Hablamos con Concep Miró, miembro de la secretaría de comunicación de la Intersindical Alternativa de Catalunya, uno de los sindicatos alternativos que convocan la jornada de lucha del 30E en Catalunya en solidaridad con la huelga general de Euskal Herria.
Martes 28 de enero de 2020
Los colectivos que integran la carta de derechos sociales de Euskal Herria, así como los sindicatos y numerosos colectivos por la defensa de las pensiones y por los derechos laborales convocan este jueves una huelga general en el País Vasco bajo el lema de “Trabajo, pensiones y vida digna".
En este marco, sindicatos alternativos y de izquierda, además de numerosas organizaciones políticas y sociales se han sumado a esta jornada de lucha convocando movilizaciones y concentraciones en gran parte del Estado español.
Nosotros aprovechamos esta ocasión para hablar con Concep Miró, miembro de la secretaría de comunicación de la Intersindical Alternativa de Catalunya. Con ella charlamos de esta jornada de huelga en Euskal Herria, pero también de los motivos que han impulsado que se organicen numerosas movilizaciones en solidaridad, como es el caso de Catalunya, de la realidad particular que se está viviendo en aquí o de la deriva reaccionaria del Régimen entre muchas otras cuestiones.
Los sindicatos alternativos de Catalunya se solidarizan con la huelga general de Euskal Herria del 30 de enero. ¿Qué ha propiciado esta convocatoria en solidaridad?
En Euskal Herria disponen de la Carta de derechos sociales, una herramienta de trabajo por la justicia social y que aglutina movimientos y sindicatos por la defensa de estos derechos. A partir de aquí han impulsado esta huelga general del 30 de enero por la defensa de una vida digna y todo lo que ello comporta. Una lucha por un sueldo digno, acabar con la pobreza, pensiones públicas que haga que todo el mundo pueda llegar a final de mes o el ajuste de las financiaciones para que los servicios públicos lleguen a toda la población, entre otras muchas cuestiones. Y es evidente que las reivindicaciones que han llevado a Euskal Herria de tomar la decisión de que había que dar un paso más en la lucha son totalmente compartidas desde el sindicalismo combativo de Catalunya.
Desde aquí compartimos también que toda esta situación de retroceso está encorsetada en un marco legislativo del Estado español que está impidiendo que podamos avanzar en la conquista de nuestros derechos. Un ejemplo es el pacto de Toledo con el tema de las pensiones. El Gobierno español tiene un discurso de que las pensiones públicas no son sostenibles y que hacen falta planes privados. Es un discurso falso y nos tenemos que oponer a través de la lucha. Y en el mismo sentido, existe también una gran precariedad salarial y unas condiciones laborales muy malas. Hasta que no se tumben las reformas laborales tan bestias que se han aprobado en años anteriores la patronal apurará las cláusulas del marco legal que hacen que las contrataciones sean precarias, que se pueda despedir por absentismo a trabajadores y trabajadoras que están en situación de baja médica,… Por otro lado, la negociación colectiva está totalmente recortada. Ahora negociar es simplemente informar a los sindicatos que las empresas quieren modificar algo, no existe la negociación. Por lo tanto, hay que derogar este marco legislativo que posibilita todo esto.
Además, todo este marco legislativo viene acompañado de una grave situación de represión. Cualquier persona que intente cuestionar este sistema se encuentra represaliada. Por ejemplo, la ley mordaza ha hecho que tengamos toda una serie de sindicalistas y activistas imputadas, juicios pendientes,…
Nosotros compartimos absolutamente todo este trasfondo que ha motivado la convocatoria de huelga general del 30 de enero en Euskal Herria. En Catalunya no podemos quedarnos indiferentes. Todas las movilizaciones que estamos organizando son con los mismos objetivos. Si en Euskal Herria han dado el paso de convocar una huelga, nosotros nos sentimos emplazadas a movilizarnos porque compartimos esta lucha y somos víctimas del mismo marco legal y de la misma represión. Y a partir de este llamamiento que se hace en Euskal Herria, todos los territorios, movimientos sociales y el sindicalismo alternativo y de clase nos estamos sumando y articulando en una serie de acciones unitarias. Aquí en Catalunya hemos hecho un manifiesto unitario y se han consensuado acciones para este jueves en diferentes puntos del territorio.
¿Con el nuevo Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos las condiciones laborales seguirán el mismo curso que se dicta desde Bruselas?
Para muchos parecía que la entrada de un nuevo partido en el Gobierno del Estado quizás podría dar alguna realidad con medidas concretas y algunos sectores del activismo han bajado la guardia, quedándose a la espera de que quizás las instituciones harán algo solo porque hay un cambio de color en el Gobierno. Nosotros somos de la opinión que no se puede bajar la guardia y que la lucha está en la calle. La lucha se gana en las calles, no en los despachos. Nosotros como fuerza sindical hemos ido viendo que la lucha tiene que ser de base, es una carrera de fondo que no se puede supeditar a los cambios de color político y que duran muy poco. Hay que seguir con la lucha porque normalmente las promesas electorales no acaban siendo realidades. Por lo tanto, independientemente del color de las fuerzas políticas que gobiernen, la lucha, que viene de tiempo atrás, la tenemos que ir continuando y no puede desfallecer.
