La crisis en la educación pública, consecuencia de la línea privatizadora de la derecha y la dictadura, ha mostrado tener grave repercusiones. Mientras liceos se caen a pedazos y las profesoras trabajan en precarias condiciones el gobierno ha decidido invertir gruesos fondos en la ejecución de reformas y medidas represivas como lo es aula segura y el cambio curricular ¿con cual estrategia estamos enfrentando este hostil escenario?
Viernes 19 de julio de 2019
La movilización docente, con más de un 70% de aprobación, se ha impuesto en la agenda del gobierno pero ha encontrado sus límites en sus propias direcciones, lo cual se expresó durante la jornada de este 1 de julio en el marco del llamado a marcha del Confech. Vale decir que hasta horas antes de la manifestación en Santiago y en otras partes de Chile no había claridad sobre la hora de inicio e incluso el lugar.
En Arica la federación de estudiantes de la UTA dirigida por las juventudes comunistas ha sido flanco de diversas críticas debido a su accionar durante las 7 semanas de movilización en la cual mantuvieron la lucha de las carreras parceladas, sin potenciar la lucha que se desplegó durante el primer semestre contra el autoritarismo. De esta forma, las carreras han tenido que enfrentar por si solas la represión académica por la imposición de cierre de semestre, uno de los factores que claramente influyó en la bajísima convocatoria de la FEUT y el Colegio de Profesores a la concentración por la educación pública que se realizó a las afueras de gobernación. Esto último es resultado de un autoritarismo que se perpetua en la universidad y que agobia tanto a estudiantes como a trabajadores. aunque claro está que no es solo la carga académica, son las direcciones y sus estrategias.
Hemos escuchado a las direcciones del Confech, de la CONES, de la ACES y dirigentes sindicales, decir que “no es el momento y que hay que ser realistas”, dirigiendo la fuerza de las masas a pequeñas mesas de negociación que aunque se rodeen de masivas manifestaciones, se hacen humo en el parlamento y en decanaturas, desmarcándose de la pregunta central ¿qué estrategia necesitamos para enfrentar hoy al gobierno y a los empresarios de la educación?
La juventud, les docentes y trabajadores de la educación tienen de conjunto un gran desafío, y es el de forjar una alternativa que busque la unidad efectiva de estos sectores y que apueste por frenar todas las reformas de Piñera y los empresarios, sin confianza en las autoridades ni en los partidos políticos de la ex concertación y ex Nueva Mayoría, que durante años pactaron en contra de la clase trabajadora.
Porque es necesario que este segundo semestre demos vuelta todo y fortalezcamos la organización desde las bases rechazando los discursos de la conformidad que se plasmaron en las palabras de Mario Aguilar (Partido Humanista), de Bárbara Figueroa (Partido Comunista) tras la huelga de Walmart y de las juventudes comunistas y del Frente Amplio que tras siete semanas de huelga, lo único que buscaron hacer es un simple saludo a la bandera, pero nunca buscaron poner al centro del debate el como vencer.
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Fer Morales
Antropóloga Social y poeta Slam