Ayer jueves se dio inicio al paro nacional convocado por la Unión Portuaria, que llamó a la paralización de actividades y faenas en todo el país, según demandan, frente a "la poca capacidad y seriedad del Estado en resolver y concretar los acuerdos adquiridos con los trabajadores".
Viernes 5 de abril
imagen: corte en Valparaíso, en av. Errazuriz, uno de los accesos al puerto
A las 08:00 horas de ayer jueves comenzó el paro nacional convocado por la Unión Portuaria de Chile, esto debido a que desde la organización sindical exigen respuestas a la falta de cumplimiento por parte del Gobierno de Boric a los compromisos y promesas de agenda que asumió con las y los trabajadores portuarios. La dirección sindical de las y los trabajadores portuarios busca que las mesas y diálogos con las autoridades sean efectivos, pero ¿es esa la vía para conquistar sus demandas? ¿Es sólo la unión entre portuarios la que puede dar una salida efectiva a los problemas planteados?
Este paro de advertencia por parte de la UP y como expresan en su comunicado tiene relación a la falta de cumplimiento a las promesas de campaña que Boric tomó con las y los trabajadores portuarios relacionado temas de seguridad, salud y condiciones laborales, el abandono de terminales portuarios públicos en el marco de la Política Nacional Portuaria y la Ley General de Puertos, a lo que se suma el desempleo de 100 portuarios en Tocopilla producto de la descarbonización, buscando una transición justa en la que emplazaron al Comité Interministerial de Transición Socio-Ecológica Justa a reunirse con los portuarios y buscar una salida estructural.
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Video registro de la masiva marcha trabajadores portuarios de Coronel, después de pasar sobre el puente Llacolen, cruzando el río bio bio hacia Concepción:
La paralización de los puertos del país, se da en un contexto en el que se comienzan a expresar diferentes tensiones a nivel nacional, tensiones atravesadas por una desilusión con el Gobierno de Boric, que se expresa en el malestar social por abajo.
No es casual que las direcciones sindicales de los sectores a quienes les hizo política Boric durante su campaña, sean las que se encuentran convocando a diversos paros o métodos de presión por el cumplimiento de los acuerdos que había tomado el Gobierno en un inicio bajo su programa.
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Esto se refleja por un lado con los trabajadores portuarios y lo mencionado más arriba, pero también en el paro aún no organizado convocado por la CUT para el próximo 11 de abril que busca ejercer presión hacia diálogos sociales y la consecución de ciertas reformas, o el caso de los y las trabajadoras de la educación con lo que fue la movilización en Atacama hace un mes y la movilización aún en desarrollo en Antofagasta, ahora se suman las trabajadoras AJUNJI quienes denuncian la aprobación de la idea de legislar el proyecto la ley de Sala Cuna Universal, por lo que paralizarán durante 48 horas exigiendo al propio Gobierno a cumplir con su compromiso de enviar las indicaciones sustitutivas con la participación de las organizaciones sociales de educación.
A esto se suma el conflicto con los trabajadores de Huachipato que no encuentra salida favorable aún para las familias trabajadoras bajo la dirección sindical que se subordina a la política de la empresa, como también la movilización de los pobladores el día martes que luchan por la vivienda ante las amenazas de desalojo.
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Desde la Unión Portuaria con esta paralización de advertencia exigen “respuestas basadas en planificación y no en la improvisación, venida de autoridades y funcionarios que entiendan cómo funciona el sector más estratégico de la economía del país”, pero ¿realmente tanto el Gobierno y las autoridades no sabrán cómo funcionan los sectores estratégicos que sostienen la economía del país incluyendo los puertos?. El problema no es la falta de conocimiento en el funcionamiento de los puertos, sino que no hay interés de parte del Gobierno de solucionar los problemas estructurales que afectan a las y los trabajadores, por lo tanto presionar para buscar que las voluntades actúen en mesas y diálogos termina siendo una política estéril.
Y es que el Gobierno está claro en sus intereses y proyecciones desde el momento que decidió poner por delante la “responsabilidad fiscal” y con ello el ajuste, repitiendo las recetas de los diferentes gobiernos de los llamados 30 años, dejó de lado todo el programa que supuestamente buscaba resolver los problemas sentidos que millones expresaron durante el 2019, hoy nada del presupuesto apuesta a resolver las demandas y necesidades urgentes de los trabajadores y el pueblo, como son los problemas laborales y del desempleo, de las pensiones y los salarios, de educación, de salud y de vivienda.
Basta de convocatorias separadas, es necesario organizar el malestar en unidad y de forma independiente al gobierno
En el desarrollo de esta nota se esbozan las problemáticas que vienen atravesando diferentes sectores de trabajadores, se comienza a fraguar un malestar desde abajo producto de la desilusión y las falsas promesas del gobierno.
Ahora, las diferentes direcciones sindicales buscan tener cuidado con hacer olas muy grandes a Boric, y es que de conocimiento que en los diferentes organismos sindicales desde trabajadores de la educación hasta los sectores portuarios hay dirigentes que responden a partidos del gobierno, pero ante la pérdida de paciencia y el malestar que se acumula deben actuar y ubicarse, buscando ejercer presión hacia diálogos sociales, mesas de negociación e incluso para buscar presionar hacia reformas a las que la derecha se opone.
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No es casualidad que desde las direcciones sindicales se convoquen a paralizaciones o movilizaciones por separado en distintas fechas, y es que la burocracia sindical sabe que de unir las necesidades y demandas de las y los trabajadores, puede ser un problema para el gobierno de Boric y su gobernar con responsabilidad, lo que no es más que mantener el orden público, económico y social bajo la bandera del consenso neoliberal buscando negociar cada reforma con la derecha y el gran empresariado, pero el orden de ellos es la profundización de ataques para nosotros las y los trabajadores sin respuesta, nos quieren separados y acatando sus mandatos.
El otro problema, de separar las luchas y no organizarlas ni planificarlas en coordinación bajo la estrategia de diálogo social y mesas negociadoras, es darle tribuna a sectores de la derecha para hacer demagogia en un año donde la carrera electoral comenzó, esto ya lo estamos viendo con Huachipato.
Las y los trabajadores no podemos permitir que nuestro malestar y las respuestas activas que de a poco comienzan a manifestarse sean canalizadas hacia el diálogo social estéril de la burocracia sindical, como tampoco hacia la demagogia de la derecha. Lo que necesitamos es exigir a las grandes organizaciones sindicales y centrales como la CUT, el Colegio de Profesores, la Unión Portuaria y demás, coordinar y unificar nuestras luchas bajo un Plan de Lucha Ascendente y un Pliego Único de Demandas, para resolver los problemas urgentes que afecta a los trabajadores y el pueblo como el desempleo, las malas condiciones laborales, la educación, la salud, la vivienda, los salarios y pensiones.
Es necesario construir una referencia alternativa e independiente del gobierno y los partidos del régimen, una corriente política de las y los trabajadores que pongan en el centro un programa y una agenda que responda realmente a los intereses de las y los trabajadores y el pueblo.