En plena cuarentena los precios aumentaron hasta un 30 %. El Gobierno acordó con los pulpos infocomunicacionales un “congelamiento” hasta el 31 de agosto. El acuerdo incluye suspensión de paritarias y una poco creíble prohibición de despidos.
Martes 19 de mayo de 2020 15:00
En el anuncio realizado este lunes en conferencia de prensa, el presidente del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) Claudio Ambrosini señaló que el Poder Ejecutivo había resuelto, con “acuerdo de las partes”, la suspensión de los aumentos de precios hasta el 31 de agosto del corriente año “con el fin de alivianar la situación de los usuarios y usuarias afectados por la cuarentena”.
Mientras tanto las grandes empresas oligopólicas que dominan el estratégico sector de las telecomunicaciones y la industria infocomunicacional, como Clarín (Telecom, Fibertel, Cablevisión, etc.), Claro o Telefónica-Movistar, quedaron conformes y saludaron que la medida adoptada se haya realizado entre las partes sin necesidad de pasar por el Congreso. Así de sinceros.
La alegría empresaria es más que razonable, ya que además del aumento denunciado por las organizaciones de usuarios del 30 % llevado a cabo sólo durante la cuarentena obligatoria, estos grandes grupos hacen de la “modificación” de precios una constante que afecta directamente al bolsillo (de por sí flaco) de las mayorías trabajadoras.
En el pasado quedaron aquellos anuncios del oficialismo en el Congreso sobre retrotraer las tarifas a los valores de febrero. Lo mismo ocurrió con el “pedido” del presidente Alberto Fernández a mediados de marzo para que las empresas telefónicas retrotrayeran el aumento que habían efectivizado desde el comienzo del mes.
En esa oportunidad las compañías le habían pedido 48 horas para evaluarlo, al tiempo que señalaron la “dificultad” de esa instrumentación ya que los aumentos se encontraban ya reflejados en las boletas de millones de hogares.
Mientras aumenta el deterioro en las condiciones de vida de la mayor parte de la población en el país como consecuencia de la crisis económica en el marco de la pandemia, con medidas como éstas (que llegan intencionalmente tarde), parece confirmarse la misma línea general por parte del Gobierno: asegurar las grandes ganancias empresariales mientras sigue cayendo el salario real de los millones de trabajadores y trabajadoras.
Redacción
Redacción central La Izquierda Diario