Desde La Izquierda Diario Bolivia difundimos las denuncias de las trabajadoras/es que vienen desafiando la violencia y agresiones de la empresa TREBOL, que a través de sus operadores cotidianamente vienen instaurando un régimen laboral de violencia que arriesga vidas, salud y dignidad.
Martes 30 de julio
Foto: redes sociales
En un acto que vuelve a confirmar las prácticas violentas contra los derechos humanos de las trabajadoras, la empresa millonaria de la basura, TREBOL, despidió a una trabajadora con varias semanas de embarazo y por exigir su reincorporación (luego de 6 años de servicio) recibe amenazas: "Estoy en gestación. Me despidieron el 1ro de febrero. El supervisor Roberto Choque ya estaba hostigando contra mi persona, me acosaba (...) La coordinadora Viviana Tenorio se entera que estaba embarazada, entonces, Roberto venía hasta la ruta, y me cambió (a otra ruta). Era más cargada de lo que tenía que ser (...) Y me despide. Me dice ’que vaya a calle 9’ porque yo ya había hecho una denuncia contra él. Y en (las oficinas de) calle 9 me dicen ’que ya no me conocen, que no he trabajado’ y que supuestamente yo ya no tengo contrato. Incluso no me cancelan del mes de enero, se niegan a pagarme hasta ahora", asegura la denunciante.
La trabajadora decidió mantener su anonimato debido a que sufrió amenazas desde que fue despedida: "he recibido amenazas. Lo primero que me pasó fue que vino un hombre donde yo estoy alquilando; vino un hombre a preguntar por mi persona al domicilio’ (...) Y recientemente he recibido una amenaza también, vía celular con número privado. Ahí me dicen que ellos supuestamente saben dónde estoy viviendo, con quién estoy viviendo, que ya conocen a mi familia (...) Y por mi, por mi familia temo de que puedan hacerme algo", denunció.
Desde La Izquierda Diario Bolivia, repudiamos los métodos policiales de la empresa TREBOL que legitima las prácticas de agresiones físicas por parte de sus operadores y supervisores contra las y los trabajadores, y los denunciamos como directos responsables por cualquier situación que amenace la seguridad e integridad de las trabajadoras y sus familias.
Luego de seis años de antigüedad, fue precarizada como jornalera y luego despedida por estar embarazada
La ex-trabajadora nos informa que desde enero de 2018, TREBOL, a través de memorándum le designaban y retiraban de sus funciones. Generando un ambiente laboral inestable le hacían creer que su contrato había terminado. Las maniobras documentadas pretendían evitar que exija los derechos sociales que le correspondían conforme Ley, evitando cumplir con salarios con cargos a su seis años de antigüedad, sin derecho a vacaciones, ni aguinaldo, ni al pago doble por horas extra. Superando periodos de trabajo desde los 91 días y hasta más de un año, manejaban su vida como si no tuviera un contrato permanente, y se vió obligada a pagar más de 2.000 bolivianos cada vez que le decían que "su contrato había terminado". Cada gestión la empresa, a través de sus operadores y supervisores le exigían este pago para mantenerla en su puesto y evitar su despido: "es un sueldo básico que ellos nos piden. Hay que cancelar eso para tener un nuevo contrato", declara la ex-trabajadora de Trébol.
