A un año de la masacre de Iguala y la desaparición forzada de los 43 normalistas de la escuela normal rural Raúl Isidro Burgos, en Jalisco, así como en diferentes entidades el país y en diversos lugares alrededor del mundo se sigue repudiando la política del terror del Estado mexicano, exigiendo juicio y castigo a los culpables.
Domingo 27 de septiembre de 2015
Este 26 de septiembre, la jornada de lucha comenzó a las doce del día con la proyección del documental Ayotzinapa con el auditorio Salvador Allende prácticamente lleno en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), con la participación de estudiantes normalistas sobrevivientes a la masacre de Iguala.
Posteriormente, estudiantes, profesores y trabajadores se reunieron en la explanada fuera del auditorio para pintar y escribir consignas en pancartas y mantas para la marcha, minutos antes de las 17:00 hrs. se pasó a nombrar a los 43 para volver a colgar mantas con cada uno de sus rostros en las rejas del centro universitario.
La comunidad universitaria partió de la glorieta del CUCSH hacia el centro de la ciudad donde se sumaron sectores de trabajadores como la Federación General de Trabajadores del Estado y sus Municipios (FGTEM), del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad de Guadalajara (SUTUdeG), entre otras organizaciones.
Alrededor de 5,000 manifestantes, entre trabajadores, estudiantes, mujeres y jóvenes marcharon por el centro de la ciudad gritando consignas y la aparición con vida de los normalistas.
En la manifestación se hicieron escuchar de nuevo las consignas como “Fuera Peña Nieto” y “Fue el Estado”, clara muestra de que, a pesar de los intentos del gobierno por ganar algo de legitimidad, cuentan con muy poco margen de maniobra, así como la legitimidad de los partidos patronales PRI-PAN-PRD.
La marcha culminó en Plaza Liberación con un mitin y palabras de trabajadores de la educación, normalistas sobrevivientes y representantes de la FEGTEM.
Desde el Movimiento de Trabajadores Socialistas nos hemos sumado desde un inicio a la exigencia de juicio y castigo a los culpables, por la aparición con vida de los 43 y por el cese a la política de militarización, represión y persecución de luchadores sociales.