Hoy se reúne la Comisión Mixta de Seguimiento para tratar las adendas presentadas por la Red Federal de Afectados al plan de inserción de los investigadores despedidos en las Universidades Nacionales. Publicamos la declaración de la agrupación Docentes e Investigadores de Izquierda en La Marrón.
Martes 26 de septiembre de 2017 00:00
El martes pasado y luego de ocho días de toma del Ministerio de Ciencia y Tecnología, el ex kirchnerista hoy macrista ministro Lino Barañao, propuso la reapertura de las reuniones de la Comisión Mixta de Seguimiento (CMS) a condición del levantamiento de la toma. A pedido de la Red Federal de Afectados (RFA) y con el acompañamiento de Jóvenes Científicos Precarizados (JCP) y ATE-Conicet, la asamblea aceptó levantar la toma del hall ministerial para dar lugar a una nueva instancia de negociación con las autoridades.
Al finalizar dicha reunión la RFA y las organizaciones que forman parte de la CMS (JCP, ATE, CYUA, CONADUH, CONADU, CYTAS y Becarios Empoderados) informaron a la asamblea el contenido del acta que habían firmado, pasando a cuarto intermedio la reunión para este martes. Allí mismo, convocaron a una nueva movilización al Ministerio en su apoyo.
El contenido del acta firmada por las organizaciones tiene tres puntos centrales: la extensión del plazo para que los investigadores firmen el acuerdo de su instalación en alguna Universidad Nacional (el plazo original vencía el 30 de septiembre y se extendió hasta el 13 de octubre); el compromiso por parte de las autoridades del Ministerio de analizar las adendas que realizara la RFA respecto de las condiciones de esta instalación; la solicitud por parte de las organizaciones presentes de que el Ministerio averigüe e informe la situación de los 63 investigadores que aún no se han postulado para insertarse en ninguna Universidad Nacional ni organismo de Ciencia y Técnica.
Lo que logró la toma
Las principales demandas que los afectados formularon como adendas a la propuesta de reinstalación de los investigadores despedidos en Universidades Nacionales eran: la estabilidad laboral en el cargo que ocupen en la Universidad de destino; la igualdad salarial respecto del cargo que les correspondería en Conicet; y el respeto de las líneas de investigación con las que se presentaron al concurso pertinente y que son el producto de su trayectoria como investigadores. Fue la negativa a atender estas demandas y la afirmación por parte del Ministerio de que no se comprometía a garantizar el presupuesto necesario para abonar los salarios de los investigadores, lo que derivó en la ocupación pacífica del hall del MinCyT el martes 12/09.
En este sentido, la toma de una semana logró extender los plazos de negociación, pero no logró imponer estas demandas. La propia reapertura de las negociaciones terminó siendo un objetivo de la lucha, objetivo que se conquistó gracias a la votación de la asamblea del día lunes. En ella se ratificó la toma, luego de discusiones durante el día con sectores que consideraban que era hora de levantarla.
Aquí reside un primer doble balance de esta medida. Por un lado y pese a la propaganda que hizo Barañao respecto de lo inocuo que le resultaba la toma, se sigue demostrando que es la acción directa la que obliga, al menos, a la negociación. Por otro, que las muchas acciones que se realizaron como charlas, ruidazos, conferencias de prensa, ferias de ciencias y eventos artísticos, fueron muy importantes para sostener la toma, pero no lograron concitar la adhesión activa de amplios sectores de la comunidad científica que extendieran y masificaran el conflicto. Esa falta de masividad (que incluye también lo que sucedió en otras provincias del país) tiene explicación.
Saldo de diciembre de 2016
Al finalizar el conflicto en diciembre del año pasado, la toma logró evitar que los despedidos quedaran en la calle (como era el plan original de Barañao, pese a que ahora divague sobre programas para llenar las universidades de investigadores). Pero el ministro logró imponer algo importante: el desacople entre el conflicto contra el ajuste en Conicet y el conflicto contra los despidos. Esto hizo que las nuevas rondas de negociaciones se centraran pura y exclusivamente en el destino de los investigadores afectados. En síntesis, logró separar la lucha contra el ajuste (que tiene su expresión en el recorte en los llamados a becas, en subsidios y en el nuevo techo a los ingresos) del destino de los afectados, que es el eje de las negociaciones actuales -eje en el cual el destino del Conicet ha quedado excluido-.
