El estudiante normalista lucha porque se revierta definitivamente su baja de la Escuela Normal Superior de México (ENSM), que decretó el director de esta escuela en agosto pasado como represalia política. Cientos de estudiantes, maestros y trabajadores de distintos estados del país y el extranjero se han solidarizado con el activista.
Jueves 15 de octubre de 2015
Este 15 de octubre está programada, en un tribunal federal, la audiencia constitucional en el juicio de amparo que interpuso el estudiante normalista Aldo Santos, colaborador de Izquierda Diario y militante del Movimiento de los Trabajadores Socialistas (MTS) , contra la decisión de las autoridades de su escuela de expulsarlo.
El juez de distrito en materia de amparo que lleva el caso ya decretó la “suspensión provisional” de esta medida represiva, al considerar que podría haber violado los derechos humanos del estudiante, por lo que actualmente éste sigue siendo alumno de la ENSM. Pero aún está pendiente una resolución definitiva.
Como parte de la campaña contra la expulsión de Aldo Santos y la represión a los estudiantes normalistas se ha difundido la denuncia de su caso en diversas escuelas y por las redes sociales; se hizo un mitin en la Dirección General de Educación Normal y Actualización del Magisterio y se han recolectado cientos de firmas solidarias de estudiantes, trabajadores y organizaciones de diversos estados del país y el extranjero. El MTS propone redoblar esta campaña hasta lograr la reinstalación definitiva de Aldo Santos en la ENSM y que cese la represión política contra los estudiantes y luchadores sociales.
Alto a la represión a los que luchan
Este caso no es aislado. En los últimos meses, el desprestigiado gobierno de Peña Nieto ha recrudecido la represión en contra del movimiento estudiantil, el magisterio y otros sectores que luchan.
Ya son varios los casos de activistas dados “de baja” de sus escuelas por supuestos criterios “académicos”. Hace unas semanas, la represión a las normalistas de Panotla, Tlaxcala y después a los de Tiripetío, Michoacán, demostró que a un año de la desaparición de los 43 de Ayotzinapa, el régimen continúa con su política de reprimir brutalmente al normalismo. Lo mismo que a los maestros de la Corrdinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), sobre quienes recaen órdenes de aprehensión y a quienes amenazan con descuentos y despidos si paran.
En las normales del D.F. se comienza a plantear la necesidad de impulsar un gran Encuentro Nacional de Estudiantes Normalistas, urbanos y rurales, para discutir en común cómo enfrentar la represión, defender al normalismo y la educación pública, así como lograr la presentación con vida de los 43, junto a sus padres y los maestros de la CNTE. En la lucha contra las reformas estructurales de Peña Nieto y los partidos patronales, el normalismo debe decir: ¡Presente!