En las últimas semanas se desvinculó sin justificación a trabajadores del área de UTI y quirófano. Despidos, atraso de en el pago de sueldos y persecución son moneda corriente. El 31 de diciembre vencen la mayoría de los contratos de los monotributistas y crece la incertidumbre.
Martes 13 de diciembre de 2022 12:58
En los últimos días trascendió que fueron desvinculados al menos tres trabajadores del Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, que desempeñaban tareas de enfermería en el área de UTI (terapia intensiva) e instrumentación en quirófano. Siprus lanzó en septiembre una medida de fuerza por el cesanteo en el sector de nutrición. Hace un tiempo se viene implementando un plan de despidos por goteo sobre los sectores más precarizados, con el claro objetivo de reducir el personal en un momento en que la demanda se ve incrementada por la crisis. El 31 de diciembre vencen la mayoría de los contratos y los trabajadores aún no tienen novedades si van a ser extendidos.
El permanente retraso del pago de salario y las malas condiciones de trabajo se refleja en jornadas de protesta que los monotributistas realizan periódicamente de manera autoconvocada en la puerta del hospital reclamando por su sueldo y estabilidad laboral. Los traslados como medidas disciplinarias y despidos injustificados son moneda corriente, en el marco de un ajuste brutal en el presupuesto que el gobierno nacional destina a la salud pública, y que el Gobernador Omar Pertotti aplica a rajatabla en la provincia de Santa Fe.
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Por esto se vuelve urgente preparar la defensa de los puestos de trabajo siguiendo el ejemplo de los residentes y concurrentes de CABA que consiguieron un triunfo importantísimo combinando movilizaciones del conjunto de los trabajadores de la salud y la comunidad, e imponiendo que los diferentes gremios que los representan paren de manera simultánea. UPCN tiene que dejar de justificar la precarización, el manoseo y el atropello debido a su apoyo al gobierno de Perotti, junto a la interna de ATE y Siprus deberían convocar asambleas donde las y los trabajadores del hospital, de planta y contratados, puedan decidir y votar un plan de lucha unificado para frenar los ataques y con perspectivas de conseguir el pase a planta como salida de fondo.
¿Dónde está la fuerza?
En un momento en que los ataques son direccionados (despidiendo "por goteo", pagando los sueldos de a tandas para dividir) pero teniendo la incertidumbre de que el 31 de diciembre no se renueven los contratos, la unidad de los trabajadores tiene que ser el eje y el motor de la pelea. Sobran ejemplos y en el Eva Perón hay uno muy reciente.
El 30 de junio se conoció una lista de 50 trabajadores monotributistas que quedaban desvinculados. En su mayoría enfermeros y enfermeras, se enteraron por WhatsApp que dejaban de ser "esenciales" y pasaban a ser descartables. Quedó en evidencia la intención de la dirección y el gobierno de achicar el personal. El malestar se transformó en bronca de todo el hospital y al día siguiente, el 1 de Julio, se concentraron desde todos los sectores y servicios para exigir la continuidad de todos los compañeros y el pago de los salarios atrasados recibiendo el apoyo de otros sectores como docentes, estatales, estudiantes y luchadores por tierra y vivienda. La medida fue tan contundente que la dirección tuvo que dar marcha atrás incorporando a todos los compañeros y pagando los sueldos los días posteriores. Ese es el camino que hay que retomar. Ahí está la fuerza.