Esta división es la que ahora hay que atacar, volviendo a acoplar una cosa con la otra, ensamble que no puede ser retórico, sino que tiene que volverse activo en el reclamo y en las formas de organización. Para eso contamos con una fortaleza: el saldo organizativo que la gran lucha de diciembre dejó, no sólo en Buenos Aires, sino en distintos Centros Científicos Tecnológicos (CCT) del país. Hay que volver a ponerlo activo reforzando los mecanismos democráticos, para que aquellos que son convocados a apoyar las medidas sean también sujetos de construcción de las demandas y de toma de decisiones.
Una primera medida es que los que asisten a la Mesa de Negociación lo hagan con mandatos discutidos en asamblea y que las acciones a llevar adelante se gesten en el debate en las asambleas. Éstas son los organismos más amplios y democráticos donde participan los afectados directos y el resto de los becarios e investigadores, ya sea que estén agrupados o no agrupados.
Las asambleas no pueden quedar reducidas al mero acompañamiento y solidaridad, sino que deben ser capaces de organizar la amplia unidad de becarios e investigadores en una lucha democrática donde la decisión y el involucramiento masivo permita discutir de qué modo se articula el objetivo de los directamente afectados, con los objetivos más amplios de derrotar el ajuste en CyT.
Macri: el límite de las luchas sectoriales y del milagro de octubre
Hay otra diferencia respecto de diciembre: durante lo que va de 2017, el macrismo viene mostrando una dureza y una escalada represiva con las luchas sociales de envergadura. El caso de Santiago Maldonado es la muestra más brutal de eso. En este contexto, parece poco probable torcer el curso del ajuste sin plantearnos una estrategia seria de alianza con otros sectores en lucha. ¿Por qué no convocar a organizaciones sindicales combativas, movimientos sociales, a las organizaciones universitarias que se reivindican de lucha, a una reunión democrática para discutir un plan de acción para frenar el ajuste? ¿Por qué no derribar cualquier cerco mediático sobre nuestra lucha con acciones de protesta como cortes de calles y marchas unitarias?
La dureza del Gobierno transforma la búsqueda de alianzas en una necesidad. No alcanza con invitarlos a traer su saludo a la asamblea o la toma, tenemos que buscar las formas en las que la lucha del Conicet fortalezca otras luchas y se fortalezca junto con ellas.
En este camino, uno de los actores a los que hay que interpelar en forma inmediata son los gremios de docentes universitarios: pese a que tanto la Conadu como la ConaduH forman parte de la Mesa de Negociación, sin embargo no se ha discutido con ellos un plan de lucha de la docencia universitaria en apoyo al Conicet (siendo que la gran mayoría de los investigadores son docentes universitarios). En toda la semana de toma, no ha habido asambleas en las Facultades para discutir la situación y planificar el involucramiento de los miles de docentes universitarios en nuestra lucha. Lo mismo sucede con ATE-Conicet a nivel nacional. Mientras los compañeros y compañeras de internas combativas de ATE-Conicet han sido parte activa y sostenida de la toma, el sindicato como tal no ha jugado ningún rol determinante. Los paros que ha llamado han sido más bien testimoniales en la medida en que no se han hecho asambleas en los lugares de trabajo en todo el país para discutir un plan de lucha de los trabajadores del Conicet en su conjunto: ¿Qué pasaría si en lugar de tener el hall del MinCyT tomado, el ministro Barañao se encontrara con un paro real de toda la estructura estatal de Ciencia y Técnica?
Estos debates abren la posibilidad de fortalecer al movimiento e involucrar a miles de afectados indirectos del ajuste, para que se sumen a un movimiento que necesita ser cada vez más amplio y cada vez más democrático.
Por último, otra diferencia respecto de diciembre reside en el accionar de las organizaciones kirchneristas: en esta toma, se jugaron a llevar hasta el final su idea de que al ajuste de Macri se lo derrota en las urnas de octubre. Más allá de que la pura estrategia de las urnas ya mostró toda su debilidad (no sólo por el resultado electoral sino por la actuación parlamentaria de los propios legisladores kirchneristas), como apuesta hace que un sector importante de becarios e investigadores se sienta impotente ante un ajuste que avanza.
Los pequeños logros que vienen obteniéndose en Conicet, con todas sus contradicciones, son sin lugar a dudas el producto de la lucha y de la persistencia. Ese es el camino que hay que fortalecer con la mayor amplitud para construir frentes únicos y la mayor democracia para involucrar a cada vez más compañeros y compañeras como sujetos de decisión.