Los Cordones Industriales fueron coordinadoras territoriales de sindicatos y fábricas que nacieron con el objetivo de enfrentar el boicot económico de la derecha, los empresarios y el imperialismo, y encabezar la llamada “batalla de la producción”. Los cordones fueron estructuras de organización obrera afincadas por avenidas de producción económica, en torno a las grandes vías de la capital chilena, de tránsito de mercancías, con un fuerte impulso a la solidaridad de clase, la acción directa y la autogestión. Dominaban el territorio en que se encontraban, de modo tal que el control obrero se traspasaba de la fábrica a la ciudad. Aún hay información escasa de los cordones, se sabe más de aquellos que eran más grandes y políticos: los cordones de Cerrillos-Maipú constituído en junio de 1972 y el de Vicuña Mackenna constituído en octubre de 1972
Sobre el Cordón Recoleta se sabe poco. Sin embargo la emisión del documental “La batalla de Chile” en televisión abierta en 2021 como aniversario del golpe militar del 11 de septiembre de 1973 revivió experiencias y relatos de sus protagonistas. Hoy podemos decir que el Cordón Recoleta jugó un papel clave en el abastecimiento de la zona norte de la capital entre poblaciones y campamentos a pesar de su corta duración como tal.
El Cordón Recoleta fue formado tras recibir delegados del Cordón Cerrillos-Maipú y Vicuña Mackenna
Las empresas que agrupaba el Cordón Recoleta eran principalmente talleres y empresas textiles. Dentro del territorio la empresa más estratégica era la empresa del rodado (buses de pasajeros) Vía Sur. La cual en octubre es traspasada al Área de Propiedad Social. Otras empresas eran la empresa Beltrán Ihlarreborde, empresa Productora Plas. Plástico, empresa Osvaldo Elías Hermanos, empresa Beltrán Ilharreforme, empresa Telas El Castillo, empresa Textil Maysa, y empresa Laborne Hermanos. Comparando los estudios de René Urbina y Robert Moss el cordón se iniciaba por el sur por el Río Mapocho hasta el inicio de la población La Pincoya (actualmente Huechuraba). Tenía dos arterías principales: la avenida Recoleta y avenida El Salto, de sur a norte y la avenida Valdivieso de este a oeste. El cordón tenía cercanía con el cordón Mapocho-Cordillera por el sur y Conchalí por el oeste donde destacaba la empresa Metalúrgica Sec.
(Cartografías de la Memoria, Mapa del poder popular 1: El espacio de producción, 2019)
Tomás Pizarro fue el presidente del cordón. Cuenta que el Cordón Recoleta se creó en 1973 como consecuencia de la llegada de delegados de los cordones Cerrillos-Maipú y Vicuña Mackenna. Ambos cordones traían la idea de la coordinación territorial y obrera para enfrentar el boicot y encabezar la batalla de la producción. Hernán Ortega y Armando Cruces sostienen reuniones y asambleas con las empresas del pequeño cordón. La directiva de la asamblea del cordón quedó presidida por Tomás, y compuesta también por: Juan Quilodrán (del sindicato Industrial de Telas El Castillo), Juan Esforza (del sindicato de la Textil Maysa) y Juan Bastidas (profesor miembro del SUTE y delegado vecinal del cordón).
Sandra Castillo y Sebastián Leiva ubican la aparición del cordón en julio de 1973 como respuesta al frustrado golpe militar conocido como “Tanquetazo” del 29 de junio de 1973.
Algunas referencias:
(Entrevista a Tomás Pizarro, presidente Cordón Recoleta en 1973)
Abastecimiento y alianza con poblaciones y campamentos
Era más pequeño que otros cordones, pero contaba con una enorme cantidad de poblaciones y campamentos distribuidos en todas las comunas mencionadas, entre las avenidas Independencia y el Salto hasta lo que conocemos hoy por Américo Vespucio Norte. La zona norte de la época comprendía las comunas de Recoleta, Huechuraba, Conchalí y Renca. El cordón logró coordinar el abastecimiento a través de las cuotas de producción para venta directa al consumidor y por medio de las Juntas de Abastecimiento y Precio. En 1973 el grado de coordinación de economía controlada por los cordones permitió a pobladores de la zona norte adquirir televisores "Antu" de la Industria Radiotelefónica, productos textiles, cerrajería, línea blanca y otros. Según Tomás Pizarro varias empresas del cordón estuvieron tomadas asegurando la venta directa. En otras los patrones ceden y permiten el control de los trabajadores y el funcionamiento de la empresa evitando que cayera en el boicot de la oposición.
