Puente Alto. Centro de especialidades San Lázaro: "Decidimos, como una medida radical, parar por nuestra seguridad"

A principios de esta semana trabajadoras, técnicas en Odontología, del Centro de Especialidades San Lázaro en Puente Alto, se manifestaron a las afueras de estas dependencias, denunciando la precariedad laboral en que se encuentran. Las y los trabajadores denuncian un notable déficit en el mantenimiento de sus equipos de trabajo representando esto un peligro para ellos y los vecinos de la comuna.

“La gota que rebalsó el vaso” ocurrió el lunes de esta semana cuando una trabajadora del área técnica dental fue víctima, en su box de atención, de la explosión de una botella de almacenamiento de agua que se encontraba a alta presión la que estaba reponiendo, puesto que es parte del funcionamiento del sillón dental donde se atiende a los usuarios.

En conversación con una de sus colegas nos comenta: “Mi compañera se encontraba en el término de su jornada reponiendo los instrumentos, y al momento de manipular esta botella para reponerle el agua y así dejarla lista para el día siguiente, esta explota. Yo estaba en otro lugar del centro médico, a una buena distancia en ese momento, pero aun así escuché el tremendo ruido de la explosión. Fue un accidente importante porque al ser la botella de PVC y al reventarse tan fuerte esta pudo haber dirigido alguna esquirla al ojo de mi compañera, o con el ruido de la explosión pudo haberle reventado el tímpano sin mencionar que pudo poner en peligro hasta algún paciente que se estuviera atendiendo. Como trabajadoras(es) nos encontramos molestas(os) porque estos episodios en donde nuestra integridad se pone en peligro no son ocasiones particulares. Hace un tiempo, afuera de este mismo centro, se ubica un carrito móvil que a raíz de la nula o mala mantención de los equipos presentó una inundación habiendo elementos eléctricos que pudieron poner también en riesgo la integridad de las y los trabajadoras y de los usuarios en esa oportunidad.”

La trabajadora afectada, luego de recurrir a la ACHS, quedo con secuelas como molestias en uno de sus oídos luego del accidente.

Los funcionarios ya han alertado de que parte de sus elementos de trabajo se encuentran caducos o que algunos no presentan las etiquetas correspondientes para verificar esta información, y que por más que se dé aviso a la coordinadora(or) de la unidad para que sea transmitido a la Directora del centro, esta manifiesta que estas situaciones “se escapan de sus manos” y atribuye la responsabilidad a las autoridades de la Corporación Municipal de Puente Alto.

La trabajadora nos comenta que ante estas denuncias se le suma las inestables condiciones laborales en que se encuentran la mayoría de los técnicos dentales trabajando mediante el sistema a honorarios, lo que ante accidentes laborales se le deja a criterio de la Directora del centro si se paga los días que necesiten de licencia. Hay trabajadoras(es) con hasta 9 años de labor a los cuales, al momento de ser contratados, no se les reconoce estos años perdiendo beneficios.

El placebo de las autoridades

Desde la Dirección de Salud de la Corporación Municipal, en donde está a cargo la Dra. Paulina Pinto, se les asegura a los técnicos en Odontología que está en proceso de licitación la mantención de los equipos dentales, un proceso que no ofrece una fecha clara para responder a las urgencias que exponen hoy las y los trabajadores, sometiéndolos a una espera probablemente de varios meses mientras se continúa arriesgando su integridad y la de los vecinos, un problema que también deriva que en el caso de suceder un accidente en el box son los funcionarios los que tienen que enfrentar los reclamos y molestias de los usuarios.

Sin duda estos hechos demuestran como la Salud Pública de nivel primario presenta expresiones importantes de abandono por las autoridades responsables como la directora de salud de la corporación y el alcalde Germán Codina. La entrega de equipos de trabajo óptimos para la atención en salud y, sobre todo, su correcto mantenimiento no puede depender de un proceso burocrático de desvío de recursos públicos hacia empresas privadas.

El solapado ataque a la organización y a la movilización

Las y los trabajadores del centro de salud sabían que la paralización traería un costo, y este significa descuentos en sus sueldos el tiempo que sostuvieran la movilización. Esta sanción se encargó de resaltarla la directora del centro de especialidades San Lázaro la Dra. Artzy Arenas repitiéndoles en reiteradas ocasiones; “saben que esto va a traer un costo para ustedes”. Palabras que buscaban mellar la confianza en la organización que las y los trabajadores habían levantado. Y es que las autoridades de los centros de salud son serviles al empleador que es la Corporación Municipal. Su principal figura política, el alcalde German Codina militante de Renovación Nacional, junto a sus directores(as) de área, actuarán primero, en pos de defender su labor y la imagen de un municipio que trabajo óptimamente, esto en detrimento de los costos que puede traer para la integridad física y psicológica de los funcionarios al verse expuestos a equipos en mal estado.

“La paralización no la íbamos a deponer hasta que no nos dieran una reunión con la directora de salud de la Corporación, eso asumiendo el descuento a nuestros sueldos como trabajadores a honorarios. La manifestación sirvió para poner nuestras demandas al centro ante el empleador y, efectivamente, al día siguiente de esta se nos da aviso de que a partir de la próxima semana se hará un mantenimiento rotativo de los 12 box que mantiene el centro de salud San Lázaro.” Nos comenta una trabajadora.

Sin duda las movilizaciones de las y los funcionarios sirven para poner en evidencia ante la comunidad la realidad de las condiciones laborales, sacar la voz para denunciar la precarización de nuestros lugares de trabajo nunca será un desacierto. Desde ahí la alerta que han alzado las y los trabajadores TONS (técnicos dentales) del San Lázaro empuja a ver más claramente la necesidad de continuar hacia una coordinación más amplia entre trabajadoras y las comunidades de usuarios para que no solo le exijan a las autoridades cumplir con el mantenimiento de los equipos y la infraestructura de los centros de salud, sino que también se abra paso a discusiones más profundas sobre el presente y el futuro del sistema de salud, su financiamiento y su gestión donde las y los trabajadores y usuarios, tenemos la necesidad de incidir para alcanzar una salud digna y de calidad para todos.