Este 1 de julio, se movilizó en Costa Rica una caravana de trabajadores y trabajadoras de aplicaciones de reparto, como Uber Eats, Glovo y Rappi que partió del parque Central y se dirigió al Ministerio de Salud exigiendo sus demandas. Fue parte del paro internacional que contó con importantes movilizaciones en diversas ciudades de Brasil y en otros países como Argentina, Chile, México, Ecuador y Guatemala.
Jueves 2 de julio de 2020 00:38
A partir del confinamiento y las medidas de aislamiento tomadas por los diferentes gobiernos de la región para enfrentar la pandemia del covid-19, el trabajo de reparto de comida, medicamentos y otros artículos se ha colocado en el lugar de los servicios “esenciales”. A pesar de esto, en los hechos, tanto para las empresas empleadoras como para los gobiernos, la juventud precarizada en estos servicios es descartable.
En diferentes ciudades de Brasil y Argentina las movilizaciones pusieron sobre la mesa el reclamo en contra de la precarización del trabajo y de la vida. Los reclamos en toda la región están dirigidos contra las condiciones precarias de trabajo, la falta de seguros, la incertidumbre en la relación laboral con la empresa; contra las rebajas y los bloqueos arbitrarios de las plataformas; por la vida de los compañeros repartidores que han fallecido en la calle.
Empresas como Uber Eats y Glovo mantienen ganancias millonarias en el país, a costa de la precarización del trabajo de miles de jóvenes. Ninguna de las empresas se ha hecho cargo de brindar suplementos de seguridad o limpieza adecuados, tampoco hay cobertura en seguros de vida, robo o accidente, exponiendo la vida de los trabajadores y trabajadoras. Por otro lado, la difusa figura del “colaborador o socio” le lava las manos a los empresarios frente a las responsabilidades legales que deben asumirse frente a los repartidores, a vista del Gobierno y el Ministerio de Trabajo.
Debido a estas condiciones, sumadas con diversas denuncias cotidianas que dan vuelta por diferentes redes y espacios de precarizades, en Costa Rica, un grupo de repartidores se sumó al paro internacional. La caravana partió del parque Central y se dirigió al Ministerio de Salud exigiendo: kits de higiene y seguridad urgentes, el aumento en el pago por viaje, el desbloqueo de cuentas, un seguro de vida y robo y por plataformas dignas, para enfrentar las condiciones de precarización.
Es necesario profundizar los espacios de organización de los sectores precarios. Para impulsar el reclamo de los miles de jóvenes que arriesgan su vida día a día encima de una bicicleta o viajando largas distancias bajo la lluvia, exponiéndose al contagio del covid-19, pero sin otra salida a la crítica situación de desempleo presente en el país; es importante agrupar a los sectores más combativos de la juventud.
En una situación como la actual, gobiernos como el Carlos Alvarado, han demostrado que gobiernan para los ricos, atacando al sector público, intensificando el discurso xenófobo contra los trabajadores migrantes, desmantelando las universidades públicas en nombre de la “buena salud fiscal”. Para poder pelear por todos los derechos para todas las repartidoras y repartidores, en defensa de condiciones dignas de trabajo, se hace cada vez más urgente ampliar los espacios de discusión y organización política de la juventud precarizada.
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