Dejó la presidencia del organismo por ser yerno del ministro de Defensa, Oscar Aguad. Su gestión estuvo marcada por un vaciamiento en las distintas líneas de servicios de la compañía y una utilización política explícita de su cargo con fines proselitistas.
Viernes 9 de febrero de 2018 10:53
El titular de Arsat, Rodrigo de Loredo, dejó su cargo al frente de la empresa a raíz del escándalo que el Gobierno tuvo con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, que derivó en la firma del decreto del Presidente Mauricio Macri en el que se establece que ningún familiar de un ministro puede ocupar un cargo en el Sector Público Nacional. Tras dos años de gestión que utilizó fuertemente como vidriera para su campaña política para las próximas elecciones de la Intendencia de Córdoba, se retira con magros resultados y deja muchas incertidumbres a los trabajadores.
El radical cordobés asumió en la empresa de telecomunicaciones del Estado Nacional en diciembre de 2015, luego de que Cambiemos ganara las elecciones presidenciales. Llegó al puesto de la mano de su suegro Oscar Aguad, actual ministro de Defensa que en aquel entonces encabezaba la cartera de Comunicaciones. Esa ligazón familiar que le consiguió trabajo hace poco más de dos años fue la que lo obligó a tener que renunciar.
Según el portal de datos abiertos de la propia empresa a diciembre de 2017 el honorario de un director está en un monto de $ 115,715,6, a lo que en el caso de De Loredo hay que agregarle lo que percibe por ser “Gerente General”.
El radical pasea ahora por los medios con cara triunfante expresando que apoya la decisión de Macri. “Es una medida fuerte, pero muy necesaria en la Argentina en que se vive", manifestó luego de haber gozado durante dos años de las mieles del puesto que obtuvo por el nepotismo establecido por la casta política de los partidos patronales que gobiernan el país.
“Con mucha alegría cumplo mi promesa de dejarme los bigotes cuando el 100% de los objetivos de Arsat para 2017 fueran cumplidos. Superávit de 367 millones, 410 localidades alcanzadas por el plan federal de Internet, 500 escuelas rurales conectadas, el portal de datos abiertos más ambicioso del país. Terminamos en Córdoba con 500 km de tendido de fibra. @rossiagustinok Hace 37 años que los bigotes no me acompañan a ningún lado les voy a dar una oportunidad.
Más allá de no tener problemas en dejarse el bigote y de haber admitido que "no tenía ningún tipo de experiencia en materia de ingeniería de telecomunicaciones o vinculada a una empresa de telecomunicaciones", lo llamativo es que se jacta de logros que poco tienen que ver con sus esfuerzos. La facturación principal que percibe Arsat proviene de los servicios satelitales que brinda a través de los ARSAT-1 y ARSAT-2. Es sabido que esta gestión frenó el proyecto del ARSAT-3, discontinuando la Ley del “Plan Satelital Geoestacionario Argentino 2015-2035” que establecía la fabricación de ocho satélites de telecomunicaciones en ese plazo.
En tanto, menciona como un logro haber conectado 410 localidades al Plan Federal de Internet, cuando en verdad el objetivo establecido en mayo de 2016 en un acto junto al propio presidente Macri era iluminar 1300 localidades en el plazo de dos años. Queda claro que en los cuatro meses que le restaban para cumplir el tiempo estipulado se les iba a complicar bastante poder llegar a conectar las 890 localidades que le faltaban.
Respecto a la infraestructura que Arsat tiene a su cargo de la Televisión Digital Abierta (TDA), el yerno de Aguad aseguró durante 2017 iba a poner en funcionamiento 15 nuevas Estaciones Digitales de Transmisión (EDT’s). Pero de ese total, hay ocho torres que no están prestando servicio.
Estos falsos logros de gestión que se adjudica se dan en el marco de dos años de ajuste al bolsillo de los trabajadores. En eso si fue muy exitoso y eficaz. Es que tanto en 2016 y 2017, las paritarias rondaron en un cierre del 24% y 19% respectivamente, en perjuicio de la economía de los trabajadores de Arsat ya que la inflación de esos años fue de más del 40% y del 25%. Todo en una clara connivencia con la conducción de Foetra, que jamás impulsó un verdadero plan de lucha para defender eficazmente el poder adquisitivo de quienes hacen funcionar todos los días a la empresa.
Además, con la particularidad de que el último año se ha rechazado y votado en contra de la propuesta paritaria en asamblea y de todos modos la Azul y Blanca acordó con la empresa a espalda de los trabajadores. Esto en el marco de que Arsat cuenta en su directorio con Marcelo Tesoro, miembro de la conducción Azul y Blanca de Foetra.
Este accionar de desidia ya se había visto con claridad anteriormente cuando en el 2016 la conducción del gremio hizo poco y nada para lograr la reincorporación de 24 despedidos que hubo, impedir la desvinculación de 5 contratados que había dejado la administración kirchnerista y evitar el desmantelamiento de la Unidad de Educación que era coordinado por 3 profesionales de Ciencias de la Educación.
Aún no se designó al reemplazo del radical De Loredo, pero queda demostrado que el destino de la empresa, que cuenta con un capital accionario 100% del Estado, debe ser una empresa estatal bajo control y gestión de trabajadores y usuarios. Nada bueno puede salir de una administración que tenga como horizonte los planes de vaciamiento y ajuste que pregonan los partidos patronales y sus gobiernos de ajustes.