Este lunes 27 de julio el colectivo de trabajadores y trabajadoras de las Brigadas de Refuerzo para Incendios Forestales (BRIF) ha iniciado una huelga indefinida en todo el Estado español, ante la nula voluntad de negociación de la empresa pública TRAGSA.
Martes 28 de julio de 2015
Huelga en plena campaña de verano
Es una huelga que los trabajadores han intentado evitar por todos los medios, como explican en su comunicado, conscientes de la impopularidad y el peligro que supone la misma, teniendo en cuenta además que nos encontramos ante uno de los veranos más calurosos que se recuerdan y por lo tanto, como ya se está viendo, la posibilidad de que se produzcan incendios forestales es muy alta.
Sin embargo no les ha quedado otro remedio. Tras varias semanas de encierros, concentraciones, paros parciales y todo tipo de acciones para intentar sentar a la empresa a negociar, esta se ha negado por completo, tanto es así, que los días previos a la huelga, los directivos se fueron de vacaciones. Por lo tanto queda claro, que de todo lo que pueda ocurrir durante la huelga, los únicos responsables son los directivos de TRAGSA.
TRAGSA: “Retiro dorado” para políticos
Para comprender el conflicto es necesario conocer el carácter de esta empresa pública. La misma se creó, en 1977, siendo el principal accionista la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), con un 52%, seguida del Ministerio de Agricultura, con un 38%; el Ministerio de Hacienda, con un 12%, y el resto repartido entre las comunidades autónomas que participan a razón de un 1% por territorio.
Desde entonces la empresa, como tantas otras empresas públicas, ha servido para colocar a familiares, amigos o directamente políticos ya retirados del partido del gobierno, incluso muchos implicados en casos de corrupción, con unos sueldos de escándalo.
Como ejemplo, el presidente del grupo en 2013, se embolsó 183.205,07 euros brutos, según informa la página web del grupo. Unos 200 directivos de TRAGSA cobraban más que Mariano Rajoy (78.000 euros) en esas fechas, según informó CCOO. Siendo benevolentes, y pese a la opacidad de la empresa, más de 16 millones de euros en sueldos anuales se repartían los altos directivos de la entidad pública.
Ataque continuado contra los trabajadores
A pesar de estos “sueldazos”, la empresa desde hace varios años atrás está llevando a cabo una política de precarización constante de sus trabajadores, que se juegan la vida por 900 euros al mes y un plus de 3 euros por subir al helicóptero que les lleva al centro de los peligrosos incendios forestales.
En 2013 la empresa ya impuso un ERE para despedir a 300 trabajadores que la Audiencia Nacional echó para atrás, obligando a la patronal a la readmisión de los mismos. Desde entonces, la empresa se ha negado como ahora a negociar absolutamente con el comité de empresa y ha llevado a cabo una rebaja constante de las condiciones salariales y laborales de los BRIF
Reivindicaciones justas de los trabajadores
Los trabajadores piden: el reconocimiento de la categoría de bombero forestal, el establecimiento de una segunda actividad para trabajadores que por su edad ya no están en condiciones físicas de afrontar las durísimas campañas de extinción de incendios forestales, y por último, las mejoras en las condiciones laborales que incluyan pluses por peligrosidad y toxicidad dignos, que en la actualidad se solventan con unos ridículos 3 euros por jornada de incendio.
Hay que recordar que no se tratan simplemente de reivindicaciones salariales. La falta de seguridad, por la falta de inversión y medios, también es una consecuencia de la precarización de este sector. Esto pone en riesgo la vida de estos trabajadores, y por desgracia, esto se ve reflejado muchos veranos en muertes de forestales, accidentes graves, etc.
Como vemos se trata de huelga de unos trabajadores que se juegan la vida por la seguridad de todos, por un sueldo muy escaso y en unas condiciones pésimas, frente a una empresa pública de directivos con “sueldazos” millonarios, que no les importa nada, más que seguir llenando sus ya “abultados” bolsillos.
Desde La Izquierda Diario seguiremos el desarrollo de la misma, esperando que esta sirva de ejemplo, para que otros muchos sectores del movimiento obrero se levanten para hacer frente a los continuos ataques que sufre la clase trabajadora y los sectores populares desde el inicio de la crisis capitalista.
Comunicado de la Asociación de Trabajadores
BRIF: SI NO SOMOS BOMBEROS FORESTALES NO APAGAREMOS INCENDIOS
Mientras nuestros montes arden año tras año, la gestión forestal sufre un abandono cada vez mayor debido a la poca preocupación por el medio ambiente por parte de la clase política que nos gobierna. Esto se refleja en los recortes, en las precarias condiciones de los trabajadores y trabajadoras de los dispositivos del sector, en la nueva ley de montes que permite recalificar terrenos quemados, para beneficio de empresas privadas, entre otras cosas, que finalmente se traducen en peor protección para la naturaleza.
Todo este ataque al medio natural está siendo denunciado desde diversos colectivos, organizaciones y asociaciones, incluidos profesionales del sector de la extinción de incendios forestales, quienes reivindican además su precaria situación laboral que repercute directamente en la calidad del servicio.
Uno de estos colectivos somos la B.R.I.F. (Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales), un medio estatal y helitransportado especializado en grandes incendios. Son muchas las razones por las que llevamos desde hace años intentando mejorar el servicio y reivindicando unas condiciones dignas, acordes con nuestro puesto de trabajo, venimos denunciando y realizando protestas de todo tipo como encierros, concentraciones, manifestaciones, comunicados a la prensa, mesas informativas, etc.
La postura de la empresa (TRAGSA) y el ministerio en las negociaciones siempre es una negativa a cualquier tipo de mejora, tanto del servicio, como en condiciones laborales. Los trabajadores y trabajadoras de las B.R.I.F. tenemos un sueldo de unos 900 euros mensuales que en los meses de verano completamos con un plus de 3 euros al día que intenta compensar el alto riesgo que conllevan tanto los incendios como el transporte en helicóptero(se cuentan tres accidentes graves de helicóptero solo en la base de Daroca).
Realizamos también unas pruebas físicas junto con un reconocimiento médico anual que en caso de no superar perdemos nuestro puesto de trabajo. TRAGSA es la empresa que nos contrata con dinero aportado por el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente (MAGRAMA), cuenta con un gran número de directivos con sueldos en torno a los 100.000 euros anuales, muchos de éstos son expolíticos que encuentran su plaza en esta empresa para su “retiro espiritual”.
Esta constante negativa es un desprecio que nos deja pocas opciones más al diálogo, nos tratan como pura mercancía, se ríen de nuestras reivindicaciones, ponen en riesgo nuestra seguridad, se lucran de nuestro trabajo y del dinero público, perjudicando así el medio ambiente, los montes, los pueblos y sus gentes.
El gobierno y TRAGSA, son directamente culpables de la mala gestión de los incendios forestales, tanto en verano como en los meses de prevención. Ante estos hechos, decidimos ponernos en Huelga Indefinida a partir del día 27 de Julio por unas condiciones laborales dignas y acordes con nuestro puesto de trabajo bajo el reconocimiento de nuestra categoría profesional, Bombero Forestal.