que no hay garantías de que exista una vinculación con las demandas reales del pueblo trabajador y pobre.
Los catorce puntos que se tratarán son:
1. Fundamentos del orden constitucional
2. Derechos fundamentales, libertades, garantías y deberes
3. Congreso Nacional
4. Gobierno y administración del Estado
5. Gobierno y administración del Estado descentralizado
6. Poder Judicial
7. Representación política y participación
8. Corte Constitucional
9. Ministerio Público
10. Justicia electoral y Servicio Electoral
11. Contraloría General de la República
12. Banco Central
13. Procedimientos de cambio constitucional
14. Disposiciones transitorias
Las pautas de la derecha ganan terreno, tanto en el Gobierno de Boric como en el proceso constituyente. El presidente frenteamplista viene de sufrir un importante revés con la derrota legislativa de su reforma tributaria, lo que le dificultará el cumplimiento de sus promesas de campaña. Ahora Gabriel Boric se apresta a negociar un “pacto fiscal” y acuerdo tributario con las patronales y la derecha. La reforma que se presentará será muchísimo más acotada.
Esta derrota muestra de cuerpo entero la debilidad estructural del gobierno, y echa luz sobre su proceder cuando se queda sin piso político: ceder permanentemente a las presiones conservadoras de los grandes gremios empresariales y la derecha. Este mecanismo se contrapone al de organizar la enorme fuerza social que puso sobre el tapete las verdaderas necesidades de la población.
Por eso, la denuncia del fraude que significa este nuevo proceso constituyente es una gran oportunidad para poner en pie una verdadera oposición al régimen, que se proponga fortalecer las organizaciones populares y sindicales para ir hasta el final en la lucha por sus demandas.
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