Durante la cuarentena hemos visto crecer exponencialmente el consumo de producciones culturales, al mismo tiempo y de manera inversa, cae el nivel de vida de quienes las producen. En este contexto de pandemia se nos presenta Creciente, el primer disco de Sisa quinteto. Conversamos con ellas.
Lunes 21 de septiembre de 2020
Para quienes no las conocen, una de cajón, ¿Quiénes son las Sisa y por qué ese nombre?
Sisa somos un grupo de cinco compañeras músicas, que compartimos inquietudes por distintos ritmos y géneros de nuestra América y una búsqueda constante que tiene como eje la música y la expresión, pero que no deja de lado el pensamiento y los interrogantes sobre cómo habitar y transformar el tiempo que nos toca vivir. El nombre “Sisa” significa “Flor” en Quechua. Nos parece importante seguir nombrando las lenguas originarias, darles lugar e importancia con el respeto que merecen. Nos gustó la sonoridad y nos gusta que represente un elemento de la naturaleza. Después nos enteramos también que Bartolina Sisa fue gran luchadora en la resistencia aymará, siendo declarada heroína nacional en Bolivia en 2005. La elección no fue por ella, pero nos llevó a enterarnos su lucha y resistencia que nos gusta compartir.
Recientemente publicaron “Creciente”, su primer álbum ¿Cómo es eso de publicar un disco en cuarentena?
En mayo de 2020 estuvo listo “Creciente”, y ante la incertidumbre de la situación que estamos viviendo teníamos muchas ganas de poder soltar estas canciones grabadas en 2019, compuestas y arregladas por nosotras, para que acompañen a quien quiera en sus hogares o en sus trabajos. Entendemos que es una situación difícil para todes y sentimos que la música es más un bien común a compartir que otra cosa. Fue una manera de infiltrarnos en las casas de gente querida (y con suerte de gente que no conocemos también) para acompañar y “compartir”, más allá de que por ahora no sea posible lo presencial.
¿Cómo ven el escenario del folklore nacional y dónde se ubican ustedes?¿Cómo piensan qué “Creciente” dialoga con la enorme tradición del folklore de la región y qué viene a proponer?
Aún siguen vigentes visiones tradicionalistas del folklore que recién estamos cuestionándonos en cuanto a las letras, representaciones sociales del folklore, desde la danza, desde la estética general. La cuestión de género: músicos hombres y cantante mujer. La ley de cupo femenino impulsó a que los espacios tengan que cumplir con eso y muchas compañeras organizadas encontraron el espacio para hacer el aporte desde lo ideológico. Hoy por hoy ese cupo aún no está resuelto, quizás en espacios más autogestivos se ve más. De todas formas, consideramos que sigue habiendo una deuda muy grande en los escenarios con otras identidades de género. No nos consideramos representantes/referentes del folklore nacional... lo tradicional está vinculado a lo cultural, y por ende a lo patriarcal. Sí sentimos que tenemos diálogo con el lenguaje folklórico, del cual nos nutrimos y también al que aportamos lo nuestro, siempre con humildad. Tenemos en cuenta también que esta es nuestra mirada desde la Ciudad de Buenos Aires, y que en otras regiones se debe vivir de otras maneras. Consideramos que lo que hacemos está más vinculado a la música de proyección folklórica, fusionando con elementos de otros lenguaje, nos nutrimos de esa información que circula, la pasamos por cuerpo, mente y corazón en un contexto de trabajo colectivo, y ahí sale nuestro aporte.
Las condiciones laborales para los y las musicas y trabajadoras del sector, previas a la crisis originada por la pandemia, estaban lejos de ser buenas. A los ya altos índices de precarización, se le ha sumado una crisis económica y social de proporciones pocas veces vista en el ciclo capitalista ¿De qué manera ven que esta crisis ha afectado al sector?
Esta crisis ha afectado de manera directa a todo el sector de trabajadorxs independientes, y en ese sector se encuentra un gran número de trabajadorxs del ambiente artístico en general. Hay un sinfín de oficios que no se pueden llevar a cabo por el simple hecho de no poder salir de casa. El trabajo online en estos rubros es hasta ridículo, aunque invita a ponerse creativxs. A su vez, se ha visibilizado la cantidad de trabajadorxs independientes (por ende, hoy vulneradxs) que existe en el país.
¿Cómo ven las políticas oficiales para el sector y qué medidas podrían tomarse?
Las medidas que conocemos son mayormente subsidios por parte de algunos organismos estatales como el INAMU o el FNA, que abarcan a todo el país y que han lanzado diferentes concursos o becas, aunque son insuficientes dado el gran número de personas que conforman este sector. Creemos que como medida a tomar sería bueno que se tenga en cuenta que el rol de les artistas es tan importante como el rol del comerciante que tiene hoy su local abierto. No solo falta presupuesto para el sector de la cultura, como sucede también con otros sectores esenciales como el de la salud y el de la educación, si no que falta interés para poder paliar las dificultades que esta pandemia nos trae.
En CABA, por ejemplo, existe una propuesta de declarar la “Emergencia cultural” por parte del movimiento MECA, que alberga a cientos de espacios culturales en la ciudad. Hasta el momento, hay varios proyectos de ley esperando su aprobación.
¿Qué iniciativas podemos tomar los y las artistas y trabajadores de la cultura ante esta situación?
Creemos que hay que tomar a la tecnología como aliada, aprovechar estas herramientas para mostrar nuestro trabajo, para difundirlo, y para aprender a manejar las nuevas herramientas tecnológicas que nos permiten profesionalizar nuestra labor. Por otro lado, aprovechar el rol de comunicadorxs que ocupamos al ser trabajadorxs de la cultura para ayudar a quienes la estén pasando mal y para visibilizar situaciones vulnerables.
Por último, como artistas entendemos también que es un momento de mirar hacia adentro, un momento de reflexión, y en nuestro caso estamos habitando desde un lugar más íntimo la música que hacemos. Empezó a suceder que comenzaron a nacer muchas canciones nuevas así que nos estamos compartiendo ese material, haciendo un ida y vuelta constante, y ya poniendo el ojo en un próximo disco.
Mientras las Sisa ya comienzan a proyectar sus próximos trabajos, podes escuchar Creciente aquí
Sergio Cena
Nació en Buenos Aires en 1983. Es dibujante, artista gráfico y forma parte de la agrupación Contraimagen.