Luego de más de dos meses de lucha, los trabajadores resolvieron en el día de ayer, en una asamblea realizada a la vera de la AU Riccheri, donde desde hace seis días se mantenía el acampe y corte, aceptar la propuesta realizada por el gobierno nacional, con la condición de que liberen al trabajador detenido, algo que sucedió recientemente.
Miércoles 23 de diciembre de 2015
En horas de la tarde del martes, luego de una tensa jornada cargada de represión y provocaciones contra los trabajadores, el ministro de Trabajo Jorge Triaca recibió a los delegados de Cresta Roja para comunicarles que la jueza Valeria Pérez Casado había fallado a favor de “facilitar la quiebra” de la empresa de los Rasic; además, el ministro también anunció que el gobierno se comprometía a partir de enero a darles dos sumas de 6 mil pesos, manteniendo las REPRO, y la entrega de un bolsón navideño para paliar unas fiestas de fin de año que aun así no se presentan muy felices para los trabajadores y su familias.
A su vez el fallo de la jueza dispone la designación de un síndico que, junto con el acompañamiento de funcionarios de distintas carteras del gobierno, se encargaría de garantizar la puesta en funcionamiento de la empresa mientras se busca un comprador de la misma. El fallo también le pide al gobierno que en el plazo de tres días cumpla el acuerdo firmado el pasado 22 de septiembre y que haga efectivo el pago de 100 millones de pesos, que todavía no fueron aportados, para reiniciar la producción de la empresa.
Este acuerdo tiene sabor a poco. Los trabajadores en concreto reciben una suma de dinero que a partir de enero, y en medio de la devaluación en marcha, equivale a solo la mitad del salario que venían cobrando. Es decir que las promesas de una, seguramente larga y compleja, puesta en marcha del sistema productivo se basan, desde el arranque, sobre una fuerte reducción salarial. De esta manera el gobierno de Macri y su justicia decretaron la quiebra de Rasic pero haciéndosela pagar a los obreros a la vez que allana el camino para que un futuro comprador de la empresa avance con su propio ajuste. Panorama de incertidumbre para los trabajadores.
No por casualidad, entonces, ésta propuesta del gobierno fue antecedida por una larga jornada cargada de represión y distintas provocaciones contra los obreros que no solo desde hace 5 días mantenían con firmeza el corte y el acampe en la Riccheri, sino que también venían de realizar una importante movilización a Plaza de Mayo junto a distintas organizaciones, y de reunir una amplia solidaridad entre los trabajadores como se demostró en lo miles de pesos reunidos en la marcha realizada por el sindicalismo combativo y la izquierda en el día de ayer, en la recorrida de la Comisión de Mujeres de Cresta Roja en el Hospital Alende donde sus trabajadores y trabajadoras no solo aportaron al fondo de huelga sino que también se comprometieron a la atención medica de los hijos de los trabajadores ante la falta de sus obras sociales, entre otras iniciativas de organizaciones solidarias.
Represión y provocaciones para chantajear a los trabajadores
La represión de la mañana, en el mismo momento en que el gabinete de Macri se reunía por primera vez, es una verdadera provocación que fue denunciada por muchos de los periodistas que se encontraban en el lugar.
Volvieron a atacar a la tarde, primero con la detención de un trabajador y luego con una nueva represión de la Gendarmería, en esta oportunidad una decena de trabajadores fueron heridos con balas de goma.
Junto con esto se inició una campaña contra la izquierda con el objetivo de aislar a los trabajadores cuando estos se estaban rodeando cada vez más de la solidaridad de distintas organizaciones desde Nora Cortiñas y distintos organismos de derechos humanos, Centros de Estudiantes, sindicatos y delegados, hasta los diputados del Frente de Izquierda, entre otros. Hasta el mismo FpV que sostuvo las represiones de Berni contra los despedidos de Lear, sacó un repudio a la represión.
Los ataques del gobierno contra la izquierda se convirtieron en una verdadera campaña sucia y macartista. Una muestra de lo que se viene. El gobierno de los CEO’s lo necesita para gobernar.
Prepararse para enfrentar el ajuste de Macri y Vidal
El futuro laboral de los trabajadores y el destino de la empresa Cresta Roja aún es incierto, y los paliativos que da el gobierno son miserables comparado con los millones que dio a los sojeros y empresarios. Se pasó a una nueva etapa en la que hay que fortalecer la organización democrática votando delegados donde no los hay (como en Planta 1 donde los delegados de la burocracia fueron echados, y en las granjas), para avanzar en la puesta en pie de un cuerpo de delegados que involucre a todos los sectores, electo y revocable por planta, con mandatos de asamblea. Hay que convocar a que la mayor cantidad de trabajadores participen de las asambleas, que no pueden ser meramente informativas sino que tienen que ser verdaderos espacios de deliberación y decisión. Es la única manera de frenar cualquier tipo de ajuste y empeoramiento de las condiciones laborales previas al conflicto. Dicen que hay compradores, de ser así seguro querrán imponer sus condiciones, por eso los trabajadores tienen que fortalecer la organización para imponer las suyas. Ningún despido ni ajuste, si no se puede garantizar esto, la salida para mantener todos los puestos de trabajos es la expropiación sin pago de la planta bajo control de sus trabajadores y todos los bienes de Rasic. Allí está la plata para reactivar las plantas y las granjas, pero más allá del discurso, lo más probable es que Macri no sea tan "riguroso" como prometió ser contra esta patronal vaciadora para que sean ellos quienes paguen la crisis que provocaron. Una empresa como ésta en manos del Estado y gestionada por sus trabajadores podría proveer pollos baratos para las familias pobres, abastecer comedores escolares y hospitales, además de mantener los puestos de trabajo de miles de obreros.
