En solo 72 horas se reportaron 22 desaparecidos en el estado de Guerrero, esto incluye el secuestro de 17 personas en el pueblo de Arcelia y 5 maestros de la Secundaria Técnica de la población Santana del Águila.
Jueves 14 de enero de 2016
Nuevamente los índices de violencia en el estado de Guerrero vuelven a alarmar con la desaparición de 22 personas reportadas, en tan solo 72 horas. Las victimas de desaparición corresponden en primer lugar a 17 personas secuestradas en el pueblo de Arcelia, el pasado sábado 9 de enero, mientras se dirigían a una boda en un camino rural cerca del municipio, quienes según testigos fueron llevadas por un comando armado.
Arcelia es un municipio de Guerrero ubicado a seis horas de la ciudad de México, muy cerca del municipio de Tlatlaya, Estado de México, donde en junio del 2014 el ejército mexicano asesino a 22 personas de las cuales al menos de 11 se comprobó la ejecución. La bodega donde ocurrió dicho crimen se encuentra más próxima a la población de Arcelia que de Tlatlaya y varias de las víctimas eran originarias de ahí.
Además de las 22 desapariciones, el domingo 10, las autoridades encontraron los cuerpos sin vida de tres vecinos de la población. Ante estos hechos el pasado 13 de enero pobladores de Arcelia se manifestaron para exigir la aparición con vida de los desaparecidos y el cese a la violencia en el municipio y el estado.
Los principales afectados por la violencia son los trabajadores
A los hechos del fin de semana se sumó el secuestro de cinco maestros de la Secundaria Técnica número 114, ubicada en la comunidad de Santana del Águila, municipio de Ajuchitlán del Progreso en Guerrero, el pasado lunes 11 de enero.
Las fuentes declaran que un comando armado subió a los docentes a la fuerza a un vehículo que se encontraba a las afueras del plantel. Al ocurrir los hechos se narra que los padres acudieron a llevarse a sus hijos del plantel.
Guerrero es el estado que concentra la mayor tasa de homicidios dolosos a nivel nacional, llegando a la cifra de 51.2 asesinatos intencionados por cada 100 mil habitantes, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, Guerrero ha encarnado las muestras más brutales de la degradación del régimen político, donde la asociación de las instituciones Estatales y los políticos del régimen con el narcotráfico, han llevado a una alarmante elevación de los niveles de violencia. Homicidios, desapariciones, desplazamientos forzados aunados a la violación sistemática de los derechos humanos por parte de los agentes del Estado han acompañado la implementación de la estrategia de seguridad mexicana, que implica la militarización del estado.
La justificación de la militarización
El crimen de Iguala, ocurrido el 26 de septiembre del 2014, donde desaparecieron 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa con la participación de la policía municipal, estatal y federal a lado del ejército, es la mayor muestra de esta degradación.
A ello se suma la violencia ejercida directamente como método de disciplina a los sectores que luchan, principalmente dirigida, en el último periodo, al magisterio que lucha contra la reforma educativa. La militarización del estado de Guerrero ha sido la respuesta a este descontento que empalmó con el cuestionamiento al régimen por la desaparición de los 43 normalistas.
Ante las 22 desapariciones recientes Peña Nieto afirmó que su gabinete de seguridad se enfocara en el estado de Guerreo para fortalecer las medidas de seguridad. De esta manera la política de militarización del país –dictada desde el imperialismo norteamericano- continúa y se profundiza. Mientras los niveles de violencia continúan en acenso la militarización es usada para la represión a los sectores descontentos y como garantía de la aplicación de las reformas estructurales y el despojo.