El territorio se componía además de 10 poblaciones (las más destacadas son la gran Pincoya, Quinta Bella, El Barrero, El Salto, El Polígono) y 10 campamentos (los más destacados son 21 de mayo, F.D. Roosevelt y El Salto-Cerro Sam Cristobal. El cordón tenía contacto con el Consejo Comunal de Campesinos de Conchalí quien organizó en la población Juanita Aguirre una "vega" de venta directa de productos. Otro grupo de campamentos de Conchalí y Renca tenían contacto con el cordón.
(Cartografías de la Memoria, Mapa del poder popular 2: El espacio de la reproducción, 2019)
Cordones y la izquierda: un presidente del cordón a contrapelo de la política del MIR
Los principales puntos de acción obrera y popular de Recoleta fueron: la empresa Plásticos del Pacífico en Av. Valdivieso, el terminal de Vía Sur en Av. Recoleta, frente al Consultorio La Pincoya, ALMAC La Pincoya, en el campamento Angela Davis y en el fundo El Guanaco (actual Huechuraba oeste). Existían también liceos del lado de la acción popular y otros en donde la oposición civil organizó manifestaciones contra Allende como en el Liceo 12 de Conchalí.
(Cartografías de la Memoria, Mapa del poder popular 3: El espacio de la acción, 2019)
Tomás Pizarro en ese entonces era militante del MIR y declara que lo era "a contrapelo" del partido. Cuenta una anécdota: en julio de 1973 los cordones metropolitanos se reunieron a petición del presidente del Cordón Vicuña Mackenna Armando "negro" Cruces con motivo de coordinar una acción común de todos los cordones. En la puerta de la fábrica Sumar, donde se realizó la reunión, cuatro dirigentes del MIR (Toro, Aguiló, Olivares y Pérez) tratan de convencer a Tomás de no entrar a la reunión porque esa no era política del partido. A lo que él responde "soy delegado, voy a entrar igual". Cuenta que el MIR en 1972 y 1973 privilegió la política de fortalecer los comandos comunales, organizaciones netamente barriales y sin agrupar a sindicatos ni empresas.
El 5 de septiembre los cordones se unen a la marcha en apoyo al gobierno de la Unidad Popular. Y la columna del sector norte de la capital estuvo encabezada por el Cordón Recoleta. La Columna salió desde Mapocho a las cuatro y media, bajando por la calle Bandera. En ella desfilaron los bancarios, los ferroviarios, el Cordón Recoleta y el Mapocho Matucana, los trabajadores de Dinac, de Impuestos Internos, los funcionarios de la salud y médicos patriotas de los hospitales San José, José Joaquín Aguirre, San Borja, pobladores de Conchalí, Renca, Barrancas, miles de estudiantes. En la esquina de la calle Catedral con Bandera, un gran despliegue de carabineros, armados de metralletas y bombas lacrimógenas, protegían al Congreso Nacional, a pedido de los parlamentarios derechistas, asustados. La marcha pasó por la puerta del Congreso sin interrumpir su camino y sin acallar sus consignas. «Ya van a ver, cuando los obreros tomen el poder». (Frank Gaudichaud, Los mil días de Allende, cap. 8, p. 862)
Se estima que en agosto de 1973 casi el 50% de los trabajadores industriales de todo el gran Santiago era miembro de algún cordón industrial. La marcha de septiembre fue la ultima expresión de lucha de estas organizaciones obreras logrando reunir a más de 1 millón de personas en la Alameda.