En Catalunya pasa más de lo mismo. ¿Los presupuestos entre el Govern y los comunes pueden suponer un gasto a la altura de las necesidades sociales?
Ahora mismo parece que quieren intentar buscar la complicidad del máximo de agentes para intentar aprobar estos presupuestos catalanes. Habrá que ver hasta donde llega este acuerdo entre ERC y JxCat con los comunes.
A nosotros nos crea desconfianza que el conseller de Funció Pública convoque una Mesa General de negociación donde explicará a los sindicatos la negociación de los presupuestos de la Generalitat. Esto es extraordinario y tiene un punto de ridículo. ¿El conseller tiene que ”explicar” a los trabajadores y trabajadoras públicos qué presupuestos están negociando “ellos”? ¿En una Mesa de Negociación de Función Pública donde tenemos que poder negociar derechos de los trabajadores y trabajadoras públicos vienen a informar cuando ya lo tienen todo decidido? Y esto lo están intentando hacer en otros muchos espacios.
Además tenemos la amenaza de la Ley Aragonés que afectará los servicios sociales, sanitarios y de la educación. En estos tres sectores la precariedad laboral será espectacular porque pretenden externalizarlos. Pero, encima, estos sectores ya tienen unos convenios colectivos muy malos. No solo cobrarán menos, sino que, además, estos trabajadores y trabajadoras tienen menos derechos laborales.
Aun así, el Gobierno de la Generalitat ya externaliza sectores de servicios desde hace décadas. ¿Es así? ¿Se trata entonces de una profundización de la precariedad laboral en todos los niveles?
Sí. En sanidad tenemos una parte pública y desgraciadamente se han ido externalizando ya algunos sectores. En la educación el marco de escuela concertada en Catalunya es muy potente. En Barcelona el 60% de la enseñanza obligatoria es concertada y el 40% es pública. En comarcas es a la inversa, pero también con un alto porcentaje de escuela concertada. Un concierto no deja de ser una casi externalización y por tanto ya venimos de una tradición de la cual el Gobierno catalán no tiene la voluntad de revertir.
Y en cuanto a los servicios sociales en 2007 se publicó la Ley de Servicios Sociales en Catalunya donde se reconocía que los servicios sociales eran un derecho universal para las personas. Justo aquel Gobierno del Tripartit “de izquierdas” ya planteó la externalización como modelo de gestión. Los servicios sociales catalanes ya nacieron externalizados.
Por otro lado, el Régimen está mostrando cada vez más su cara antidemocrática. ¿Se puede decir que la convocatoria del 30 de enero excede del plano laboral y pone también el eje en las demandas democráticas?
Estamos en una situación en que cualquier acción de movilización que se convoca visibiliza esta situación de represión. Por cualquier movilización que convoques te encuentras la BRIMO, te cierran el Parlament,... El Régimen del 78 mantiene esta sombra alargada en que cualquier opinión que sea divergente y que quiera ser diferente será atacada, perseguida e imputada. Y tenemos toda una serie de personas que lo están sufriendo en primera persona. La interpretación de cualquier opinión que sea divergente puede llegar a ser alta traición y se está juzgando a personas por su opinión crítica y democrática.
Personalmente creo que el denominador común de la convocatoria de huelga y las movilizaciones por el 30G es claramente laboral y por los derechos colectivos. Si miramos la plataforma reivindicativa de Euskal Herria es básicamente de derechos sociales. No obstante pueden salir lecturas superficiales asociando los sindicados independentistas de Euskal Herria con una huelga de contenido político. Pero esto es la lectura que han hecho algunos sindicatos que tienen representación en el resto del Estado.
A partir de aquí, no es contradictorio ni excluyente reivindicar también una respuesta a las demandas democráticas en la jornada de este jueves. Todas las huelgas y todas las acciones tienen un lugar y un momento. Que sea el 30 de enero del 2020 no es accidental. Hemos llegado a este 30 de enero en un momento político y en una secuencia de gobiernos y desgobiernos concreta. Por lo tanto, no es lo mismo hacer esta huelga por las pensiones ahora que hace cuatro años. El contexto económico, social, sindical y político es diferente. Ahora mismo hay una carga política muy grande. Y una movilización como una huelga general convocada ahora tendrá inevitablemente una carga política. Estamos en un momento en qué todo está judicializado, las relaciones sindicales y las movilizaciones en la calle también están judicializadas. No lo podemos negar, una huelga general ahora tendrá un contenido político.
Y después del 30 de enero, ¿como se puede avanzar para seguir con la lucha?
Nosotras la primera reacción que tuvimos el otoño pasado cuando los compañeros y compañeras de Euskal Herria nos dijeron que tenían la intención de convocar huelga general en enero de 2020 fue la de pensar que quizá en Catalunya no era el momento. Pero inmediatamente la segunda fue que nosotros también teníamos que movilizarnos. La tercera reacción nuestra es pensar que el 30 es el inicio de un camino a seguir y quizá convocar futuras huelgas. No lo descartamos. Las reivindicaciones las compartimos y tenemos la necesidad de continuar la lucha.