"Trabajaba de lunes a lunes (...) No pagaban horas extra. Entramos 5:40 de la mañana, y nos hacen trabajar incluso hasta 6 de la tarde. Nos mandan a otros distritos: nos tratan de humillar (...) El 04 de abril, el carro me ha botado; estaba lloviendo (...) Se hace saber al encargado de la oficina (de accidentes) y así mismo ese día me mandó a la volqueta (...) Hasta que terminé... aguanté el dolor, y le llamé al supervisor. Le digo que estoy mal, que por favor me de permiso, y me dice ’después que termines tu ruta vas a ir’ (...) Más tarde me presento y me dice ’no le vas a decir (a la Caja) eso que te has caído de la volqueta, algo te tienes que inventar’ (...) como decir ’no vas a denunciar a la empresa porque sino no vas a volver a trabajar’. Y el doctor tampoco nos da algo para el dolor y para no perder el trabajo así mismo continuaba (...) No me ha otorgado ni baja médica", relata la ex-trabajadora sobre el accidente laboral. Además denuncia que el temor de perder el trabajo la obligaba a tener que soportar tratos inhumanos:
"En octubre del 2022 estaba embarazada, y no se les podía decir nada, para que me puedan volver a dar un contrato (...) Yo ya sabia que estaba mal: he perdido (el embarazo) en la ruta. He bajado hasta el (Hospital) Materno y me dicen ’ya lo has abortado, no se puede hacer nada’. Y era por el trabajo pesado, porque continuamente me mandaban a la volqueta (...) Supuestamente la empresa después se ha enterado y ya no me han vuelto a dar el contrato. Y luego me han vuelto a contactar y me dicen ’si quieres trabajar, entonces hay nuevas modalidades, como OP, sin pagar AFP’s’, y a partir de ahí ya no tenia seguro", denuncia la ex-trabajadora, quien luego de 4 años de antigüedad fue precarizada como "jornalera/eventual".
"En mi trabajo teníamos que mantear, pero también saber escobillar, tarquear. Se trabaja así en la volqueta. Son personas mayores a quienes les manda a la volqueta (...) Por que has contestando (al supervisor) o estás hablando con las personas que ellos no quieren, entonces, te manda a la volqueta (...) Es prohibido comer ahí. Te ven, te sacan foto y te cambian de ruta, se agarran contigo, te mandan al carro. Pero hay preferidas que tienen su almuerzo, se hacen su desayuno y a ellas no se les dice nada (...) Son algunas mujeres, que siempre están avisando, o te sacan foto cuando estás parada o están tomando refresco. Y con esas fotos el supervisor les cree y por esa razón castigan a las demás compañeras (...) Como mujer, yo me sentía sin saber algunos derechos. Nos tratan como si fuéramos basura. He trabajado mucho tiempo en la empresa. Y no es que ’de noche a la mañana’ que una se acostumbra a no comer. Y aunque esté lloviendo, continuar, porque tienes que terminar la ruta. Y a veces bajo el sol que laxa y no puedes ni tomar un refresco porque es prohibido", añadió.
Recordando el último periodo antes de su despido, la ex-trabajadora denuncia el acoso sexual que existe dentro de la empresa TREBOL, y el hostigamiento que tenía que afrontar por el sólo hecho de ser mujer:
"más de 5 meses he sentido acoso (...) Hablaba con el supervisor con el respeto que cualquier persona se merece, pero él siempre trataba de sonreír o molestar, y me sentía acosada y le decía ’qué le pasa, porqué me habla así’ (...) A él no le importa. Si es de toquetearte o manosear, lo hace. Y me sentía más acosada, y peor en la forma que me hablaba (...) Decían que yo estaba supuestamente con él (...) El trato era feo. Yo ya me abstenía de hablar con la mayoría de las personas. Sentía que me estaban mirando, que estaban al pendiente. Ha sido algo realmente depresivo, porque ya no hablaba con mis compañeros. Era un saludo y ya. Igual llegando de la ruta no hablaba con nadie. Decía ’buenas tardes’ y me iba a la ruta, para escapar de todo eso (...) No te sientes con la misma alegría de ir a trabajar. Ya no te sientes con ese ánimo y con ese valor para seguí trabajando".
Desde La Izquierda Diario Bolivia saludamos y respaldamos las denuncias de las trabajadoras/es que vienen desafiando la violencia y agresiones de la empresa TREBOL, que a través de sus operadores cotidianamente vienen instaurando un régimen laboral de violencia que arriesga vidas, salud y dignidad.
Es el nacimiento del Comité de Defensa y Coordinación lo que está permitiendo que más trabajadoras/res alcen la voz y denuncien las vulneraciones contra sus derechos humanos. Es la organización independiente de las y los trabajadores lo que permitirá la reincorporación laboral de todas las y los despidos y frenar los abusos de la empresa.
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Denunciamos al Estado y sus instituciones, los supervisores de la Alcaldía alteña y el ministerio de Trabajo como responsables de esta grave vulneración a los derechos laborales y humanos. Los hacemos responsables de cualquier daño y seguridad contra las trabajadoras.