El Cordón Industrial Recoleta en la batalla de Chile: economía "solidaria", todas las fábricas al área de propiedad social” y las contradicciones con la CUT zonal norte
A la asamblea del cordón asistía como invitado el delegado zonal norte de la CUT apodado "Chico" Mosquera quien aparece en La Batalla de Chile defendiendo las posturas del gobierno y la CUT. Allí Mosquera trata de explicar que la tomas de fábricas producidas en respuesta al “Tanquetazo’’ de junio de 1973 debían ser devueltas, porque para el gobierno “son un cacho” [problema no deseado] y que le trae dificultades al gobierno. Pone el caso de una empresa de “capitales suizos” que podría traer repercusiones internacionales como pérdida de acceso al crédito mundial. El llamado de la CUT de tomar empresas había sido sólo una consigna a realizar en la coyuntura contra el golpe de junio. Y no debía perseverar “indiscriminadamente” la demanda de paso al Área de Propiedad Social. Un trabajador le responde: “acá no se trata del área internacional, se trata de pasar al área social, todo lo que le interesa a los trabajadores, sin transar”. Mosquera responde: “cuando se hacen actos fuera de la dirección central de los sindicatos, se toman justicia por sus manos, se enfrentan a Carabineros, se enfrentan a los milicos, y después se acusa al gobierno de que aquí hay indisciplina, de que no hay autoridad y estamos a un paso de que se acuse constitucionalmente al presidente de la República, porque eso es lo que quieren”. A continuación otro obrero le responde a Mosquera, en lo que es uno de los pasajes más recordados del censurado documental:
“Nosotros compañeros tenemos la película bien clara, se nos pidió organización, que nos organizaremos los obreros, que entráramos a formar los cordones y organizarnos en todos los frentes, nos hemos organizado, en los frentes poblacionales, nos hemos organizado en los frentes obreros en los sindicatos… Y aún seguimos con la misma ‘cantinela’ [excusa] de que no es el momento, y de que hay un poder legislativo y hay un poder judicial… El compañero presidente sigue diciendo que tengamos calma, que nos sigamos organizando, pero ¿para qué? ¿Cuál es el miedo de llegar a presentarnos los obreros en un paro general y los pobladores a su vez y pedir al presidente como a todos los poderes de que de una vez por todas se decida? Cuál es el plan que tiene de lucha y pidamos compañeros si es necesario como dice la derecha que lleguemos a un plebiscito, nosotros comenzaremos el plebiscito en las poblaciones hasta el nivel más alto, y le aseguro que ganamos de aquí a Rancagua y pasamos de largo pues compañeros, porque tenemos organización dentro de los campamentos, dentro de las poblaciones y dentro de los sindicatos. Y la CUT está apernando igual todavía, pidiéndonos a nosotros que tengamos calma y que ‘esto no se puede hacer’ ‘porque esto pertenece a la reina Isabel’, ‘el otro pertenece a Suiza’, siguen inventando. La verdad es que el pueblo, los obreros ya nos estamos cansando, porque esto es tramitación, y estamos luchando contra la burocracia dentro de nosotros mismos, dentro de nuestras propias defensas y sindicatos (...) Hasta cuando, yo quiero preguntarle: ¿acaso usted no tiene confianza en el poder popular compañeros?”
El golpe en Recoleta y la zona norte
El golpe en Recoleta estuvo al mando del regimiento de infantería "Buin" n°1 del Ejército ubicado en avenida El Salto. Este regimiento fue conducido por el general Pinochet hacia el centro de Santiago para sofocar a las tropas sublevadas en el tanquetazo del 29 de junio de 1973, en lo que se conoce como "ensayo de golpe". El 11 de septiembre el regimiento Buin ejecuta el golpe desplegándose por toda la zona norte de la capital, al mando del general golpista Felipe Geiger Stahr, realizó dos operativos: uno hacia el centro de la ciudad para el combate contra La Moneda y otro hacia la UTE para destruir las antenas radiales. El estudio Cartografías de la Memoria localizó más de 190 asesinatos de militares a civiles, 3 ocurrieron en la zona de Recoleta. Todas las poblaciones fueron controladas por los militares produciéndose masivas detenciones. Destaca un video de la población Quinta Bella donde se observan decenas de detenidos presuntamente de septiembre de 1973. Durante la Dictadura las poblaciones del sector norte se unieron a las protestas nacionales contra la Junta Militar y Pinochet.
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