Desde Palacio Nacional, este martes 4 de junio se dio un informe sobre el Sistema Público de Salud.
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Martes 4 de junio
El presidente dio a conocer que estarán en funcionamiento los siete días de la semana, con servicios serán gratuitos 11 mil centros de salud.
Destacó también la dispersión de recursos para los Comités de Salud, a través del programa la Clínica es Nuestra, a los estados que aceptaron la federalización del sistema de salud. Este proceso empezó hoy mediante la entrega de tarjetas de Banco del Bienestar.
El objetivo de los Comités de Salud mejorar las condiciones de los 11 mil 947 centros de salud del IMSS Bienestar a través de su rehabilitación, equipamiento y mantenimiento, de acuerdo con las declaraciones de Jorge Alcocer, titular de la Secretaría de Salud.
Rutilio Escandón, gobernador de Chiapas, reportó 458 millones 600 mil pesos para la atención de los centros de salud, Salomón Jara, gobernador de Oaxaca, 433 millones, Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz, 598 millones 400 mil pesos, Mara Lezama, gobernadora de Quintana Roo, 82 millones 400 mil pesos, Layda Sansores, gobernadora de Campeche, 65 millones de pesos y Carlos Merino, gobernador de Tabasco, 503 millones de pesos de recursos de la Federación para los Comités de Salud.
Por su parte, Zoé Robledo, titular del IMSS Bienestar, dio a conocer que será anual la entrega de los recursos para los Comités de Salud, organismos integrados por un presidente, un secretario, un tesorero y un vocal, elegidos en asamblea en cada comunidad. Así opera la democracia participativa en el sector salud.
El presidente López Obrador subrayó la relevancia del programa IMSS Bienestar, así como de los Comités de Salud, afirmó la importancia de la participación de la gente y señaló que la descentralización de los recursos hará posible atender oportunamente a las personas que necesiten atención sanitaria. Asimismo, informó que antes de que finalice su gobierno se terminarán y entregarán más de 50 hospitales.
Sin embargo, en distintas oportunidades trabajadoras y trabajadores del sector salud denunciaron que no cuentan con los insumos suficientes para poder brindar una atención de calidad y también cuestionaron la precarización laboral.
Aunque el reparto de fondos para el sector constituya una ayuda para mejorar las clínicas y centros de salud, hace falta un aumento de presupuesto de emergencia para el sector en base a impuestos progresivos a las grandes fortunas, como las de Slim y Salinas Pliego, al no pago de la deuda externa y a la reasignación de partidas presupuestarias de la Sedena, la Semar y la Guardia Nacional para el sector salud. Y con eso garantizar el abasto de todo el sistema de salud pública, la basificación y aumentos salariales que cubran como mínimo el costo de la canasta básica y se ajusten según la inflación para todas y todos los trabajadores sanitarios.
Y para resolver los déficits de infraestructura edilicia, de aparatos médicos y suministros es necesario ir un paso más allá y nacionalizar sin pago hospitales, sanatorios y clínicas privados, así como empresas que produzcan insumos médicos y fármacos, porque se debe prohibir el lucro con un derecho humano elemental como es la salud. Sin embargo, son medidas que el gobierno de López Obrador no está dispuesto a llevar a cabo -ni lo estuvo durante la pandemia- porque esto implica atacar los intereses de los empresarios.
Los actuales Comités de Salud, ampliados a trabajadoras y trabajadores de base del sector salud, con cargos rotativos y revocables, pueden ser la base para luchar por estas reivindicaciones.
Sobre las elecciones
“Los adversarios todavía no internalizan los resultados electorales del domingo, no lo esperaban, creyeron todas las mentiras difundidas por los que se sentían dueños de México y saqueaban al país, y muchos oligarcas tienen sus herramientas de manipulación y control” declaró López Obrador a propósito de los dichos de Marko Cortés del PAN de que van a impugnar el resultado de los comicios porque se trató de una “elección de Estado”.
El mandatario cuestionó también que la coalición Fuerza y Corazón por México (PRI-PAN-PRD) se adjudicó el triunfo sin datos. “Fue un desastre, muchos se lo creyeron aún cuando la realidad es otra, porque no quisieron verla” destacó.
El PAN, que actúa como vocero de la oposición de derecha, da muestras con esta amenaza de impugnación, de negar la voluntad popular que se expresó en las urnas. No se resignan a no tener las riendas del destino del país para administrar los negocios capitalistas.
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