×
×
Red Internacional
lid bot

Chile Vamos. Crisis en la derecha tradicional chilena: la coalición Chile Vamos se cae a pedazos

La coalición de la derecha tradicional, Chile Vamos, que estuvo encabezada por Sebastian Piñera, ha entrado en una espiral de caos interno con luchas intestinas entre las principales fuerzas que la componen. Hoy se encuentra desarticulada para aparecer como la principal oposición al Gobierno de Boric y también para evitar que la extrema derecha del Partido Republicano le gane a su base social y electoral.

Lunes 28 de marzo de 2022 10:17

Luego de las derrotas electorales de Chile Vamos el año pasado, la coalición política de la derecha tradicional chilena se encuentra pasando uno de los peores momento en su historia. Sus dos componentes mayoritarios, la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN), están enfrascados en luchas intestinas, que los tiene al borde de un quiebre político, lo cual los debilita y desarma para poder aparecer como la oposición oficial al Gobierno de Gabriel Boric, pero también para evitar que el Partido Republicano, como principal competidor desde la extrema derecha, pueda avanzar sobre su base social. Sobre todo luego de que la formación ultraderechista encabezada por José Antonio Kast obtuviera una bancada de 15 diputados en la última elección parlamentaria.

La derrota de Sebastián Sichel, candidato de Chile Vamos que había sido apadrinada por el expresidente Sebastián Piñera, trajo un profundo malestar en la interna de la coalición, a pesar de que a varios la opción de Kast en la segunda vuelta no les parecía para nada mal. Sin embargo, objetivamente fue una derrota contundente para su ficha presidencial, es innegable.

Esto ultimo, a su vez expresa que la derecha carece de cuadros políticos nuevos que puedan expresar algún tipo de renovación y siguen siendo los viejos “coroneles” que quedan vivos quienes tienen que salir a la línea de fuego de la política, y de los cargos.

Una de las gotas que colmó el vaso para RN fue la maniobra política que les hizo la UDI en el Senado. Los senadores de esta última formación en lugar de darle su apoyo para la presidencia de la Cámara Alta a Manuel José Ossandón, de Renovación Nacional, prefirieron votar por un candidato del Partido Socialista para asegurarse un cupo propio tanto a la vicepresidencia actual de la Cámara como para la presidencia de esta en el futuro. Los representantes de RN se refirieron públicamente a esta maniobra como un “acto de traición”, lo cual es una acusación grave de la que la UDI prácticamente no acusó recibo. Este cortocircuito llevó a algunos a hablar de un riesgo grave sobre la continuidad en la coalición.

La derecha tradicional y empresarial chilena está atrincherada intentando rescatar lo más posible de la herencia pinochetista ante el inminente plebiscito que definirá el texto de la nueva Constitución que en estos días se debate en la Convención Constitucional. Esta "lucha" en común podría permitir volver a unificar las filas de la derecha para buscar bloquear cualquier artículo o texto que busque revertir de manera significativa lo esencial de la herencia neoliberal pinochetista del país. Sinn embargo, si llegaran a perder esta votación de rechazo ante el plebiscito de salida del texto constitucional, los costos políticos y la desmoralización de sus filas podrían ser incalculables.

Pero, aún así, existe una chance de mantenerlos a flote. Esta oportunidad se la ha venido brindando el propio rol jugado por el Frente Amplio del actual presidente Gabriel Boric, desde el llamado "acuerdo por la paz", firmado en medio de la rebelión de 2019 para evitar que caiga Piñera, hasta la fecha, incluyendo a los otros componente de Apruebo Dignidad, la actual coalición de Gobierno. La derecha ya ha logrado mantenerse una vez, al no permitir que cayera el gobierno de Piñera con la movilización en las calles. El acuerdo que firmó en ese momento desde Boric hasta la derecha, pasando por la centroizquierda de la ex Concertación, le dio un tanque de oxigeno a toda la coalición derechista, y nadie puede negar que esto vuelva a suceder en la actualidad para intentar salvar a lo que hoy quieren convertir en una "oposición responsable".

Existe forma de acabar con la derecha, tanto la extrema como la de Kast, como la tradicional pinochetista de Chile Vamos. Pero ese camino como demostró la rebelión de 2019 está en las calles y no en las negociaciones de Palacio. La segunda lección es que debe ser independiente de los partidos y acuerdos con los partidos del régimen que están unidos por uno y mil lazos con esa misma herencia pinochetista que han defendido en las últimas décadas, y la seguirán defendiendo en el futuro.