Las y los trabajadores de las plantas automotrices y autopartistas no somos únicamente un número estadístico ni el botín de algún supuesto representante sindical de la CTM, CROC, CJM o CATEM que pretenden hacerse de un puesto político.
Martes 6 de abril de 2021
Ha pasado un año de pandemia y nos acercamos a la segunda conmemoración del Día del Trabajo bajo las condiciones que implica la “nueva normalidad” y las limitantes que pretenden imponernos para organizarnos por fuera de los charros y las voces patronales; un año en el que hemos sufrido los contagios y las pérdidas de compañeras y compañeros cercanos, de familiares y amigos.
En distintas plantas alrededor del país se viven diferentes realidades, pero sin duda podemos ver claramente que no tenemos una voz que defienda nuestros derechos y que seguimos respondiendo a un sistema de producción que prioriza las ventas por encima de la calidad de vida y de salud de los y las millones de obreros.
Distintas realidades
GM
Desde el comienzo de la pandemia hemos denunciado las pésimas condiciones en las que nos han sometido en el Complejo Silao de General Motors, en donde no hay protocolos de seguridad sanitaria e incluso nos cortaron el agua en los baños
Debido a esto desde la agrupación Generando Movimiento nos dimos a la tarea de dar un seguimiento y tratar de identificar a contagiados y a nuestros compañeros fallecidos, quienes lamentablemente ya suman 19 según nuestras cifras ya que si hay más la planta toma acciones para ocultarlos.
Gracias a estas denuncias hemos logrado obtener algunas mejorías. Recientemente el sindicato Miguel Trujillo López de la CTM está obligando a los trabajadores a acudir a cursos sobre la legitimación del Contrato Colectivo de Trabajo, tratando de convencer de que se les otorgue el voto para seguir teniendo la titularidad de nuestro contrato.
Pero son esos representantes los culpables de nuestros 19 compañeros fallecidos y de la enorme pérdida de derechos en nuestra planta, por eso con las denuncias desde Generando Movimiento hemos logrado pequeñas mejorías como recuperar la hora de comida, que la empresa no nos quite las vacaciones sin autorización y que no estemos obligados a cumplir con un día de trabajo gratuito como muchos años se ha hecho.
Nissan
En las plantas de Nissan Aguascalientes donde se agrupan alrededor de 8 mil trabajadores que han pasado ya por experiencias de lucha, las cosas son diferentes.
Desde el inicio de la pandemia se instauró un protocolo: los contagiados se van con 100% de salario, se entregan dos cubre bocas al día, gel antibacterial y antiséptico.
A pesar de estas medidas los contagios no han podido detenerse, debido a las grandes aglomeraciones y algunos compañeros han salido positivos al virus, la empresa otorga una ayuda económica de 11,500 pesos que para enfrentar los gastos de contraer el virus es bastante poco, considerando que hay tratamientos que rebasan los 40 mil pesos por persona, un tanque portátil de oxigeno oscila entre los 7 mil y los 11 mil pesos y el costo por internarse en un hospital es en algunos casos de más de 100 mil pesos.
El sindicato adherido a la CTM no otorga ningún tipo de ayuda a los contagiados.
Volkswagen
La empresa de VW no ha sido la excepción de apuntarse a esta urgente necesidad de vender, de cubrir sus grandes deudas del dieselgate y continuar atascando la nueva normalidad de autos. Pero nunca se preocupó por mantener buenas condiciones de retorno de sus trabajadores, aprovechando las negligencias del IMSS en poner unas condiciones laxas y dejando las decisiones a la “buena voluntad” de la empresa; aunado con la mala calidad de vida que tienen la mayoría de los trabajadores, la empresa aprovechó para sacar su lado más autoritario y amenazar a los trabajadores con despidos si no cumplían una serie de reglas que, por la naturaleza y las exhaustivas condiciones de las operaciones, se dificultaba su labor diaria de ensamble.
Hoy vemos ya los resultados de sus logros, muertes, accidentes y conflictos que tan solo alrededor de donde podemos conocer además de una pequeña parte del segmento KS1 Y KS3, han muerto alrededor de 15 compañeros, sin contar los de las otras áreas de producción. Un volumen de muertes que en otros años no era tan notorio.
Desgraciadamente, a pesar de que no se puede descartar la afectación, recordemos que el primer brote fue por un empleado de confianza que trajo el virus a Puebla y que posteriormente directa o indirectamente de las actividades, por el volumen de gente y diferentes trabajadores que pueden tener o no condiciones óptimas de trabajo o seguridad social pues se esparció, todo esto fue menos preciado por la empresa y simple y sencillamente para ella fueron muertes naturales y sin ninguna responsabilidad.
Una misma lógica de producción
Se cumplió ya un año de una prioridad de ensamblar autos tan necesarios para su exportación y ganancias, pero con una plantilla de trabajadores cada vez más vulnerable a la coyuntura que vamos viviendo.
Es evidente que en las 3 armadoras transnacionales existe una misma lógica de producción que no incluyó dar prioridad a la vida de los empleados bajando los ritmos de producción; las plantas han seguido a full durante el año de pandemia por covid-19, donde millones de humanos han contraído la enfermedad.
Así mismo, las condiciones políticas y el servilismo de los partidos en el poder a estos intereses privados han apretado a las y los trabajadores contagiados a jugarse la vida en un Seguro Social cada vez más desmantelado en donde médicos y enfermeras también han muerto y sufrido contagios, o a endeudarse y perder ahorros pagando lo poco que se tiene a clínicas privadas que lucran con una de las pandemias más importantes y peligrosas de la historia.
Una salida obrera
Desde el comité de industriales del Movimiento Nacional Contra la Precarización y los Despidos invitamos al resto de las y los trabajadores industriales del sector automotriz a no caer en la trampa electoral que ya se está cocinando en todo el país para el próximo 6 de junio y a que nos organicemos de manera independiente y democrática junto a las y los trabajadores de otros sectores como el de salud para definir un plan contra la pandemia que ponga el sistema de salud al servicio de todos y nuestras familias, que ponga fin a las muertes y a los contagios, y que revierta la crisis económica a la que nos han llevado tanto el actual gobierno como las administraciones pasadas.
Organicemos el movimiento obrero.