Sábado 7 de octubre de 2017
La noche del 25 de septiembre en el muelle Michilla, ubicado en la comuna de Mejillones, tuvo lugar un nuevo desastre medio ambiental, un grave derrame de ácido se vertió por más de una noche completa en la costa, debido a una filtración de una manguera de descarga del puerto Michilla propiedad del Grupo Luksic (AMSA) que alimenta sus mineras, Centinela y Antucoya.
Si bien aún no terminan de cuantificarse los daños, el ácido terminó por comprometer toda la zona de la pesca artesanal de caleta Michilla, Puerto Bueno y también caleta Cobija (en Tocopilla) a 18 kilómetros del área de desastre, debido al desplazamiento del químico en el borde costero por la acción de la marea. También hay gran preocupación en los habitantes de la comuna, los que se abastecen de agua potable de la planta desoladora ubicada a corta distancia del muelle.
“El ácido vertido es una sustancia química corrosiva, para llevar a cabo el proceso de lixiviación, que produce vapores altamente tóxicos para el ambiente y la salud de las personas. Produce quemaduras graves, además de irritar vías respiratorias, oculares y mucosas, además, el contacto con el mar es grave, ya que el ácido sulfúrico destruye toda materia orgánica”, explica Victoria Caroca, Química y Coordinadora del Equipo Científico de Fundación Relaves, en reportaje citado por la web institucional del Sindicato Escondida.
¿Qué dicen las autoridades? ¿Qué dice Luksic?
Desde el piñerista alcalde de Mejillones Sergio Vega, pasando por la seremia de medioambiente hasta el grupo AMSA, han decidido bajarle el perfil y ponerle paños fríos a la situación.
Daños a largo a plazo a la fauna y vegetación en todo el borde costero, problemas a la salud y la amenaza al sustento vital de toda la pesca artesanal son los costos inmediatos de esta fuga de ácido.
Sergio Vega, el edil mejillonino, dijo que la empresa tenía todo controlado junto a la capitania de puerto.
La Minera responsable asegura que el derrame fue tan solo de “1 MINUTO”, y aseguran que “no hay alteración en las aguas del sector”
El Seremi de medioambiente, Felipe Lerzundi, señala que no está dentro de sus facultades fiscalizar estos hechos y asegura que “la emergencia está controlada” y se “esperan las garantías para evitar nuevas fugas antes de volver a funcionar” las cargas de ácido.
(…) Hay que terminar con este sistema criminal que facilita el saqueo, desvía los recursos y esconde los crímenes de los empresarios.
“Estamos siendo víctimas de la indiferencia, tanto de autoridades del servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, Sernapesca, como de la Minera, quienes no nos han tomado en cuenta hasta el momento y donde no se han tomado las medidas correspondientes a un hecho de estas características”, sostuvo Danilo Araya, pescador artesanal y miembro del Sindicato de caleta Cobija.
Por otro lado Daniel Vargas, Candidato a Diputado en la II Región por la lista D de Candidaturas Anticapitalistas denuncia: “Una vez más el grupo Luksic, el controlador de AMSA, de los puertos, de Canal 13, de Banco Chile, del Ferrocarril, y otras empresas, demuestra que ha transformado a los políticos de la zona, tanto derechistas y de gobierno, en verdaderos funcionarios comprados dentro del sector público, que le cubren las espaldas, poniendo en riesgo la salud de la población y el medio ambiente en nombre del gran saqueo multimillonario que llevan a cabo con los trabajadores y nuestros recursos naturales”.
Y agrega, “este es el real rostro de la “alianza público privada” en Antofagasta, que transforma al Estado en soporte, facilitador y encubridor de los grandes grupos económicos”.
A pesar de la denuncia interpuesta por organizaciones medioambientales este 3 de octubre, y de que paradójicamente este 06/10 se “inaugure” el Tribunal Ambiental de Antofagasta, la verdad es que este nuevo crimen contra el medio ambiente, los trabajadores y la pesca artesanal es el resultado de toda una legislación y un entramado de relaciones políticas hecha a la medida de los empresarios, que están operando de la forma más descarada, como ha pasado con Dominga, o en Antofagasta mismo, con el caso del cancerígeno Galpón de concentrado en pleno centro de la ciudad.
Frente a esto Daniel Vargas, nos plantea: “Es por esto que estamos levantando una gran campaña por la renacionalización de todos nuestros recursos naturales, terminar con el saqueo de los grandes grupos económicos y trasnacionales como Luksic o Escondida, buscamos la estatización de sus empresas e implementar la gestión de ellas bajo la dirección e interés de los propios trabajadores y habitantes de las comunas, para terminar con este sistema criminal que facilita el saqueo, desvía los recursos y esconde los crímenes de los empresarios".