Política. Daniel Vargas Downing: un voto a Iriarte es un voto a la vieja Concertación

Iriarte es el candidato oficialista, patrocinado por el Partido Comunista y el Frente Amplio, pero detrás de él también están los partidos de la vieja Concertación, cuyo gobierno ha significado la subordinación de estas fuerzas políticas a la agenda de la derecha, administrando y perpetuando este Chile neoliberal impuesto en dictadura.

En estos años hemos visto cómo el gobierno de Boric terminó siendo una Concertación 3.0, con el Partido Socialista y el PPD dirigiendo, abandonando así su programa y las supuestas transformaciones estructurales que prometieron. Al contrario, se han dedicado a administrar este régimen bajo la “responsabilidad fiscal" que exigen los grandes grupos económicos, impulsando la agenda de permisibilidad, con millonarios perdonazos a las Isapres.

En materia de seguridad hay una clara subordinación del gobierno a la agenda de la derecha, reflejado en los miles de millones que van para las policías, mientras las escuelas y liceos públicos se caen a pedazos. Boric se jacta de leyes como la ley antiterrorista o la Ley Nain-Retamal de "gatillo fácil", que cobró la vida de Maritza Pizarro, entregando más impunidad a las policías, o manteniendo la política represiva de Piñera con la militarización del Wallmapu.

Todos los partidos tradicionales caen en la demagogia respecto al tema de seguridad, desde la derecha hasta el gobierno, proponiendo medidas represivas y autoritarias que sólo profundizan el problema.En estas elecciones es necesaria una alternativa consecuente que enfrente a la derecha y su agenda securitaria y de populismo penal, que busca hacer creer a la población que todo se resuelve con cárcel y criminalización. Nosotros denunciamos a la derecha y recordamos el caso de Vladimir Pizarro, militante de RN y funcionario del gobierno de Piñera encargado de la seguridad y monitoreo de drones que fue condenado por ser parte de una banda de narcotraficantes.

En materia educativa, impulsan y defienden políticas profundamente concertacionistas, como la implementación de los Servicios Locales de Educación, fuertemente cuestionados por el profesorado, que no hacen más que mantener el mismo modo de financiamiento vía subvenciones mediante el pago por asistencia, generando un esquema de desigualdad entre comunas, conservando la precariedad de las escuelas públicas, mientras se siguen subsidiando a los empresarios privados de la educación, como la Universidad San Sebastián. Esta es la política bacheletista que impulsará Iriarte de salir electo.

Por eso, en Antofagasta, el candidato Pablo Iriarte no es ni el mal menor, ni una alternativa para enfrentar a la derecha, viene con la vieja Concertación que protege los intereses de las grandes empresas y los privilegios de unos pocos a costa de nuestros derechos.

Necesitamos una alternativa, por eso desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios impulsamos la Lista K como un proyecto para fortalecer una perspectiva de organización independiente del gobierno que permita conquistar todas las demandas sociales y enfrentar consecuentemente a la derecha y a los empresarios.

Para quienes impulsamos la Lista K, no se trata de "ofertar promesas", haciéndole creer a la población que las grandes urgencias populares de la comuna se van a resolver con la gestión de las migajas que dejan los grandes empresarios.

Votar por esta lista, por una izquierda independiente de los trabajadores, es para fortalecer la organización y la movilización por nuestros derechos, y pelear por la independencia política del pueblo trabajador, no sólo frente a los partidos de derecha y los empresarios, sino también respecto a este gobierno que no solo asumió las recetas neoliberales, sino que también sacó la lucha de las calles, institucionalizando a los sindicatos y los movimientos sociales, para terminar en pactos entre cuatro paredes con los partidos de los 30 años.

Vota Lista K para fortalecer la organización de los trabajadores, las mujeres y los estudiantes.