En un contexto de pandemia las reuniones virtuales vienen cumpliendo un rol para que les trabajadores nos organicemos, aquí te contamos la experiencia del Encuentro de la docencia universitaria del país.
Lunes 7 de septiembre de 2020 22:37
El viernes pasado más de 270 docentes, investigadores y becaries pertenecientes a las asociaciones de base de más de 25 universidades del país, nucleadas tanto en Conadu como en Conadu Histórica, realizamos un gran Encuentro Nacional. Fue un logro la realización de esta instancia de coordinación y encuentro de docentes que pertenecemos a distintas universidades del país en el contexto de agudización de la pandemia y de enorme desgaste de les trabajadores universitaries ante la imposición de la virtualización de nuestras tareas y el aumento de la precarización que sufrimos.
Este Encuentro fue una instancia democrática para organizarnos para luchar y sortear la pasividad de las burocracias sindicales que están en tregua con el gobierno nacional y con las autoridades universitarias. Sirvió para la participación de los convocantes, los asistentes y la representación abierta del conjunto de quienes respondieron a la convocatoria.
En primer lugar, realizamos una convocatoria amplia de parte de referentes sindicales y dirigentes universitarios que mostraba que había disposición a organizarnos y coordinar distintos lugares del país.
A esta convocatoria inicial nos sumamos las agrupaciones antiburocráticas, combativas y de izquierda que difundimos la convocatoria y organizamos el plenario en conjunto: La Naranja (agrupación nacional de docentes e investigadores universitarios impulsada por el Partido Obrero), la corriente político-sindical Rompiendo Cadenas, la lista Negra y Roja de Luján, la agrupación nacional Docentes e Investigadores de Izquierda en La Marrón-MAC (del PTS e independientes), la Alternativa Universitaria-Ancla (MST) y Docentes Universitaries de Izquierda Socialista.
Este conjunto de organizaciones presentamos a los presentes un funcionamiento que permitió realizar el encuentro de manera democrática, abierta, federal y en los tiempos previstos -lo que teniendo en cuenta que fue un encuentro nacional fue un mérito de la reunión. A partir del consenso de las agrupaciones y convocantes en torno a las resoluciones propuestas y confeccionando una lista de oradores representativa, tanto de las universidades que participaban, como de los distintos agrupamientos y sectores convocantes (respetando el peso diferencial y la representación de cada convocante) el encuentro sesionó por casi 3 horas con una asistencia muy alta. Con una Comisión de Coordinación Técnica (integrada paritariamente por las agrupaciones convocantes) que otorgaba la palabra y controlaba el tiempo de los oradores (5 minutos para las exposiciones iniciales de los dirigentes y convocantes y 3 minutos para todes les demás oradores -ya sea de la lista como quienes se sumaran) el encuentro fue muy ordenado. Se presentó al conjunto el método con el que se iba a utilizar el Chat del Zoom para presentar aquellos pronunciamientos o pedidos de solidaridad que fueran surgiendo en la reunión (y que fueron incorporados en las Resoluciones previamente consensuadas), como también la forma por la cual aquelles que quisieran hacer uso de la palabra para contar la situación de su universidad o exponer un punto de vista podía enviar un mail a la casilla de correo de la Comisión para proceder a darle la palabra. Estas medidas funcionaron como un piso para el funcionamiento del Encuentro (lo que no exime que encontremos otras formas aún mejores y más democráticas, como las de tipo asamblea como las que realizamos en las asociaciones de base, como la AGD de la UBA). Sin dudas permitió la participación de trabajadores que querían hacer uso de la palabra.
Por ejemplo, les compañeres de Mendoza pudieran anotarse por mail y contarnos la situación de su universidad y sumarnos a la lucha contra el cierre de carreras en la UNCUYO; una compañera de Jujuy (de una agrupación independiente que no había convocado previamente) pudo explayarse sobre la violación del co-gobierno en la UNJU y así también sumamos el reclamo contra el arancelamiento de la diplomatura de ESI, entre otros aportes.
Por último, procedimos a votar las resoluciones (que fueron íntegramente leídas en la sesión) y el plan de lucha. Aunque la mayoría del plenario había sido invitado o pertenecía a las organizaciones que convocamos, la votación permitió que aquelles que se abstenían pudieran darnos a conocer a todes el porqué de su posición. Así les compañeres de ADIUNT (Tucumán) como de COAD (Rosario), que son dos importantes asociaciones de base (pertenecientes a diferentes federaciones) que no habían sido convocantes al encuentro, se abstuvieron de votar el pliego consensuado del Encuentro (porque lógicamente no tenían un mandato de base para hacerlo). Pero lo hicieron sobre la aclaración de que sí se sumaban a la deliberación de la jornada de lucha de 48 horas que impulsa el Encuentro para Septiembre y llevar nuestra propuesta de declaración y el conjunto de resoluciones para debatirlas con tiempo en las asambleas de base de sus regionales. Esto abre la perspectiva de pelear en la base de la docencia universitaria por un plan de lucha (con exigencias a las conducciones oficialistas) y una perspectiva interesante para organizar con más fuerza un 2do Encuentro Nacional, como fue mencionado por varies de les presentes.
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