El programa Conectar Igualdad tuvo fuertes críticas durante toda su implementación durante el Gobierno K. Con Macri, se despiden trabajadores, y se pacta un acuerdo millonario con Microsoft.
Jueves 7 de julio de 2016 12:46
El programa de distribución de netbooks Conectar Igualdad, comenzó a funcionar en el año 2010 a través del decreto N° 459/10 establecido por Cristina Fernández de Kirchner.
Desde su creación, más de 5 milllones y medio de netbooks fueron entregadas a docentes y estudiantes de las escuelas públicas de todo el país. El financiamiento de este programa provenía de la reasignación de partidas presupuestarias del Presupuesto Nacional, con una inversión aproximada de 4 mil millones de pesos.
Repartidas en 11.476 establecimientos, 4.544.033 fueron destinados a escuelas secundarias, 290.205 a Institutos de Formación Docente y 165.762 a Escuelas de Educación Especial.
Contaba con una planta de 1100 trabajadores aproximadamente, y en cada provincia, con su propio equipo territorial, que implicaba soporte y formación docente. Los trabajadores estaban contratados bajo la modalidad de “contratos con universidades”.
"Se colgó el sistema...”
Durante su implementación, el programa recibió fuertes críticas por diversas irregularidades, principalmente, por el mal funcionamiento de los equipos.
Se presentaron numerosos problemas: teclados, pantallas, al igual que el soporte técnico. A esto, se le sumó la cantidad de usuarios que reclamaban diariamente por la reparación de las notebooks a través de la página Facebook Conectar-Igualdad.
A principios del año 2015, entre 1,2 millones y 1,6 millones de netbooks estaban fuera de funcionamiento, rotas, bloqueadas, fallas en los discos rígidos o a la espera del servicio. La acumulación de netbooks tanto en las direcciones de las escuelas como en los depósitos de los servicios técnicos es una prueba de ello
La implementación de las TIC en el aula presentó diferentes problemáticas como la infraestructura tecnológica, y la ausencia de un referente técnico en las escuelas. En cuanto, al acceso a internet, red interna y netbooks las escuelas primarias fueron menos equipadas que las secundarias.
También existieron dificultades en su aplicación. Si bien se realizaron capacitaciones, no llegaron a todos los docentes. Por lo tanto, recaía en el ingenio de cada uno, en su propia capacidad tecnológica, y en su disposición horaria como agente “multiplicador”, la implementación en las escuelas.
El ajuste en educación
En marzo de este año, el macrismo sacó un decreto que establecía que todos los programas que tuvieran convenios con universidades, debían suspender los contratos. Así sucedió con Conectar Igualdad, dejando sin funciones a más de 60 trabajadores del Equipo Central que coordinaba el programa en todo el país, y más de 1000 en las provincias.
El ministro Esteban Bullrich transfirió la continuidad del plan a cada provincia, dejando librado a la suerte de cada una si invierte o no en el mismo. Esto significó un vaciamiento del programa y despidos de trabajadores. Conectar Igualdad dependía de la ex Secretaría de Educación; su gestión se hará desde ahora de Educ.ar.
Durante el gobierno de CFK los trabajadores de Conectar Igualdad venian peleando contra la precarización laboral y por el pase a planta. Este tipo de contrato “basura”, terciarizado a través de universidades, permitió que el macrismo tuviera vía libre para suspender los contratos.
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Un plan millonario para unos pocos
Se abre un nuevo escenario, detrás de los despidos: una oportunidad millonaria para las compañías que trabajan en la educación online. “Por lo pronto, Microsoft será la estructura de software base, aunque hay que ver cómo Google y Facebook se plantan para no perder protagonismo en potenciales acuerdos con el gobierno argentino", señaló una fuente vinculada al macrismo a iprofesional.com.
La gestión de Cambiemos comenzó su relación con Microsoft en 2013, cuando el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ingresó a la "Alianza por la Educación", promovida por la empresa de Bill Gates y firmada en Argentina por Andrés Ibarra, entonces ministro de Modernización de la Ciudad de Buenos Aires.
A principios de 2016, cuando el presidente Macri viajó al Foro Económico de Davos, la relación con Microsoft volvió a estrecharse durante la reunión que mantuvo con su CEO, Satya Nadella. Este ingeniero le ofreció al líder del PRO el programa Shape The Future, que consiste en paquetes de software educativo para 10 millones de alumnos y programas de capacitación online para un millón de docentes. De esta manera, se podrá desplazar al sistema operativo de software libre “Huayra “basado en Debian GNU/Linux producido en Argentina y adoptar los productos de la gran empresa tecnológica en el ámbito nacional.
Por lo tanto el estado pierde no solo la capacidad de generar sus propios programas técnicos alternativos, sino que vuelve a depender de las corporaciones multinacionales, a la vez que entrega datos sensibles del Estado nacional (y sus ciudadanos) a empresas -como la de Gates- confirmadas de cooperar con los gobiernos para espiar a sus usuarios.
Este es un ejemplo más de la política del Gobierno de Macri de hacer negocios millonarios con la educación pública en beneficio de empresas multinacionales como Microsoft.