La semana pasada fueron convocadas a huelga las más de 1000 trabajadoras de diversas entidades de asistencia a diversidad funcional en Bizkaia, por una mejora de las condiciones laborales y una subida salarial de acuerdo al IPC.
Jueves 18 de mayo de 2023
Imagen: Ecuador Etxea
Las empleadas de Gaude, Gorabide, Aspace y las Madres Mercedarias de Orozko salieron a las calles el 8 y 9 de mayo, convocadas por varios sindicatos del sector, para demandar principalmente una subida salarial. Son cuidadoras, monitoras, acompañantes de personas con diferentes grados de diversidad funcional y que trabajan para asociaciones sin ánimo de lucro que son subvencionadas por la Diputación en diferentes centros de Bizkaia. 8 de cada 10 son mujeres, que aseguran que desde 2019 vienen cobrando entre 900 y 1100 euros, un salario que no se actualiza desde ese año. Mientras el costo de la vida sigue subiendo y muchas no llegan a fin de mes.
Las trabajadoras apuntan que el Departamento foral de Acción Social está desoyendo sus reivindicaciones y les insta primero a negociar con los directivos de las propias asociaciones. Mientras, desde las cúpulas de las entidades les dicen que el incremento es inviable si la Diputación no actualiza las cantidades asignadas en los convenios.
La lucha de las trabajadoras de este sector se suma a otras luchas del sector de los cuidados en Bizkaia como la de las trabajadoras de limpieza del Guggenheim, que lograron finalmente torcerle el brazo a Ferrovial tras 9 meses de huelga, o la de las trabajadoras de residencias de mayores, que han convocado varias jornadas de huelga en demanda de una mejora de los salarios y las condiciones. El sindicato ELA, uno de los convocantes de la semana pasada, ha sido partícipe también de estas dos luchas.
Tras colocar su lazo verde junto a Puppy, las trabajadoras de #residencias de #Bizkaia comienzan su nueva jornada de huelgas, previstas hasta el 25 de mayo🗓️✊🏼 pic.twitter.com/0R6HGTIUyV
— Ecuador Etxea (@EcuadorEtxea) May 10, 2023
La realidad de los trabajos de cuidados, altamente feminizados y ocupados por trabajadoras migrantes, vergonzosamente pagados y precarizados, atravesados por casos de abuso y maltrato de la patronal, y cada vez más privatizados, es una realidad que no solamente ocurre en Bizkaia. Con la crisis de la pandemia se puso nuevamente sobre la mesa el debate sobre este trabajo, potenciando luchas en diversos sectores, destacando la todavía vigente lucha de la Atención Primaria y la Sanidad pública en todo el Estado, la de las Kellys, y la del Servicio de Asistencia a Domicilio (SAD).
El capitalismo en su alianza criminal con el patriarcado ha causado la relegación e invisibilización sistemática de los trabajos de cuidados, asumiéndolo como una “tarea natural” de las mujeres. En consecuencia, suelen ser los trabajos con las peores condiciones laborales y salariales, y los que suelen estar a la cola de las preocupaciones institucionales. Pero son esas trabajadoras que durante la pandemia llamaron “esenciales” las que mantienen la base material del funcionamiento del capitalismo, y las que tienen también en sus manos el poder de desafiar el orden establecido.
📢 Las trabajadoras de residencias de Bizkaia han dado comienzo al ayuno de cuatro días frente al Palacio Foral
➡️ Reivindican que realizan un trabajo público y merecen condiciones dignas
🪧 Animan a la ciudadanía a participar en la manifestación convocada para este sábado pic.twitter.com/wdUooKdmtm
— LAB SINDIKATUA (@LABsindikatua) May 17, 2023
La clase trabajadora demuestra que sus métodos de organización y lucha son los únicos que pueden someter a este sistema y sus grandes capitalistas para conquistar derechos, pero son necesarias también medidas programáticas transicionales para trabajar en la realidad actual de cara a nuestros objetivos.
Para que todo el trabajo de cuidados no recaiga sobre las mujeres es necesario que este sector deje de ser un negocio privado, que se garantice el cuidado de personas mayores y dependientes con una Sanidad pública, universal y de calidad y que se aumente el presupuesto destinado a los cuidados. Pero son también necesarias medidas como guarderías, centros de educación infantil y comedores gratuitos y accesibles, para que todo el trabajo doméstico no sea asumido “naturalmente” por las mismas de siempre. Todo esto se lucha en las calles: la clase obrera, la juventud y los sectores oprimidos movilizados de forma independiente de todos los partidos capitalistas.